CORREPI - Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional

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Boletín Informativo N°228

Correpi :: 19.07.03

SUMARIO
1- De la Rua renuente y fabulador

2- Se siguen matando entre ellos

3- Razzia en villa 31

4- Libertad a Jose Rainha

5- Tortura y muerte en Concordia

6- Próximas Actividades

DE LA RUA RENUENTE Y FABULADOR (pero le cagamos la estrategia)

Dicen que era aburrido. También represor, cretino, chicanero, renuente, mentiroso y fabulador. Era la tercera vez que tenía que ir a prestar declaración indagatoria. La primera la suspendió presentando un escrito en el que ofrecía nuevas pruebas (???). La jueza menemista Servini “que encubría” le otorgó una prórroga.

Después vino la segunda citación y la suspendió porque había ido al dentista. La jueza menemista Servini “que seguía encubriendo” le aceptó los inconvenientes dentales. Y se vino la tercera el mártes pasado. Y De la Rua tampoco apareció.

Nuestro compañero Daniel Stragá se presentó a la mesa de entradas del Juzgado Federal n° 1 y lo anoticiaron de que el responsable de la masacre de Corrientes y de la de diciembre de 2001 había avisado telefónicamente a la jueza, a través de su abogado, y que no se presentaría a declarar.

Fue entonces que Stragá pidió hablar con la magistrada. No estaba. Pidió hablar con el secretario. Tampoco estaba. Lo atendió el prosecretario Adolfo Apolo, que confirmó lo de la conversación telefónica.

Stragá le adelantó a Apolo que junto a la compañera Verdú, ambos en representación de la familia de nuestro compañero Carlos Petete Almirón, pediríamos la rebeldía y la detención de De la Rua, como cualquier juez hubiera hecho de oficio ante un citado a indagatoria que se hace el oso tres veces seguidas.

El funcionario no podía creerlo cuando a los pocos minutos los abogados de CORREPI le exigieron sellar el escrito de rigor. Un abogado del CELS, también querellante en la causa, apoyaba enfáticamente la medida que adoptamos. Uno de los defensores de la policía federal contemplaba la escena estupefacto.

El asunto es que tanto el defensor de De la Rua, como el propio juzgado, tuvieron que salir a dar distintas versiones de lo que había ocurrido. El abogado de De La Rua afirmó que la jueza Servini de Cubría había pedido que no se presente, para dilatar aún más la causa, demorar su declaración hasta después de la feria judicial y como siempre facilitar la impunidad.

El pedido de captura presentado por nuestra organización -al que se vieron obligados a adherir los fiscales- le cagó la estrategia. Y así fue que el represor De la Rua tuvo que presentarse a declarar al otro día.

Por supuesto dijo sandeces y mentiras escandalosas para zafar de su responsabilidad penal. La primera, que despliega toda la defensa de la mano de cierto periodismo autodenominado “progre”, fue la vergonzosa historia de los “francotiradores”. La segunda, más ridícula aún, fue plantear que no podía ordenar el cese de la represión porque no se enteró de lo que pasaba en la calle.

“No miré televisión ni me asomé por el ventanal de la Casa Rosada”, dijo sin que se le moviera un músculo de la durísima cara.

Era el 20 de diciembre de 2001, y el presidente no sabía lo que pasaba en las calles de Buenos Aires y de todo país, no sabía que el pueblo exigía que se fuera él, y con él todos, y que sus policías estaban asesinando 35 personas e hiriendo a centenares.

No pudimos presenciar la indagatoria. Hubiéramos querido preguntarle porqué, entonces, lo sacaron de la casa de gobierno en helicóptero. Y si su ridículo descargo, como en otros tiempos sus discursos, se los escribió Antoñito.

SE SIGUEN MATANDO ENTRE ELLOS
No es la primera vez que sucede. Los canas se cagan a balazos entre ellos. Son tan “gatillos fáciles” que ni entre camaradas se salvan. Esta vez fueron dos federales.

El domingo 13 a la madrugada en San Telmo sonó la alarma de un auto. Uno venía caminando, el otro estaba en su casa. Ambos corrieron raudos y prestos para matar al ladrón, y se encontraron frente a frente.

Los dos dispararon. El oficial, con más suerte, le puso tres tiros al otro, integrante de la montada. No se suministraron los nombres para que después no los escrachen cuando le entreguen tanta medalla y bandera en ceremonias oficiales. La viuda o la madre del muerto recibirán una placa o una medalla porque dirán que “cayó en cumplimiento del deber”. El otro, dirán, estaba al servicio de la comunidad. Por ahora, no tiene ascenso, sino prisión preventiva.

RAZZIA EN LA VILLA 31

Con el discurso de la “inseguridad” y la campaña electoral encima, la Federal sale a hacer razzias. Como la estigmatización es que todo pobre es delincuente, qué mejor que arremeter contra las villas miserias, y si están cerca del centro, mejor.

La villa 31 siempre fue víctima de “erradicaciones”, señalada como sede de “aguantaderos”, y últimamente acusada de ser “La Meca” de violadores seriales de señoritas que pasean perritos en el paquete Parque Thais.

Lo cierto es que la Policía Federal de Béliz e Ibarra se lanzó sobre la Villa 31. Todos los medios lo exhibieron, una y otra vez. Trescientos policías invadieron la villa, que era sobrevolada por un helicóptero. No se la llamo razzia, porque queda mal. “Control poblacional”, definió el comisario inspector Capecia.

Veamos los resultados de semejante redada que duró casi todo un día: Se revisaron 253 vehículos. Secuestraron 3 con impedimentos para circular. O sea que los 250 restantes no tenían ningún problema. (¿Cuántos autos hubieran secuestrado si el procedimiento se hacía en Recoleta, por ejemplo?).

Se detuvieron 710 personas por averiguación de antecedentes. Siete quedaron a disposición de algún juez. Como siempre, menos del 10% tenía algún impedimento, lo que tanto puede ser una orden de captura como un comparendo incumplido como testigo ante algún juzgado. ¿Cuántas personas con algún citatorio incumplido habrá en el Country de Villa Rosa, donde vive de La Rúa?

Que quede bien claro: 703 personas fueron privadas de su libertad por la P.F.A. sin ningún motivo. Pero no importa, son villeros. Ibarra lo puede mostrar al electorado de derecha como muestra de su eficiencia en materia de seguridad, no sea cosa que lo voten al corrupto empresario Macri.

LIBERTAD A JOSE RAINHA
El lider del Movimiento Sin Tierra de Brasil, Jose Rainha fue detenido el pasado sábado 10 en una localidad distante a 500 km. de San Pablo. Es la cuarta vez que el dirigente es enviado a prisión, pero la primera en el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, que días atrás se había reunido con el MST e incluso se había colocado el gorrito característico.

Lo acusan de asociación ilícita y robo calificado. El coordinador nacional del movimiento Gilmar Mauro no dudó de las intenciones “políticas” que se esconden detrás del apresamiento de los dirigentes campesinos.

Como aquí con los piqueteros, hay sectores oligárquicos que en Brasil quieren hacer aparecer al MST como una banda de facinerosos. “La lucha social no es un delito” afirmó un lider del MST.

Desde la CORREPI exigimos la libertad del compañero José Rainha. Como lo hicimos a fines de 1997, nuestra organización participará activamente en la campaña internacional que se está desplegando en favor de su libertad.

TORTURA Y MUERTE EN CONCORDIA
Víctor Balbuena tenía 20 años. El viernes 11 de julio fue detenido por un incidente que protagonizó con unos amigos en una bailanta de Concordia, Entre Ríos. El domingo, fue encontrado muerto. Su cuerpo estaba semisumergido en un arroyo de las afueras de la ciudad. Presentaba signos de haber sufrido fuertes golpes en la cabeza.

El sábado al mediodía, sus amigos Horacio Rodríguez, de 23 años; Claudio Morales, de 19, y Fabián Alen, de 22, aparecieron tirados en una zona en las afueras de Concordia. Estaban con hipotermia (los cuerpos helados por el frío) y también habían sido golpeados. Los vecinos que los encontraron le avisaron a la Policía, que los trasladó al hospital Felipe Heras.

El lugar donde hallaron a los tres amigos está cerca del puente que cruza sobre el arroyo Ayuí. Debajo de ese puente, precisamente, apareció el cuerpo de Balbuena. Los pibes señalaron ante la jueza González Amaduzzi a por lo menos dos policías como los autores. Dijeron que estaban ensañados con Víctor porque los había denunciado antes.

A raíz de ello se dispuso la detención de cuatro policías, cuyos nombres no trascendieron. No es la primera vez que un hecho de tortura seguida de muerte ocurre en Concordia. Siete años atrás, Gastón Lescano, otro adolescente, apareció tirado una mañana en un descampado pero el hecho quedó impune aunque claramente la pista apuntaba a policías de la Departamental. Fue investigado por la misma jueza, por lo que tenemos más dudas que de costumbre sobre lo que hará en el caso Balbuena.

La departamental Concordia tiene su historia. Hace unos meses el defensor general del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, Arsenio Mendoza, realizó una inspección sorpresa en la jefatura y otras dependencias. Encontró numerosas irregularidades y detenidos golpeados cuyos nombres no figuraban en los registros de detención.

PROXIMAS ACTIVIDADES

Desde el Lunes 21 de Julio hasta el Domingo 27 se llevará a cabo en El Salón Pueyrredón, sito en Santa Fe 4560 de la Ciudad de Buenos Aires, el Segundo Encuentro Antifascista del Cono Sur.

Martes 22, 18:00: Tercera y última reunión de las organizaciones que promovemos una Ley de Amnistía para los luchadores populares, en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Corrientes 1785, 2º “C”.

Jueves 24 de julio, de 18:00 a 22:00, en el Salón Pueyrredón, Santa Fe 4560 de la Ciudad de Buenos Aires, y en el marco del Segundo Encuentro Anti-Fascista del Cono Sur, organizado por Acción Antifascista, charla debate a cargo de CORREPI: Criminalizacion de la Protesta - Inseguridad, ¿Otra Forma de Represión?

Viernes 25: Una delegación de CORREPI (integrada por Daniel Stragá y Paula Leverone) viajará a Santiago del Estero para participar de la marcha por el esclarecimiento del crimen de Leyla y Patricia contra el poder feudal de Juárez.

Domingo 27 de Julio: A cuatro años del homicidio del Frente Vital, los familiares le festejan su cumpleaños: A partir de las 13:00 en French y Gral. Pintos, San Fernando.

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