Hace tres años y dos meses, la patronal mandó a un vigilador de la empresa que terceriza las tareas de seguridad en la planta de FATE a denunciar que los delegados de los trabajadores lo golpearon y amenazaron.
Con organización y lucha, logramos hace un año que dos de los delegados, Alejandro Crespo y Ariel Godoy, fueran sobreseídos. Pero la patronal redobló su presión contra el tercero, el compañero Víctor Ottoboni, y logró, a pesar de la ausencia de toda prueba, llevarlo a juicio.
En las audiencias que comenzaron el lunes pasado, declararon como testigos de la fiscalía, vigiladores, carneros y personal jerárquico de FATE. Ninguno, ni siquiera el mismo denunciante, pudo sostener con algo de seriedad la mentirosa acusación.
Los trabajadores de FATE, delegados, y miembros de la ejecutiva del SUTNA San Fernando, en cambio, describieron frente a la jueza lo que pasó en realidad ese 14 de septiembre de 2011, cuando en una jornada de paro votado en democrática asamblea en la Seccional, la patota hostigó y provocó a los delegados de los trabajadores para impedir que accedieran a la fábrica. Contaron también, cómo se trabaja en FATE, y por qué es tan necesaria la organización de los trabajadores por fuera de la burocracia.
A pesar de que quedó demostrado que ésta es una más de tantas causas armadas por la patronal para quitar los fueros gremiales a los representantes gremiales, el fiscal pidió que el compañero Ottoboni sea condenado a 6 meses de prisión.
El lunes 10, a las 12:00, cuando se lea la sentencia en Moreno 623, San Isidro, debemos estar frente al tribunal, para defender al compañero, porque este es un ataque a toda la clase trabajadora.