Boletín Informativo Nº 447

Correpi
30.Sep.07    Boletines Inf. 2007

SUMARIO
1. A un año de la represión a los estudiantes, Villordo pega de nuevo
2. Juicio oral al policía José Luis Díaz: crónica de la primera jornada
3. Continúa la represión en Mar del Plata
4. La tortura, un hecho “insólito” para el fiscal
5. Juicio oral contra compañero de CORREPI
6. Testigo secuestrada en La Plata
7. Jornada cultural antirrepresiva
8. Próximas actividades

A UN AÑO DE LA REPRESIÓN A LOS ESTUDIANTES, VILLORDO PEGA DE NUEVO
Hace un año el intendente de Quilmes, Sergio Villordo, apaleaba a los estudiantes de la EMBA utilizando a la patota municipal como brazo ejecutor y a la policía como cerco para que los pibes no se pudieran escapar y recibieran una buena golpiza. Esta semana, más precisamente el jueves, los estudiantes de la EMBA marcharon a las oficinas de Villordo tras meses de diálogo y falta de respuestas a los reclamos de la escuela. Para impedir el escrache, la policía reprimió a los estudiantes y detuvo a tres que pretendía llevarse a la comisaría.

Luego de varios minutos de forcejeos se logró que soltaran a dos. Uno de ellos, Fabián, continuaba esposado en manos de la policía. Su compañero Jorge Varela estaba filmando la detención cuando un suboficial de la comisaría primera, la misma en la que cinco chicos murieron quemados en su celda en 2005, abrió fuego con su escopeta e hirió a Jorge en un pierna y a otra chica en la pantorrilla, según nos cuenta una compañera de la Escuela Municipal de Bellas Artes “Carlos Morel”.

Los estudiantes están peleando por las condiciones de trabajo de los docentes y por su edificio, ya que quieren vaciar la escuela para construir allí un shopping, y por supuesto el problema de a dónde va la escuela no está resuelto. Parece que los negocios entusiasman tanto al intendente que no se detuvo a pensar que dos mil alumnos no van a dejar que su lugar de estudio se cierre y seguramente no previó el apoyo que iban a tener los estudiantes, que, tanto en la marcha posterior a la represión del año pasado, como en esta ocasión, recibieron el apoyo de miles de personas.

Los estudiantes se reunirán en asamblea el lunes para decidir qué nuevas medidas tomar.

JUICIO ORAL AL POLICÍA JOSÉ LUIS DÍAZ: CRÓNICA DE LA PRIMERA JORNADA
Estrenando edificio y con la expresa preocupación de la rubia presidenta del Tribunal Oral Nº 2 de que “la gente que trajeron no arruine las instalaciones con pintadas”, es decir los Familiares de Correpi Oeste y compañeros de organizaciones de la zona, comenzó el juicio al policía que en 2004 asesinó de un tiro a Marcelo Bogado con la orden de la jueza hacia los manifestantes: “griten pero no ensucien”. Es lo que más le preocupó a la jueza en el momento en que padres y hermanos se enfrentan, con dolor, odio y fuerzas para luchar, contra el cana asesino y sus guardianes, contra el gatillo fácil que le quitó la vida a uno de nuestros pibes.

Llamado frente al estrado, José Luís Díaz dudó al ser preguntado por su ocupación, hasta que contestó “policía”. Dije que es hijo de un policía retirado, que estudió hasta tercer año del secundario y que nunca antes fue procesado, agarrado de que la causa abierta en el año 1991 por lesiones y amenazas no se certificó ante el tribunal quizás por estar cerrada, a pesar que la jueza instructora es la misma Dra. Ragonese que hoy preside este tribunal.

El fiscal del juicio, Dr. Bernardo Kiper, expresó en su lineamiento que probará que Díaz es culpable del delito de homicidio agravado por ser miembro de la fuerza de seguridad y por el empleo de arma de fuego. Como representante de los particulares damnificados, Zuni Núñez y Nicanor Bogado, la compañera Verdú recordó que el día 26 de mayo de 2004, alrededor de las 23:30, en Veragua y Aristizábal de Villa Tesei, partido de Hurlingham, el oficial de la policía bonaerense José Luis Díaz mató a Marcelo Bogado, de 20 años, mediante un disparo de su pistola Astra, cuyo proyectil 9 mm ingresó a su cabeza en la nuca, cuando el chico se encontraba reducido, acostado boca abajo en la vereda, después de haber sido requisado sin que se le encontrara arma ni elemento peligroso alguno en su poder. Anunció que acusaremos por homicidio calificado, pidiendo prisión perpetua como pena, y que, a diferencia del fiscal, que sólo había hablado de que Díaz “conocía y podía representarse el riesgo creado”, probaríamos la deliberada conducta dirigida contra Marcelo, en un típico caso de lo que en la calle se conoce como “gatillo fácil”. A su turno, la defensa de Díaz solicitó al tribunal la absolución por tratarse de un “caso fortuito”. Es decir, “que parezca un accidente”, salvo por el “detalle” de que se trata de un cana en ejercicio de sus funciones disparando con su arma reglamentaria parado desde una posición de corta distancia a una persona boca abajo, indefensa.

El primer testigo en declarar fue Nicanor, comprendiendo que en estos debates la víctima es “un cuerpo sin vida” para los técnicos; “el delincuente, malviviente o caco” para los policías que van a cubrir al asesino y seguramente para los jueces “un pibe que en algo andaba si vivía en un barrio pobre”. Entonces ese es el momento, la oportunidad, para, como dijo Narciso Corzo, traer a ese lugar al ser humano que era su hijo, hablar por él, como si él pudiera estar ahí para expresarse, para alzar su voz, y hacer el esfuerzo necesario para dejar salir esa voz, por sobre la bronca y el gran dolor de lo sucedido.

Nicanor contó sobre la última vez que vieron a Marcelo, que había llegado contento de laburar porque le habían regalado ropita para su bebé del que estaba muy orgulloso. El nenito también estuvo en el juicio con sus cuatro años a punto de cumplir en noviembre y esos ojos calcados de su padre, mirando las fotos y preguntando por qué su papá vive en el cementerio. Contó Nicanor que Marcelo le dejó unas monedas a su madre para que viajara al otro día al Hospital Posadas a ponerse la vacuna contra la gripe, que él ya había pasado a confirmar que ya la tenían y que avisó que a la noche se iba a la jugar unas fichas al pool y de allí a la casa de Nancy, su novia, a quedarse.

Luego reconstruyó el derrotero junto a Zuni de la mañana siguiente buscando a Marcelo desde el momento en que el dueño del pool donde había ido Marcelo llega a preguntarles por él porque dejó la bici y la bolsa en su local y no regresó a buscarlas. Contó sobre el trato en la comisaría donde le negaron saber algo y le pedían una foto, cuando ya sabían que Marcelo estaba en la morgue.

La testigo de identidad reservada que vio el hecho declaró que en la noche del 23 de mayo escuchó desde su casa, en el primer piso de la esquina donde ocurrió el hecho, el ruido de un choque de vehículos y se asomó por la ventana. Vio a Marcelo tirado en el suelo, boca abajo, con las manos hacia atrás, y a Díaz, que le pegó en la cabeza con su pistola. Vio y escuchó el disparo en ese momento, y sin pensarlo gritó “lo mataste hijo de puta”. Tanto Díaz como los demás policías se percataron de su presencia y comenzaron a pedirle que bajara para declarar, a lo que se negó por miedo en ese momento. Afirmó que no vio armas en poder de Marcelo, ni vio ninguna escena de pelea, forcejeo ni arrebato entre Marcelo y Díaz. Sin dudarlo, reconoció a Díaz en la sala.

El médico policial, que había dicho en la autopsia que había signos de lucha en el cuerpo de Marcelo, terminó reconociendo que lo afrimó no sobre la base de los hallazgos médicos, sino porque tuvo en cuenta lo que “me transmitió el personal policial que detuvo una persona que intentó evadirse” echando por tierra su pretendida objetividad. Así que las marcas en el rostro de Marcelo que se habían utilizado para hacerlo culpable en su propia muerte terminaron siendo en realidad excoriaciones resultantes de la posición en que la testigo anterior declaró que se encontraba Marcelo, posición es compatible con la forma en que ingresó el proyectil.

El perito balístico explicó que la pistola Astra 9mm con la que Díaz asesinó a Marcelo jamás se podría disparar sola o con un golpe, como alega Díaz, ya que por los mecanismos de seguridad que tiene, para que se accione se debe presionar con el dedo la cola del disparador. Una y otra vez repitió “el mejor seguro es no poner el dedo en el gatillo”.

Luego desfiló por la sala el infaltable coro de policías, mintiendo compulsivamente y sin hacer coincidir sus propios relatos. Son testigos -deberían ser imputados por encubrimiento- que no vieron si hubo o no pelea, que no escucharon, que no sabían hasta que no llegaron más patrulleros y que se enteraron que un arma se había caído y gatillado sola.

Nada nuevo, un pibe más asesinado por la policía, una banda de asesinos a sueldo y uniformados balbuceando ridículas mentiras y un sistema judicial que sólo cuando no tiene otro remedio condena a un policía, ocultando que es el estado argentino el que asesina sistemáticamente a los pobres.

El juicio continuará el jueves 4 de octubre a las 8:00 con los alegatos.

CONTINÚA LA REPRESIÓN EN MAR DEL PLATA
La semana pasada también informábamos de la represión a los trabajadores fileteros de Mar del Plata en conflicto desde julio por dejar de ser empleados en negro súper explotados tras la fachada de las cooperativas. Este jueves se agregó un incidente más al conflicto: Los trabajadores iban recorriendo las empresas del negocio pesquero buscando la adhesión de sus compañeros, cuando al pasar frente a la empresa El Dorado, desde dentro del edificio, se disparó un balazo que hirió en el pecho a Julio Argañaraz (23).

Si bien ahora su vida no corre peligro, la bala ingresó por debajo del hombro, poniendo en serio riesgo su vida por la cercanía al corazón. El que disparó desde dentro de la empresa fue protegido y trasladado con el resguardo de la policía, de la misma manera que la policía trasladó al Tuta Muhamad y sus patoteros cuando fueron a intentar romper el conflicto en el Hospital Francés.

Por lo pronto, el gobierno nacional y municipal ya se han puesto de acuerdo para reprimir a los trabajadores. Claudio Katz anunció que ha recibido todo el apoyo del ministro del interior: “Setenta efectivos del Grupo Albatros, que me acaba de confirmar el ministro del Interior y yo me hago responsable de inundar de efectivos policiales y federales la ciudad de Mar del Plata hasta que esto vuelva a su curso normal”. El “curso normal” es que los trabajadores entreguen su vida a la ganancia ajena y acepten el hambre y la pobreza sin chistar. La misma normalidad que Sobisch quería reinstaurar en Neuquén y por la que reivindica la represión que mató a Fuentealba, la misma normalidad que se quiso reimplantar en Las Heras con el sitio de una ciudad, el secuestro y la tortura.

Los trabajadores del puerto no sólo han sido reprimidos varias veces, sino que hay una lista negra confeccionada con sus nombres, al mismo estilo que en Salta durante el conflicto docente, y también se suceden hechos de aprietes y amenazas, como el sufrido por Cristina, que es delegada de la fábrica Gustavo, cuando salió de su otro trabajo en una rotisería en horas de la noche, cuando fue asaltada por un grupo de hombres que la patearon y golpearon con los puños en los riñones y le dijeron que dejara el sindicato o iban a matar a sus hijos.

La decisión del poder político ya está tomada y de manera firme se hizo saber en la voz de Katz: en defensa de las ganancias de sus socios se va a ejercer la represión que sea necesaria para terminar con el conflicto. “Yo no avalo el trabajo en negro, quiero que la gente trabaje como corresponde. Tampoco avalo al delincuente que anda rompiendo propiedad de terceros, que anda molestando a la gente que quiera trabajar”. Pero por supuesto no utilizó “fuerzas antiterroristas” para terminar con la explotación en negro de los trabajadores, ni para perseguir a los que golpearon y amenazaron a Cristina.

Katz dijo “Entonces, ya la cosa está desmadrada y tengo la profunda decisión personal de poner las cosas en su lugar”, lo que significa que harán lo necesario para terminar con la lucha de los trabajadores. Apoyando a Katz (que sigue a Solá en la lista de diputados bonaerenses) y enviando fuerzas federales, el gobierno nacional es igualmente responsable de la persecución y la represión. Como el Puente Pueyrredón, como el asesinato de Fuentealba, lo que ocurra con los trabajadores como resultado de esa represión será un acto del estado en su conjunto.

LA TORTURA, UN HECHO “INSÓLITO” PARA EL FISCAL
Escuchamos a nuestro viejo conocido el fiscal platense Romero (ese que quería fotografiar y filmar manifestantes “preventivamente” para ir teniendo un archivo de potenciales subversivos) en el programa de temas judiciales “Testimonios” de radio América. El hombre, que mantuvo detenidos a 52 desocupados en el año 2001 durante tres meses, acusados de “intimidar” al entonces ministro de trabajo de Ruckauf, el poco intimidable Aníbal Fernández, fue convocado porque pidió que vayan a juicio oral los tres integrantes del servicio penitenciario bonaerense que en el año 2006 torturaron a Nelson Fabián Sampietro en la cárcel de Melchor Romero.

Fabián, ex preso común que una vez purgada su condena se integró al colectivo La Cantora, había sido detenido a raíz de su activismo por mejoras en las condiciones de vida carcelaria, y había iniciado una huelga de hambre. Después de tenerlo alojado en un pasillo con sólo una frazada, los tres oficiales lo patearon, golpearon, escupieron y le dispararon sus armas largas con postas de goma a corta distancia, entre otros tormentos.

Para Romero, desde luego, no se trata de torturas sino de “vejaciones”, y por supuesto que no tuvo detenidos a los acusados ni un minuto. Además, según declaró en el programa radial, “lo ocurrido fue un hecho insólito”, cuando lo verdaderamente insólito es que, ante la catarata de pruebas, uno de tantísimos hechos de torturas en una cárcel argentina vaya a juicio.

JUICIO ORAL A COMPAÑERO DE CORREPI
En un programa televisivo del año 2005, nuestro compañero Daniel Stragá fue entrevistado junto a la diputada ex menemista, ex pattista, ex duhaldista, fugazmente kirchnerista y hoy macrista Mirta Pérez, la que clama por la pena de muerte a “delincuentes”, categoría en la que incluye desocupados, manifestantes, chicos de la calle, etc., y no a los represores de cada día, con los que se lleva muy bien. Es sabido que, como Blumberg, la señora saltó a la arena política a partir de que su hijo Santiago recibió un disparo fatal cuando, por evitar que les robaran el auto, ella y su esposo resistieron un asalto.

El próximo 7 de octubre está previsto el inicio del juicio oral que la defensora del gatillo fácil y la tortura promovió contra Daniel, acusándolo de injurias por cantarle cuatro verdades al aire. Sin perjuicio de que los compañeros que ejercen la defensa se han opuesto al inicio del juicio, exigiendo el sobreseimiento, el debate ante el juez Canicoba Corral comenzaría a las 10:30 de la mañana, en los tribunales de Comodoro Py.

TESTIGO SECUESTRADA EN LA PLATA
Felisa Marilaf, ex detenida, esposa de un trabajador gráfico desaparecido en 1977 y querellante en el juicio contra el cura Von Wernich, fue secuestrada el jueves al mediodía cuando salía del Palacio Municipal de La Plata, en la esquina de 12 y 54. Sus captores la subieron a un coche y la llevaron hasta un descampado de Berisso. Durante el paseo le hicieron preguntas acerca de su participación en la marcha al cumplirse un año de la desaparición de Jorge Julio López y sobre documentación que la víctima tendría en su poder sobre Miguel Etchecolatz. En el descampado la obligaron a desvestirse, la ataron, golpearon y le produjeron heridas en piernas y brazos mientras uno de sus secuestradores le apuntaba con un arma.

El pasado 11 de junio Marilaf fue secuestrada, golpeada y amenazada de muerte en la esquina de 14 y 51. El teléfono provisto por el gobierno para su “seguridad” dejó de funcionar en el momento del secuestro. A partir de este hecho decidió ingresar en el programa de protección de testigos que le asignó, para su “seguridad”, a otro represor, un policía de la “democracia”, de la “represión legal”, de esos que día por medio matan a un pibe con el gatillo fácil o la tortura. El 4 de julio, ya con “custodia” policial, desconocidos ingresaron en su departamento y destruyeron documentación sobre la desaparición de su esposo.

En el momento en que fue secuestrada el jueves último, a plena luz del día, en pleno centro platense y a metros de un edificio público vigilado como pocos, la custodia de Marilaf estaba en el playón municipal que da a calle 11.

Juzgar y encarcelar a algún que otro represor de los 70 es la fachada que el gobierno de turno utiliza para disimular la represión con la que sistemáticamente sigue disciplinando al pueblo. El día del inicio del juicio al ex capellán de la bonaerense, el ministro del interior Aníbal Fernández dijo “el estado garantiza la seguridad de los testigos, y en especial de los que asistan al juicio a Von Wernich”. En ese momento nos preguntábamos para quién era la seguridad provista por el estado cuando Von Wernich asiste a las audiencias custodiado por el servicio penitenciario federal, con chaleco antibalas, vigilado por cámaras de seguridad en los tribunales y, al igual que Etchecolatz, alojado en celda VIP; mientras Marilaff, asistida por el programa de protección a testigos, sufrió dos secuestros y una violación de domicilio.

A pesar de estos hechos, cuya responsabilidad le cabe al gobierno, Marilaff se siente “totalmente identificada con la política de derechos humanos que lleva adelante el presidente Kirchner y la senadora Cristina Fernández, que siempre ha prestado especial atención a mi cuidado”.

Mientras tanto, Cristina se pasea por distintos foros universitarios disertando sobre derechos humanos y victimizándose por la desaparición de Julio López… en Nueva York.

JORNADA CULTURAL ANTIRREPRESIVA
Este viernes 5 de octubre, a partir de las 20:00, están todos invitados a participar de la jornada cultural-antirrepresiva que hemos organizado junto a la Confluencia Político Social 29 de Mayo, y en la que han comprometido su presencia representantes de la CO.CA.PRE. (Comisión Carlos Presente) y ATEN. El programa es el siguiente:

De 20 a 22 presentaremos nuestros materiales, entre ellos nuestra nueva publicación, intercambiaremos opiniones, etc. A las 22 nos acompañarán con su música “El Portón” y “Armando”.

Con la entrada de 5 pesitos estás colaborando con una campaña que ya hemos iniciado para denunciar a la justicia argentina, específicamente al juez federal Bonadío, que en una evidente maniobra intenta declarar la nulidad de la causa del 19/20, concediendo la impunidad a todos los responsables políticos de aquella masacre. Los esperamos.

PRÓXIMAS ACTIVIDADES
Martes 2 de octubre, 18:00, en el marco del Seminario de Situaciones Traumáticas de Origen Social, panel integrado por referentes de HIJOS La Plata, AEDD, Liberpueblo y la compañera María del Carmen Verdú por CORREPI. Facultad de Psicología, calle 48 entre 6 y 7, aula “E” del subsuelo, La Plata.

Jueves 4 de octubre, desde las 8:00, alegatos en el juicio por Marcelo Bogado, TOC 2 de Morón, Colón y Almte. Brown.

Viernes 5 de octubre, desde las 20:00, jornada cultural antirrepresiva con la participación de las bandas “El Portón” y “Armando”, en el Centro Cultural y Comunitario “La Toma”, República Árabe Siria 75, 2º piso (pegado al andén 4 de la estación de Lomas de Zamora).

Domingo 7 de octubre, a partir de las 11:00, festival con radio abierta en homenaje a Miguel Da Silva, al cumplirse dos años de su asesinato. Bandas invitadas. Barrio Satélite de Moreno, canchita de la E.E.M. nº 7.

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En La Plata, escuchá Atando Cabos, el programa de CORREPI, los lunes a las 20:00 por Radio Futura, FM 90.5.

Los sábados, a las 18:00, columna de opinión de María del Carmen Verdú en el programa Leña al Fuego, del periodista H. Schiller, por Radio Porteña, ex Radio Ciudad, AM 1110, www.radiodelaciudad.gov.ar, tel. 5371-4600, Sarmiento 1551, 9° piso. Entrada libre y gratuita.

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