CORREPI - Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional

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CORREpibe - Agosto 2010 -

CORREPI :: 25.08.10

1. Editorial. 2. Justicia para el “Pata” Diaz. 3. Los medios de comunicación y la “justicia”: complicidad y encubrimiento con el accionar policial. 4. Un ejemplo de compromiso militante. 5. Justicia para “Checho” Casal.


EDITORIAL

Los otros días, convocado por CORREPI, compañeros solidarios, familiares, amigos, vecinos, estuvimos en el barrio de Fiorito homenajeando, recordando a nuestros seres queridos, fusilados por gatillo fácil o torturas en cárceles, comisarías o reformatorios, siempre juntos exigiendo justicia. Esta es una de las tantas formas de lucha organizadas imprescindible para evitar ocurra jamás. Buena la participación, jóvenes preguntando e interesándose, vecinos se acercaban a dialogar trayendo su solidaridad y su repudio. Sembramos, digo bien, cuando entregamos volantes, el CORREPIbe, el Antirrepresivo. Estamos, a través de la literatura, de las charlas, de los debates sembrando esa necesaria conciencia en acción, es prioritaria, esclarecedora, reveladora, sepamos que vivimos en el sistema capitalista, en el que existen dos clases sociales enemigas, jamás se podrán ni convendrá (para nosotros) ocurra. Una clase social explotada, la otra clase social explotadora.
La primera mayoritaria, a ella pertenecemos los pueblos originarios, los proletarios del campo y la ciudad, los obreros, los trabajadores ocupados, desocupados, los estudiantes, los intelectuales honestos que sienten la necesidad y asumen el compromiso de organizarse junto a nosotros, marchan y luchan. Tener, mantener, aplicar y expandir esta conciencia clasista es también imprescindible, fundamental, nos debe llenar de alegría, de esperanza, en los momentos de lo más difíciles, nos debe contener, enaltecer, fortalecer. Es en la única que de manera conciente voluntaria debemos y podemos confiar en plenitud. Esta nuestra clase social es la única que tiene la necesidad impostergable, por medio de la organización y lucha (no se puede ni se debe predecir en que momento ocurrirá) de lo que si debemos estar seguros es que impondrá esa Nueva Sociedad en contra de la actual. Esta responsable conciente, directa de todo y cada uno de nuestros males.
Por el lado contrario está esa otra clase social minoritaria, no por eso ¿o será por esto que nos tienen pánico a la clase social mayoritaria? Co más razón si estas están organizadas para luchar, eso les producen preocupación, mucho miedo de perder el poder (pasa por ahí la cuestión) saben que somos sus sepultureros, nos tiene desprecio, odio, podríamos recurrir a todos los términos descalificativos hacia ellos, aún así no alcanzaría. Lo que sí debemos saber es que son muy poderosos. Han sido, siguen y seguirán siendo nuestros enemigos, entre ellos están los empresarios, las patronales, los funcionarios y alcahuetes de variadas calañas, quienes a través de su estado burgués disponen según sus conveniencias de nuestra vida y de nuestro destino. Son ellos los que tienen el poder total (por lo menos por ahora). Es por esto que actúan como lo hacen. Viven, disfrutan impunemente de lo que nosotros con tanto sacrificio producimos, generamos. No está para nada mal recordarnos en forma permanente y continua: que en esta clase social jamás ninguna confianza, jamás ninguna esperanza.
El 25 de junio nuevamente con CORREPI, familiares, compañeros solidarios, vecinos amigos, organizaciones sociales, partidos políticos nos convocamos a homenajear, recordar a nuestros seres queridos fusilados por el accionar plenamente conciente del sistema capitalista, exigiendo como siempre justicia. Denunciando, al tiempo exigiendo se ponga fin de una buena vez y para siempre al estado de terror que nos siguen imponiendo a través de las persecuciones de las rassias de las muertes que siguen realizándose en las barriadas más postergadas, con mayor saña hacia los jóvenes de nuestra clase social por parte como siempre de las instituciones policiales y judiciales. Pese a esto no podrán evitar que los vecinos se sigan juntando, se sigan organizando, luchando, es de la única manera que vayamos imponiendo algo de justicia.
La juntada del 25 se realizó en el barrio de Moreno. Al igual que en Fiorito, muchos jóvenes de escuelas secundarias, maestros, profesores, obreros, quienes se acercaban a dialogar, algunos no tenían conocimiento de la cantidad de casos que hay y que lamentablemente siguen ocurriendo. En algo ayudamos a que se conozcan. Sembramos muchos volantes, el CORREPIbe, el Antirrepresivo, los cuales se agotaron; eso está joya.
La simpatía que despierta CORREPI para nada es casualidad, es causalidad, por su justeza política teórica práctica, permanencia, resistencia y persistencia en la lucha por ayudar a organizarnos a lo largo y ancho de ya casi 20 años junto a familiares, compañeros solidarios, vecinos, amigos, movimientos, organizaciones sociales, partidos políticos y gran parte de nuestro pueblo explotado. De a poquito voy autoconvencié ndome y transitando por el camino correcto, no significa que sea fácil. Nosotros no lo hacemos difícil, no, no nos conviene, siempre habrá tareas más difíciles que otras, en determinado momento seremos más que en otros. Tampoco buscamos ser menos, no nos conviene. En definitiva no somos nada responsables de que sea tan difícil. Lo que sí nos debe alentar y mucho es saber que transitar el camino del capitalismo es igual de difícil, nada fácil ni gratuito. Es mercantilista, tiene precio la vida, tiene precio la muerte. Esto es así de tan difícil y, para colmo del mismo, carísimo.
Se han organizado y luchado contra estos nuestros antes, lo estamos haciendo hoy. Valoramos que tengamos a nuestro favor de aprender con y de las imprescindibles experiencias del pasado.
En este camino me refiero al del sistema capitalista, es un viaje de ida, no tiene regreso ni nos conviene.
Las reuniones de familiares se hacen cada vez más necesarias e instructivas. En ella debatimos, disentimos, en forma entusiasta, cuando tenemos dudas o preguntas que hacer no tenemos por qué guardarlas, tenemos que lograr no haya duda entre nosotros. Es positivo el crecimiento en las tareas que nos estamos dando y cumpliendo, única manera de que crezcamos unidos, contenidos, uno con los otros. Esto se va consolidando, aprendiendo, comprendiendo el trasfondo de la cuestión. En eso estamos.

Ante el avance de la represión y la depresión, respondámosle con el avance de la ¡organización y la lucha!
¡Hasta la justicia siempre!

Nos estamos leyendo en el próximo CORREPIbe y/o en el Antirrepresivo, apurate a reservar antes de que se agoten (el aviso es gratuito, se los merecen)
Uno de los tantos familiares en CORREPI.
Saludos fraternos.


JUSTICIA PARA EL “PATA” DIAZ


Mi nombre es Jose Maria Diaz, soy hermano del muchacho que mataron el 11 de Julio en Moreno.
Ese día alrededor de las once de la noche escucho disparos en lo que seria el fondo de la casa de mi hermano. Voy corriendo y veo que en una camioneta patrullera de la comisaria primera de Moreno se llevan a mi hermano inconsciente, herido y esposado , semi desnudo en la caja . Me doy a conocer pero los policías me ignoran completamente. Entro en la casa y quien le disparó a mi hermano,- el asesino sub teniente Pablo Apecechea- dice que mi hermano quiso atacarlos con un pico de obra y por eso le efectuó un disparo con su pistola reglamentaria a la altura de la cintura. Mi hermano ingresó a la guardia del hospital de Moreno con un tiro en el pecho de una escopeta tipo itaka esposado y muerto. Todo se originó en una discusión familiar con su mujer y su suegra, él muy ebrio -según cuentan ambas mujeres e incluso otros policías que entraron junto al policía asesino- las habría agredido verbalmente y por eso la suegra llamó al 911. Todo el mundo se pregunta cómo es posible que haya terminado así la vida de mi hermano, en manos de seis policías -si SEIS POLICIAS- que para reducir a un ebrio que no había lastimado a nadie, recurrieron al meta bala (tres balazos en total en el fondo de la propia casa) . El asesino policía APECECHEA está detenido mientras no se le ocurra a la justicia beneficiarlo con una domiciliaria como hacen siempre con estos criminales. El resto de los policías que participaron y son cómplices del subteniente APECECHEA está trabajando normalmente como si nada hubiera pasado.
Mi hermano Fernando Manuel DIAZ - para los amigos, “EL PATA”- era un buen tipo, solidario y compañero. Tenia 35 años y trabajaba como gasista matriculado. A él lo extrañamos, a sus asesinos no los perdonamos.

LOS MEDIOS DE COMUNICACION Y LA “JUSTICIA”: COMPLICIDAD Y ENCUBRIMIENTO CON EL ACCIONAR POLICIAL

Minutos enteros de televisión dedicada a la nada misma mientras nuestros casos transcurren en el silencio y la injusticia.

Como familiares de víctimas de gatillo fácil nos acostumbramos al maltrato y el olvido de los medios de comunicación.

Nuestras protestas y reclamos son ignorados, pasados por alto y a veces deslegitiman nuestra protesta y nos caratulan como “piqueteros”.

No somos la “teleaudiencia” que ellos prefieren, ni tampoco somos el “target” al que quieren venderle noticias. Somos pobres y nuestros hijos fueron asesinados por policías, eso no es clase media asustada por la inseguridad, ESO NO LES IMPORTA.

Cuando el marketing informativo nos deja afuera, nuestros casos están a merced de jueces que parecen no poder concebir la idea del policía asesino.
El pobre es peligroso, el pibe de una villa es un chorro, la ropa deportiva dice claramente que el joven anda delinquiendo y disparates varios que tuvimos que escuchar de fiscales oportunistas y jueces desvergonzados.

La moral es lo que intentan destruir en nosotros, con sus sospechas infundadas sobre nuestros familiares, acusándolos de ser los culpables de su propia muerte…

Sus caras de piedra les da para lo impensado, descargan sus intenciones infames sobre los familiares que padecen la negligencia de todos los sistemas habidos y por haber, a veces hasta cualquier empleado cualunque de una fiscalía se cree con derecho a maltratarnos igual que lo hace su jefe el fiscal.

Y no hay prueba que alcance, ni que importe. Nos movemos y llevamos testigos, pruebas, fotos y demás datos, y no cobramos ni un ínfimo porcentaje del escandaloso sueldo que tienen a fin de mes. Toda prueba a nuestro favor es irrelevante, indeterminante e intrascendente.

Sus “originales” sospechas son la ley, los maltratos que nos propinan son merecidos y nuestros casos no son importantes… nuestros muertos, son muertos de segunda… ese es el mensaje que nos dan desde ambos frentes: los medios y la “justicia”.

Sólo servimos cuando hay que llenar una plaza o un calabozo, cuando hay que encontrar un culpable que no pueda defenderse, cuando hay que mostrar la degradación de los jóvenes abandonados por el sistema que consumen paco y se están muriendo…

Algunos, como Carrascosa, pueden pagar una fianza y ocupar las veinticuatro horas de transmisión en un canal de televisión, nosotros apenas conseguimos unas líneas en un diario si tenemos la suerte de que no asalten ningún country.

A veces conseguimos que algún periodista cuente nuestro caso como algo anecdótico y casi siempre con alguna frase final como moraleja idiota, eso si, sin nombrar a la víctima, nuestro familiar, no sabemos si porque no le gusta involucrarse con nuestra lucha o simplemente por alguna cuestión de vanidad.

Las detenciones arbitrarias y los fusilamientos en la calle han acabado con la vida de miles de pibes y han dejado una mancha enorme en nuestro ser, una mancha negra que nos distingue del común de la gente. Es una mancha de dolor y que desde el momento que la adquirimos, nos humanizamos, nos involucramos… nos dio fuerzas.

Pero más grande es la mancha que ellos, LOS ASESINOS DE NUESTROS HIJOS, LA INSTITUCION POLICIAL, LOS ENCUBRIDORES EN LA JUSTICIA, LOS ENCUBRIDORES EN LOS MEDIOS llevan en su vida. Una vida funcional a la injusticia y al genocidio de la parte del pueblo más desprotegida, porque esa mancha no es de dolor es de VERGÜENZA.

Y nosotros, desde CORREPI, estaremos siempre en la calle para recordarles que con la organización y la lucha vamos a cambiar las cosas.

Para que no nos sigan metiendo a nuestros pibes presos ni torturándolos ni matándolos.

Porque tenemos bien claro que el aparato represivo que necesita el estado para disciplinarnos cuenta no sólo con las fuerzas sino con la “justicia” y los medios de comunicación, legitimadores de esta violencia contra el pueblo.

Es por eso que nosotros sabemos que sólo contamos con nuestras fuerzas, que sin duda, serán mucho más que las de ellos.

UN EJEMPLO DE COMPROMISO MILITANTE

Soy la mamá de Christopher Damian Torres, asesinado el 2 de octubre de 2008 por el teniente asesino Luis Oscar Ayunta, cuando decidió emprender una cacería humana con mi hijo. Desde ese día estoy llena de odio, bronca y furia por ver al asesino de mi hijo en libertad. Gracias a CORREPI logramos que el 3 y 4 de marzo de 2011 lo llevemos a juicio por homicidio simple, espero que jueces y fiscales lo condenen como a cualquier hijo de vecino. Sé que no va a ser así, pero tengo mucha confianza en CORREPI, que ellos van a tratar de que sea. Yo no soy una “madre del dolor”, porque no me senté a negociar la sangre de mi hijo con ningún gobierno de turno, ni futuro gobierno, no lo voy a hacer. Soy una madre de lucha, que día a día trata de salir adelante y ayudar a mis compañeros que desgraciadamente les toco pasar lo mismo, que un policía asesino se cruce en el camino de sus hijos. Por eso trato de acompañarlos, aconsejarlos, y que sepan que no estamos solo, que contamos con un grupo de seres humanos fuera de serie que nos bancan en nuestra lucha, que es CORREPI.

JUSTICIA PARA “CHECHO” CASAL


Sergio Ángel Ignacio Casal, “CHECHO” para quienes lo amamos, tenía luz interna, energía, compañerismo, sueños, anhelos, alegría, sonrisas, esperanzas, que regalaba sin mezquindad, y sobre todo, proyectos de vida, él y toda su familia. Con tan sólo 16 años recién cumplidos el 23 de mayo, 11 días antes, tuvo que partir por decisión de un ASESINO UNIFORMADO el 3 de junio de 2010, en la calle Demóstenes y Ruta 23 del partido de Moreno. Esa noche, el asesino Néstor Adrián González, sargento de la comisaría 8ª de la policía federal (Balvanera), LO FUSILÓ con dos balas por la espalda y una dirigida a la nuca, donde siempre, “por casualidad” proyectan los impactos estos asesinos.
Checho era un ser extraordinario, era amigo, hijo, hermano, tío, cuñado. Jugaba al fútbol, estudiaba en el colegio Mariano Moreno (Moreno) y trabajaba. Compartíamos todos los momentos en familia, una familia que quedó destrozada, sin saber como seguir. Él siempre estuvo acompañado, querido y amado.

Sus amigos, compañeros y familia, sin consuelo y sin encontrar sentido, reclaman Justicia preguntando ¿por qué lo mató?, considerando y coincidiendo todos en que este asesino no tuvo derecho a matarlo, que no puede andar por la vida asesinando jóvenes, porque este individuo, ni nadie, tiene el poder supremo de quitarle la vida a otro ser humano. Después del asesinato, sus amigos y amigas se encuentran movilizados, con inquietudes. Es lógico, mataron a un joven de 16 años que llenaba de luz a su entorno. Necesitan saber que a ellos no les pasará lo mismo y, esperando que el alma de Sergio descanse en paz, reclaman JUSTICIA.

Luego de este episodio nos encontramos con CORREPI, quienes son una organización sin fines de lucro en pos de ayudar a casos como el de Checho, que lamentablemente son muchos. El apoyo y asesoramiento es de vital importancia ya que hay “Instituciones” que en momentos que la familia esta aturdida, impactada porque no saben qué hacer, se aprovechan de esta situación para beneficio o intereses personales, pero con el apoyo de Ismael, Verdú, militantes y FAMILIARES que han atravesado casos similares organizados en CORREPI, encontramos un gran camino a la búsqueda de JUSTICIA, por medio de la organización, apoyo y lucha.

Consideramos que no debe haber más asesinatos ni fusilamientos de este tipo y que los responsables deben pagar por este asesinato y por todos los fusilamientos, haciendo tomar conciencia que destruyen lo más sagrado de una sociedad: una FAMILIA, familia que permite construir una sociedad diferente, proponiéndose proyectos de VIDA en conjunto.

Justicia para Sergio y para todos los casos de gatillo fácil es lo que reclamamos desde el 3 de junio de 2010
FAMILIA Casal
Moreno, 23 de julio de 2010.-

Estés donde estés

Otro día que paso sin sentir tu presencia,
poco a poco, pasa el tiempo y me ahoga tu ausencia,
y siento que me mata esta gran impotencia…

y con el pasar de los días es que empiezo a pensar,
¿como es que por ese gorrudo vos acá ya no estás?
pero viviendo de recuerdos yo me pongo a cajetear..
que fracasar no es morir, sino volver a Empezar!!

y es que ese último saludo todavía acá se siente,
tus abrazos y consejos son tesoros en mi mente..
y en el de toda la gente;
todavía se siente, que por vivir en el futuro he perdido a mi presente!!
y es que ya no se puede vivir en este ambiente,
donde por andar con “GENTE” te tildan de delincuente.

mi sentimiento no se borra, ni tampoco se olvida,
seguiré haciendo justicia por el resto de mi vida!
merece la muerte, ese puto policía!
que ni muestra la chapa, y enseguida te TIRA!
mi gran perdón a su familia… pero por una puta chapa terminó con una vida..

bueno me voy despidiendo,
pero la frase tiro…

“¡JUSTICIA POR CHECHO, Y QUE NO QUEDE EN EL OLVIDO!”

Creado por Nicolás Monzón para Sergio Ángel Ignacio Casal “El Checho”


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