CORREPI (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, en el Encuentro Nacional Antirrepresivo) suscribe la declaración de los compañeros. Cada uno de nuestros militantes, en particular los que somos familiares de víctimas de la represión estatal, sufrimos a diario el acoso cooptador del gobierno, que intenta, con iniciativas propagandísticas como esta falsa “Campaña contra la Violencia Institucional” disimular que el gatillo fácil, la tortura sistemática, las detenciones arbitrarias, la persecución, criminalización y represión directa a los trabajadores organizados y el pueblo que lucha, es su exclusiva y excluyente responsabilidad. Contra la represión, el único camino es la organización y lucha independiente del estado, de cualquiera de sus gobiernos y de todos sus organismos:
Entonces ¿Qué es la Violencia Institucional?
Esta es la pregunta que nos surge instantáneamente al ver la dudosa Campaña Contra la Violencia Institucional que impulsan organismos estatales y que este 3 de mayo tiene la gran puesta en escena en la Plaza de Los Dos Congresos en la Ciudad Buenos Aires.
Nosotrxs, familiares y amigos de víctimas de la política represiva del Estado, sabemos bien qué es la violencia institucional. Concreta y sencillamente, el Estado necesita de las fuerzas policiales, ya sea metropolitana, bonaerense, la gendarmería, sea cual sea la fuerza represiva, para poder establecer las políticas de desigualdad que sostienen, propias de este sistema capitalista explotador, que protege a los prostíbulos y a los grandes narcotraficantes y demás redes verdaderamente criminales. La única razón por la que existen policías es el control que necesitan mantener sobre los laburantes para seguir con este modelo económico y social que solo beneficia a unos pocos y castiga siempre a los mismos.
Violencia institucional son las leyes antiterroristas que persiguen a los que se organizan y luchan. Violencia institucional es que la policía fusile un pibe cada 28hs. violencia institucional son 70 asesinados por luchar. Violencia institucional son las cárceles hacinadas de jóvenes humildes sin futuro. Violencia institucional son los sueldos por debajo de la canasta familiar de la mayoría de los trabajadores y los desorbitantes sueldos de los funcionarios públicos. Violencia institucional es no habilitar los recursos necesarios para el esclarecimiento de casos impunes. Violencia institucional es el cierre de causas de crímenes aun sin resolver. Violencia institucional es el traslado de una ciudad a otra de policías denunciados, ya sea por casos de abuso sexual, narcotráfico, gatillo fácil, etc. Violencia institucional son los millones de pesos que se ponen en futbol para todos y las migajas en programas sociales o las migajas que les proponen a los inundados. Violencia institucional es intentar cooptar desde el gobierno a todo espacio u organización popular que resiste al sistema. Violencia institucional es incluir nombres de personas sin haberlas consultado en los paneles de las jornadas que organiza el gobierno. Violencia institucional es discursear sin hacer. Violencia institucional es aparatear desde el estado negando autonomía a la lucha por los derechos humanos (Podrían agregarse más ejemplos, no? Infinitos ejemplos)
Por otra parte, los que están en el poder, y justamente también es una de las consignas de esta campaña contra la violencia institucional, intentan culpar a su aparato represivo de las muertes de miles de pibes y pibas a lo largo del país, diciendo que la policía se autogobierna. La formación policial represiva está a cargo de las instituciones que dependen del poder ejecutivo. La gran mentira se cae una vez más cuando vemos las feroces represiones que se suceden a lo largo del territorio a las personas que se manifiestan contra los gobiernos que entregan los recursos naturales y vacían la educación pública, los hospitales, privatizan, etc etc. La represión es política de Estado junto al saqueo ambiental, cultural y social al que nos están sometiendo.
Hoy nosotrxs, junto con organizaciones que verdaderamente luchan contra la represión policial e institucional, hemos venido transitando un camino en el cual convertimos nuestro dolor en lucha, conscientemente, para que lo que nos pasó a nosotros no vuelva a pasar y estamos convencidos de que seguirá pasando mientras no haya un cambio social de conciencia y un cambio estructural en cuanto a lo económico. No basta con que la policía reprima sin matar. No debería haber policías, tampoco represión. Debemos respetar la vida y la dignidad. Cuando se dice no a la megaminería, es No. Cuando se dice no a la explotación sexual, es No. Cuando se dice no al desalojo, es No. Cuando se dice no a los negocios corporativos del poder, es No.
El pueblo es el que debe decidir sobre el pueblo.
Agrupación Otoño (Otoño Uriarte)- Asterisco y Guillermina Guevara, familiares de Franco Ortega- César Antillanca - padre de Julián Antillanca- Elizabeth Hernández - madre de Brian Hernández- María Leontina Millacura Llaipén - madre de Iván Eladio Torres Millacura- Marina Schiffrin- Vanesa Orieta - hermana de Luciano Arruga…
Sumamos nuestra firma, como militantes de CORREPI, los familiares y amigos de:
Cristian Marcelo Bogado, Rodrigo Corzo, Christopher Torres, Sergio “Checho” Casal, Matías Lobo, Fernando “Pata” Díaz, Sonia Colman, Maximiliano Miño, Matías Guerra, Walter Robles, Leandro Pérez, Jorge “Chaco” González, Matías Barzola, David Vivas, Javier Alarcón, Gabriel Aquino, Roberto Daniel Mistchenko, Kevin Marchioni, Rodrigo Romero, Rodolfo “Fito” Ríos, Marcelo Sepúlveda, Jon Camafreitas, Jonathan “Tato” Mansilla, Diego Gallardo, Walter Bulacio, Sergio “Gondi” Durán, Marcelo “Peca” Rivero, Fabián Barrientos, Hernán Ibiris, Luis Bolaños, Cristian Vallejos, Carlos Vázquez, Hugo Arce, Héctor “Pule” Otero.
Compartimos la intervención en la Campaña contra la Violencia Institucional de César Antillanca, padre de Julián Antillanca, asesinado por la policía. César fue invitado por funcionarios del gobierno kirchnerista para participar de la Campaña y fue, fue a decirles en la cara que no estaba de acuerdo con el intento de cooptación y con la mentira: