El domingo 18 de septiembre movilizamos a 10 años de la segunda desaparición del compañero Jorge Julio López junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia en CABA, y a la Multisectorial La Plata, Berisso y Ensenada en la ciudad de La Plata.
Jorge Julio López fue desaparecido por primera vez en octubre de 1976 durante la última dictadura cívico militar por ser militante de la agrupación Juan Pablo Maestre, organización barrial de la Juventud Peronista de Montoneros; fue secuestrado por un grupo de tareas dirigido por el ex comisario Miguel Osvaldo Etchecolatz, trasladado al centro clandestino de detención Pozo de Arana, torturado durante años, y liberado recién en junio de 1979.
Después de anuladas las leyes de impunidad, fue de los primeros testigos en constituirse como querellante para llevar a juicio a los genocidas, por el compromiso que asumió con la memoria de los compañeros y compañeras que no sobrevivieron y para continuar su lucha. Su testimonio fue clave en la causa del “Circuito Camps”, para la imputación de al menos 62 militares y policías involucrados, el esclarecimiento del paradero de varios compañeros desaparecidos y la primer condena a cadena perpetua de Etchecolatz como Director de Investigaciones en la jefatura de la Policía Bonaerense.
El 18 de septiembre de 2006, fue desaparecido por segunda vez, horas antes de conocerse la sentencia. Diez años después, como cada uno de los días que pasaron, nos movilizamos para exigir su aparición con vida.
Desde las 13:00 nos congregamos en Plaza Lorea para movilizar de Congreso a Plaza de Mayo junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia.
También, desde las 14:00 concentramos en la ciudad de La Plata para movilizar junto a la Multisectorial La Plata, Berisso y Ensenada.
Pasaron diez años, y aun no tenemos noticias de su paradero. Mientras la causa por su segunda desaparición duerme en el cajón de algún despacho sin mínima intención de avanzar, los tribunales de La Plata dirimen la decisión de otorgar la prisión domiciliaria al genocida Etchecolatz, principal responsable de sus dos desapariciones. Como denunciamos en ambas movilizaciones, pasan los gobiernos, sigue la impunidad.
Durante estos diez años, el Frente Para la Victoria se esmeró en la tarea de instalar un manto de silencio alrededor del caso y desligar su responsabilidad como administradores del Estado durante más de una década, como si la segunda desaparición del compañero López no hubiera sucedido durante su gobierno. Así lo demostraron los dichos del entonces ministro del Interior, Aníbal Fernández, cuando sugirió que en lugar de ser secuestrado podía estar tomando el té en la casa de su tía, o las afirmaciones de los funcionarios del gobierno provincial a cargo de Daniel Scioli, quienes proponían –un año más tarde- darlo directamente por muerto, sin mayor investigación ni explicación alguna.
Al mismo tiempo, en el colmo del cinismo y la hipocresía, la actual administración del Estado al frente de la Alianza CAMBIEMOS anuncia que va a presentarse como querellante en la causa por su segunda desaparición. El mismo gobierno que relativiza la cifra de desaparecidos durante la última dictadura –según los dichos del presidente Mauricio Macri- pretendiendo negar el genocidio; el mismo que avanza en la consagración de la impunidad reinstalando la teoría de los dos demonios y el concepto de “guerra sucia”, y profundiza la reconciliación con las Fuerzas Armadas, con su decreto de autonomía civil, y su pública consagración en las movilizaciones del 9 de Julio.
Jorge Julio López es un emblema de militancia para nuestra época, por su inclaudicable entrega en la lucha por la construcción de una sociedad más justa. Al día de hoy, integra la lista –junto a otros más de 200 nombres- de los desaparecidos en democracia.
Su nombre y su ejemplo quedarán para siempre grabados en nuestras banderas. Seguiremos luchando por su aparición con vida, como la de tantos otros y otras que aún buscamos, en el único lugar desde donde construimos la justicia: en la calle.
NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS
¡SIN LÓPEZ NO HAY NUNCA MÁS!