Boletín informativo n° 606

CORREPI

Sumario: 1. Causa Ferreyra: burócratas a juicio y policías indagados. 2. Detenciones arbitrarias y torturas en Misiones y Catamarca. 3. Situación represiva internacional y la naturaleza del estado. 4. Represión selectiva en todo el país. 5. Qom protesta, Qom represión.

CAUSA FERREYRA: BURÓCRATAS A JUICIO Y POLICÍAS INDAGADOS

Una vez más vemos como el estado se “auto regula”. En la causa de Mariano Ferreyra y las demás victimas de la represión de la patota kirchnerista de la Unión Ferroviaria , esta semana se resolvió, por una parte, pedir la elevación a juicio de la patota, Fernández y Pedraza. De Ugofe y la secretaría de transportes, ni hablar. Y, por la otra, se empezó a indagar a algunos de los policía, corresponsables del ataque, pero en una causa aparte, despegados del homicidio.

Así vemos cómo las diferentes instituciones del estado funcionan para garantizar impunidad, siempre que de represión se trate. “Son parte de un plan criminal que resultó con la muerte de un manifestante y varios heridos”, con ese argumento detuvieron y procesaron a los miembros de la UF. Sin embargo, en el caso de la policía, el aparato represor “oficial”, y aunque se trate claramente de uno de los eslabones necesarios para que se cumpliera el plan criminal que derivó en el asesinato, para la justicia “es una responsabilidad diferente”.

Se necesitaron allanamientos para obtener información que adrede la policía escondió. “Los allanamientos fueron exitosos” declaraba al inicio de la causa la actual secretaria de seguridad interior, Cristina Camaño. La única forma de que un allanamiento sea “positivo” es cuando uno encuentra lo que el otro escondía… En las comunicaciones entre los móviles, en los videos, documento irrefutable de la posición que tomó la policía durante los hechos, se pierde la hora donde se genera la muerte.

Esconder información referente al caso, borrar de las actas las conversaciones de los móviles, dejar a la patota actuar, así cuando se genere la muerte se pueden amparar en “una interna sindical” como salía en los medios y el gobierno así también puede seguir sosteniendo la mentira de que respeta los derechos humanos. Total, si a fin de cuentas son ellos mismos quienes “administran justicia” y garantizan la impunidad de los que necesiten…

DETENCIONES ARBITRARIAS Y TORTURAS EN MISIONES Y CATAMARCA

Al mismo tiempo que acá, en la ciudad de Buenos Aires, estrenábamos el video “YO SABÍA”, en el marco de las actividades por los 20 años de la detención, tortura y muerte de Walter Bulacio, en Catamarca y Misiones, pasaban estas cosas:

En Recreo, una pequeña ciudad catamarqueña, cinco policías fueron denunciados por torturar a tres jóvenes. “Si hablan, los vamos a hacer boleta”, les dijeron después de golpearlos y asfixiarlos con el submarino seco.

En Oberá, Misiones, Maximiliano, un estudiante chileno de diseño, denunció que la policía lo detuvo cuando salía de un boliche, y lo encerró en una celda de la comisaría 1ª. Durante la detención, y en la comisaría, fue brutalmente golpeado por los policías, que le dejaron bien claro que lo hacían porque es homosexual. En un momento, agobiado por los golpes se desmayó. Se despertó en la celda, justo para ver que los policías hacían entrar a un individuo de civil, aparentemente otro preso, que lo violó ante la mirada complaciente de los uniformados.

El martes 19, personal de la misma comisaría arrestó a Hugo Miguel Wasyluk, de 38 años, un hombre con problemas de adicción al alcohol y drogas que había discutido con su hermana. Apenas unas horas después, en medio de la noche, Hugo apareció muerto. Estaba sentado en el inodoro, con evidentes señales de golpes en el tórax y rostro.

El oficial Marcelo Chimiski, uno de los policías involucrados, trató de explicar las lesiones del preso: “Era una persona con antecedentes de violencia, por lo que el personal tuvo que defenderse y hubo golpes. Lógicamente que utilizaron la fuerza por la situación que se presentó”. Y claro, para sostener la versión del preso violento, ahí estaba la causa por atentado y resistencia a la autoridad, armadita y lista para que los jueces digan “Claro, se resistió, por eso hubo que pegarle… y se murió … cosas que pasan…”.

El estudiante chileno llamó a una conferencia de prensa y contó a los medios que, por ser homosexual y morocho, lo golpearon y violaron en la comisaría. La familia Wasyluk, y muchísimos de sus vecinos, se movilizaron a la comisaría para denunciar que a Hugo, a Hugo también lo mató la policía…

Entonces empezaron las investigaciones, anunciadas, como siempre, “para llegar hasta las últimas consecuencias”, y el ejecutivo provincial pasó a disposición a 13 policías, cosa de mostrar que algo hace.

Cuando el jefe de la Policía de Misiones, Benjamín Roa, anunció la intervención de la comisaría, dijo: “Muchas veces el uso de la fuerza se traduce en excesos motivados por la falta de capacitación o conciencia”…

O sea, violaron a un joven y mataron a otro porque son brutos e inconscientes, no porque son represores. El argumento de que “el problema” es la falta de capacitación o cosa parecida conduce directamente a la impunidad anunciada, mucho antes que los jueces cumplan su mandato de hacerla valer. El cuento del exceso, del abuso, del loquito suelto o de la formación insuficiente nos lo vienen contando hace décadas. También en el caso de Walter, tres señores camaristas dijeron que la policía había actuado ilegalmente, pero “el comisario pudo no ser consciente de ello”.

Como Walter, como todos los detenidos con él en la razzia del 19 de abril de 1991, y como la casi totalidad de los muertos en comisarías, ni Maximiliano ni Hugo fueron arrestados porque habían cometido o se sospechaba que hubieran cometido un delito. Fueron, todas, detenciones arbitrarias, de esas que hace la policía porque pueden detener a cualquiera, en cualquier momento o lugar, sólo porque quieren. Y porque, para eso, los legisladores les dan herramientas como la averiguación de antecedentes y las contravenciones, y los jueces hacen la vista gorda con prácticas como las razzias o las detenciones de menores justificadas por inventos policiales como el memo 40, en 1991, o el “procedimiento de entrega del menor”, ahora.

Esta semana hubo muchas notas en los medios recordando a Walter, y no faltó el obsecuente del gobierno que deslizara que ésas eran cosas que pasaban antes, no como ahora, con el “gobierno de los DDHH”… y ocultara bajo la alfombra que, mientras él escribía eso, estaban matando a Hugo en Misiones. Y quien sabe a qué otro pibe, en alguna otra comisaría.

Porque no son errores ni excesos, ni abusos de alguno que se pasó de la raya o no estudió lo suficiente. Es una política de estado, para disciplinar y mantener el control social, que sólo podemos enfrentar organizándonos y dando la pelea.

SITUACIÓN REPRESIVA INTERNACIONAL Y LA NATURALEZA DEL ESTADO

Hacía tiempo que no era tan claro como ahora que, tanto la represión preventiva como la represión selectiva, son políticas de estado, “gobierne quien gobierne”, como decimos desde siempre en CORREPI. Podríamos agregar: se trate del estado burgués de que se trate.

El capitalismo ha operado hace mucho tiempo la subsunción real del trabajo en todo el mundo. No hay lugar de la tierra que no se rija por la lógica de las relaciones sociales capitalistas de maximización de la ganancia para la acumulación de capital.

Estas relaciones sociales de explotación están imbricadas con relaciones políticas de dominación de una clase, la burguesía, sobre otra clase mayoritaria, el proletariado. Así, las relaciones sociales de explotación conviven con todo tipo de formas de dominación políticas organizadas en forma de estados burgueses. Estados parlamentarios, teocráticos, dictatoriales, totalitarios, segregacionistas, nacionalistas, indigenistas plurinacionales, etc.; todos tienen en común ser una maquinaria que ejerce la dominación político-militar sobre las clases explotadas para evitar, mediante la represión, que éstas se rebelen contra un orden social injusto.

Las rebeliones populares en todo el mundo están mostrando esto en forma particularmente clara en la actualidad. A mayor actividad de las masas, los estados, aun cuando presenten diferentes formas, responden de la misma manera: con represión.

Los muertos por protestar en Siria, donde inclusive actúan bandas paramilitares, se cuentan por centenas. La represión también se agudiza en Yemen, en Arabia Saudita, en Djibouti, en Mauritania, en Costa de Marfil y en Burkina Faso, entre otros. En Bahrein, si no mata la policía, o el ejército nacional, o el ejército saudita que invadió para reprimir, los tribunales militares condenan a muerte a los rebeldes. En todos los países se denuncian detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones. En Egipto, pese a la caída de Mubarak, se desarman viejas estructuras represivas y se crean nuevas de la misma índole. Gatopardismo puro para tratar de aplacar las revueltas. Esto nos debe hacer recordar lo que ya hace más de un siglo decía Marx: los trabajadores no pueden usar el estado burgués para otros fines, tienen que destruirlo.

En Libia la rebelión popular fue reprimida por el régimen de Kadaffi y, cuando éste no pudo asegurar el reestablecimiento del orden, intervino el imperialismo para “salvar las vidas de los civiles”, bombardeando civiles. Lo mismo que hace en Irak, Afganistán y Pakistán. Es el mismo imperialismo que, según los últimos cables de Wikileaks, financia al narcotráfico a través de la CIA o mantiene personas detenidas en la cárcel de Guantánamo donde los médicos, los Bergés y los Mengeles yanquis, participan de las torturas. El mismo imperialismo que utiliza la excusa del narcotráfico para intervenir otros países.

Esta realidad represiva no es ajena a nuestro continente. Basta repasar las atrocidades cometidas por el terrorismo de estado en Colombia donde todos los días aparecen noticias, unas más aberrantes que otras. En este país se ha abierto una “División de Estudios” dependiente del ministerio del Interior que tendrá por finalidad hacer inteligencia sobre todos los conflictos laborales y sociales. El estado mexicano, desde que lleva adelante su “guerra contra las drogas”, en unos pocos años se cobró la vida de más de 35.000 personas, ya tiene sus propias fosas de cadáveres clandestinas como Colombia y más de 3.000 desapariciones desde el año 2006.

Como se puede ver, independientemente de la forma que adopte la dominación de la burguesía a través de sus diferentes tipos de estado, el contenido es exactamente el mismo en todos los casos. A su vez, queda evidenciado que ninguna reforma es eficaz. Lo único que les queda a las masas explotadas es organizarse y luchar para destruir esa maquinaria de opresión y muerte llamada estado.

REPRESIÓN SELECTIVA EN TODO EL PAÍS

En varias localidades del departamento de Ledesma (Jujuy) se extendió la semana pasada un importante plan de lucha protagonizado por trabajadoras porteras de escuela, quienes hace años reclaman el pase a planta permanente, un aumento del sueldo y los aportes jubilatorios correspondientes. El plan de lucha incluyó tomas de varios establecimientos educativos.

Tras tres semanas de tomas, la jueza Pérez Rojas, ordenó desalojar las escuelas. En el Normal de Libertador General San Martín, “Las golpearon, las agarraron de los pelos, las subieron a las camionetas. Hay una compañera en el hospital con varios golpes en el cuerpo”, contó un testigo. Otras cinco porteras fueron detenidas en la comisaría local y a las horas liberadas. En estos momentos, las movilizaciones y reclamos continúan.

Por otra parte, en la localidad de Roca, en Río Negro, fue descubierto un policía que, vestido de civil, se hacía pasar por reportero de un medio local, con el objetivo de tomar imágenes de los estudiantes -menores de edad- que marchaban por el centro para reclamar mejoras en las escuelas de la ciudad.

Las autoridades de la policía aseguraron que se trató de una acción individual, sin responder a mandos superiores. Sin embargo ese mismo agente fue visto durante los últimos meses en diferentes protestas, siempre cámara en mano.

El policía, de apellido Fuentes, que desempeña tareas en el área de Comunicación de la Unidad Regional II, quedó demorado por varias horas a raíz del escándalo público, y será trasladado hacia otra ciudad, mientras se instruye un sumario.

En ambos casos, se trasluce la verdadera política nacional hacia los que luchan: la represión. Ya sea con la acción directa, o con tareas de inteligencia permanentes, los distintos gobiernos provinciales, en consonancia con el nacional, apelan a la represión como única respuesta ante los genuinos reclamos populares.

(Nota: al cierre de esta edición, en plena madrugada del lunes, supimos de la represión contra los vecinos organizados de Berazategui, que hace meses resisten la instalación de la Subestación Rigolleau. Centenares de policías uniformados y de civil, a palo limpio, causaron 40 heridos, 11 de gravedad, y encarcelaron a una de las vecinas).

QOM PROTESTA, QOM REPRESION

Los que mandan en el mundo caracterizan algunas regiones como unidades geopolíticas inviables a la hora de recomendar inversiones. En otras palabras: dicen lo que interesa y lo que no, sólo en función del auspicio del capital.

La protesta de la comunidad La Primavera de los Qom formoseños se inscribe en este marco. El ninguneo y la marginación del pobre que reclama, no admite otra lectura más que la legitimación del rico que lo explota.

Pobres son los Qom, asesinados son los Qom, despojados son los Qom, los que protestan son los Qom. La semana pasada, la delegación que acampa desde hace cinco meses en Buenos Aires, decidió hacerlo sobre la misma Avda. 9 de Julio, corte que se levantó el fin de semana, asediado por movimientos de las fuerzas de seguridad dispuestos al desalojo compulsivo.

Rico es el gobierno del kirchnerista formoseño Insfrán, asesino es el estado que comparte con Cristina Fernández, explotadores son todos ellos junto a sus socios terratenientes, los que reprimen también.

La negativa a escucharlos - ni siquiera a resolver sus demandas- es la prueba más evidente de la verdadera concepción que el gobierno posee de los derechos humanos: autoproclamarse su reivindicador, al tiempo que los niega; mentir proclamando la “no represión de la protesta” mientras manda policías y gendarmes armados allí dónde se instala.

El gatopardismo de los progresistas que dicen no entender ni compartir el silencio oficial, pero siguen como si se tratara de un mero error de gestión, evidencia también la manipulación canallesca que del tema de los derechos humanos postulan.

Unos y otros, expresan claramente el conflicto: las clases antagónicas confrontan, el estado en manos del operador de turno expresa los intereses de quien domina, su estrategia es no admitir la afectación del derecho de propiedad ni admitir que se cuestione su capacidad represiva para defenderlo, sus tácticas: el silencio negador y la fuerza de seguridad cual fuerza de choque con la que -cuando no mata y encarcela- amenaza con hacerlo, sus legitimadores los “ecuánimes y atildados centroizquierdistas” que ignoran la vergüenza.

La lucha de los Qom, el único camino de los pobres, expresa la razón primera de la gestión K: acallar la protesta, negarla, ahogar el espíritu rebelde que anida en la movilización de la pobreza, a veces cooptando, otras reprimiendo. El costo se paga con vidas de pobres, con dignidad postergada. Pero eso no interesa, en sintonía con la lógica de los que mandan.

REPRESIÓN SELECTIVA EN VENEZUELA

El gobierno de Hugo Chávez Frías, a lo largo de todos estos años, ha encarcelado a cientos de luchadores populares disidentes y siguió aplicando el gatillo fácil en los barrios pobres, las torturas en las cárceles y aumentó el poder de las fuerzas de seguridad.

En estos días, Joaquín Pérez Becerra, periodista y editor de la Agencia Anncol , que difunde información de las FARC, fue aprisionado y entregado por parte de Chávez al gobierno colombiano, que tenía el dato de que llegaría a Caracas desde Alemania. El presidente Santos llamó al venezolano y las fuerzas represivas lo capturaron y deportaron a Colombia a los pocos días.

Enseguida salió el progresismo mundial a pedirle mediante solicitadas que diera marcha atrás. Con consignas como “Así no, compañero Chávez”, aún con el sostenimiento -a pesar de lo sucedido- de seguir llamando “REVOLUCIONARIO GOBIERNO VENEZOLANO”, salió a llorar el progresismo latinoamericanista. Algún intelectualoide aseguró que la decisión “los partió al medio, aunque no es una novedad absoluta, porque hubo antecedentes en los últimos tiempos. Pero este caso ya es escandaloso. Un bochorno. Supera todos los límites”.

Los “antecedentes” son que Hugo Chávez en los últimos meses entregó a 8 luchadores del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las FARC a Colombia. Los “límites” que superó, es que en el caso de Becerra, es un periodista que difunde información de los que luchan. O sea que el progresismo justifica las deportaciones anteriores, pero esta última les parece inconcebible.

Como siempre, en un estado con ricos y pobres, los gobiernos deben reprimir a los que luchan y a los que apoyan a los que luchan.