Hoy a las 18 horas, en México y Alberti, Balvanera, la Policía Federal reprimió a familiares de víctimas del gatillo fácil que militan en CORREPI, y a vecinos del barrio que se solidarizaron con ellos.
Hoy a las 18 horas, en México y Alberti, Balvanera, la Policía Federal reprimió a familiares de víctimas del gatillo fácil que militan en CORREPI, y a vecinos del barrio que se solidarizaron con ellos.
Se trata de las familias de John Camafreitas y de Marcelo Sepúlveda. El primero fue asesinado a fines de enero por el cabo de la Federal, Martín Alexis Naredo, de la Comisaría 8ª, mediante un disparo en la nuca. El segundo, fue torturado hasta morir por policías de la localidad de Benavídez, partido de Tigre, y por vigiladores privados de la empresa Securitas, a principios del mismo mes.
Desde el asesinato de ambos, sus familias vienen sufriendo el hostigamiento constante de la Comisarías 6ª y 8ª, de la Policía Federal, y de la empresa Securitas, a punto tal que el día 17 de febrero debimos formular una denuncia por amenazas calificadas, contra esas comisarías, que tramita en el Juzgado de Instrucción nº 41.
La represión de esta tarde se desencadenó cuando varios policías de la 8ª atacaron a Sabrina Castro, prima de John Camafreitas y Marcelo Sepúlveda, mientras paseaba con sus hijos. Ante este ataque, parientes y vecinos concurrieron a auxiliarla y la policía los reprimió.
La Policía Federal busca, de esta manera, amedrentar a los familiares que luchan contra la política represiva estatal, que nos mata un pibe por día.
Es que habiendo fracasado la cooptación, con ofrecimiento de reuniones con la ministra de Seguridad, Nilda Garré, por la decisión de ambas familias de luchar en forma independiente, recurren al garrote. En su último intento la ministra había llamado a Delia Castro, madre de John, para ofrecerle una nueva reunión en el ministerio.
Para desactivar la movilización, el ministerio de Seguridad mandó funcionarios a la Comisaría 8ª, incluida Natalia, la hija de Garré. Con la misma finalidad, la secretaria de Seguridad Operativa, Cristina Caamaño, pidió que se trasladara a los 9 detenidos, entre los que se encuentran familiares de John y de Marcelo, a una dependencia de la Prefectura Naval, lo que fue resistido por militantes de CORREPI, de la Juventud Rebelde, y por vecinos y parientes que se encuentran en la puerta de la Comisaría, manteniendo la presión para exigir la liberación de los presos por luchar.
Así son los perros de los poderosos: No se conforman con matar a nuestros pibes, también encarcelan a sus familiares cuando luchan contra la represión.