A 19 AÑOS DE LA MASACRE DE ING. BUDGE
LOS ASESINOS SIGUEN SUELTOS
El 8 de Mayo de 2006 se cumplieron 19 años de la Masacre de Ingeniero Budge donde fueron acribillados Willy, el Negro y Oscar por la policía del gatillo fácil. Después de dos juicios orales y una condena a 11 años de prisión para los responsables, seguimos luchando por encarcelar a estos asesinos. Ya se logró que el cabo Isidro Romero este detenido, gracias a la movilización y presión que ejercieron los familiares y vecinos de los chicos, con marchas en el barrio y en los tribunales. Los otros dos asesinos, el suboficial mayor Juan Balmaceda y el cabo 1º Jorge Miño, siguen prófugos, amparados por sus compañeros de esta policía asesina y corrupta, por esta “justicia” al servicio de los explotadores y por el Gobierno.
La profundización y agravamiento de la situación de marginación y explotación de los miles de trabajadores ocupados y desocupados hace que nuestros pibes no solo queden excluidos del sistema de salud, educación, vivienda y toda contención social sino que son eliminados por la política del gatillo fácil a razón de un muerto cada día y medio. Para justificar este accionar se criminaliza a las víctimas poniéndolas en el banquillo de los culpables cuando a los principales asesinos y delincuentes de este país los ampara el poder político y judicial. Eso sí, a estos últimos, no les tiembla el pulso a la hora de reprimir cualquier intento de organización y resistencia por parte del pueblo. Esto explica la existencia de tantos presos políticos en la Argentina, (como los compañeros de Las Heras, Chacho Berrospe, Cristian Ruiz y los presos de Haedo, entre otros) ya que es una clara muestra de que la represión social y política son las 2 caras de una misma estrategia para preservar este sistema qua hace mas ricos a los ricos y mas pobres a los pobres.
Por eso el Gobierno de Kichner la única respuesta que da a los reclamos populares es el aumento de la represión a nuestro pueblo y la criminalización de la protesta social. Es que este Gobierno sigue defendiendo los intereses de Estados Unidos y la burguesía local, así es que al mismo tiempo que paga la ilegítima y fraudulenta deuda externa con el hambre del pueblo, transa salarios de hambre con la burocracia sindical y ante los que luchan utiliza los métodos represivos de la dictadura, como en el caso de los trabajadores petroleros de Santa Cruz. El envío de tropas de gendarmería demuestra que las fuerzas represivas son guardianes de los intereses del capital.
Secuestros de activistas, requisas violentas, detenciones arbitrarias y torturas con golpes y submarino seco se aplican en la provincia del presidente. Esto ocurre también en el resto del país, se pueden citar como ejemplos la represión a los trabajadores del Subte en Capital Federal, el envío de una patota para intentar frenar la lucha de los docentes en Neuquen, el procesamiento de mas de 5.000 luchadores populares o las constantes persecuciones a los trabajadores de Zanón, que recuperaron esta fábrica y la pusieron a producir bajo gestión obrera.
Es decir, que el Gobierno que se autoproclama “defensor de los derechos humanos”, no sólo no hace nada para encarcelar a los asesinos de la Masacre de Budge, sino que sigue utilizando a la policía para “meter bala” y defender los intereses de los ricos, usando el argumento de la “seguridad”, para reprimir al pueblo.
Pero SEGURIDAD es otra cosa que nada tiene que ver con el aumento de la represión, todos queremos vivir en una sociedad segura, pero para el pueblo SEGURIDAD es sobre todo trabajo, salud, educación y vivienda para todos.
Desde el fin de la dictadura al presente hemos tenido mas de mil novecientos casos de “gatillo fácil”, en su inmensa mayoría se trataba de víctimas pobres, habitantes de barriadas humildes, de asentamientos, de villas (los chicos de Budge, Walter Bulacio, Sergio Duran, los pibes asesinados por los “Escuadrones de la Muerte” de Zona Norte y Villa Fiorito) o de luchadores populares como Victor Choque, Teresa Rodriguez, Anibal Verón, Carlos “Petete” Almiron, Darío Santillan y Maximiliano Kosteki, entre tantos otros.
Por eso en este 19º aniversario de la Masacre de Budge, exigiremos nuevamente juicio y castigo para todos los asesinos de ayer y de hoy.
La masacre de Budge no fue el primer caso de gatillo fácil sino el primero en que todo un barrio se organizó para pelear contra la impunidad; queda en nosotros -mediante la unidad, la organización y la lucha- lograr la cárcel para estos dos criminales y para todos los otros policías y milicos represores así como la libertad para todos los luchadores populares encarcelados.
CUALQUIER INFORMACION SOBRE LOS POLICIAS PRÓFUGOS COMUNICARSE AL 4-371-8066 o antirrepresivasur@yahoo.com.ar o correpi@fibertel.com.ar