Esta incompleta y muy breve serie de situaciones represivas recientes ilustra lo que es una constante a lo largo y ancho del país: la represión, con balas de goma, de plomo o a través del aparato judicial, de todos los trabajadores que se organizan para pelear por la vivienda, la tierra, el medio ambiente y sus derechos laborales. Estos pocos ejemplos demuestran que tanto el gobierno nacional como los gobiernos provinciales y los municipales, recurren, cada uno con su estilo pero de similar modo, a su aparato represivo y a su aparato judicial cuando necesitan frenar el crecimiento de las luchas populares.