Lencina y Saldaña, ambos en calabozos de contraventores. Finales semejantes para existires en paralelo. Muchos aparecen ahorcados con diferentes elementos, muy raros. Siempre se ahorcan cuando a los guardias se les ocurre respetarles la intimidad. Mucha decisión de última voluntad al estilo judicial pero más de la ayuda de sus custodios.