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Diego Pavón tenía 16 años. Vivía en Avellaneda, cerca del Dock Sud. El 22 de mayo de 1998 estaba en la puerta de su casa jugando a las bolitas con unos amigos, mientras su madre iba al acto por el 25 de Mayo en el colegio de los hijos menores. Antes de llegar a la escuela, la vinieron a buscar. \”Hubo un operativo cerca de tu casa\”. María Sara Pavón volvió corriendo.El pibe de 16 años estaba boca abajo en el suelo, con un gran charco de sangre rodeando la cabeza.
El policía bonaerense Peñalba está libre, porque para el juez Roberts de Lomas de Zamora “es un imputado no procesado”, aunque hasta el viernes 5 no había tenido las actuaciones en el juzgado.
Los padres de Diego se presentaron como particulares damnificados en el Juzgado, asistidos por abogados de la CORREPI y del CELS. Tuvieron que esperar tres horas para que los recibiera un funcionario judicial (ni el Juez ni el Secretario) y les aceptaran el escrito en el que como primera y urgente medida solicitaron que de inmediato se aparte de la investigación la policía bonaerense.
Debemos recordar que este mismo juez sobreseyó en 1993 al policía Bonifacio Garay, que mató con un tiro en la nuca a Omar Lencina, vecino de la Isla Maciel. Cuando la Cámara de Lomas de Zamora revocó el sobreseimiento y ordenó la prisión preventiva por homicidio del policía, el Dr. Roberts mandó notificar a Garay de la resolución, citándolo al juzgado para que se presentara detenido. Desde noviembre de 1994 Garay está como era de esperar- prófugo, aunque recientemente un abogado se presentó ante Roberts para solicitar que se le aplique el sistema de “monitoreo electrónico” como condición para entregarse y no ir preso, ya que su situación de prófugo “le dificulta cobrar los haberes policiales”. Evidentemente a la Reforma Bonaerense se le “escapó” cesantear a Bonifacio Garay.
6 de junio de 1998