CORREPI - Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional

La Fundación FIDELA, a través de sus abogados, asumió la defensa de 6 compañeros paraguayos que habían solicitado refugio en el Cepare (Comité de Elegibilidad para Refugiados) pertenecientes al Partido Patria Libre de ese país limítrofe. Debemos recordar que desde su fundación a comienzos de la década del 90, este partido fue sistemáticamente perseguido por los gobiernos corruptos paraguayos de turno. Primero secuestraron y torturaron durante 14 días a dos de sus máximos dirigentes (Arrom y Martí) en enero del 2002. Pretendían hacerles firmar ante el Fiscal una declaración donde se hacía responsable Patria Libre, junto con parte de la oposición, de un plan de desestabilización del gobierno y del secuestro extorsivo de la Sra. Bordón. Luego de varias movilizaciones populares y mientras el gobierno informaba que estaban prófugos de la justicia, a los familiares de Arrom le avisan en qué casa estaban secuestrados por fuerzas del gobierno. Cercan la casa y sus captores se fugan. Liberan a los compañeros. Estaban brutalmente torturados.
EL PARLAMENTO NACIONAL CONDENA el secuestro y torturas de Arrom y Martí, y responsabiliza de los hechos al Presidente González Macchi y al Fiscal General del Estado Oscar Latorre. OH! TERRORISMO DE ESTADO, se escandalizaron. Pero hasta ahora ningún imputado del gobierno está preso, y los compañeros secuestrados pero acusados de secuestro extorsivo tuvieron que pedir refugio en Brasil, lugar en donde todavía permanecen.
No contentos con esta salvajada, de ribetes internacionales, cuando en setiembre de 2004 secuestran grupos cercanos al gobierno a la hija del ex presidente Cubas (asilado un tiempo en Brasil por estar imputado en el asesinato del Vice-Pte Argañaz) inventan a un testigo bien pagado que “era” miembro de esa agrupación, para que diga que había dos PPL: uno legal y otro colateral, que era el que tenía relaciones con las FARC y en sus manos el secuestro de Cecilia Cubas. Que los que participaron el 13 de enero de 2005 en una reunión supuesta donde se hablaba en términos elípticos, dieron el punto final para el secuestro (luego del cobro de una parte del rescate solicitado) y su sentencia de muerte. Que él no estuvo de acuerdo con esa decisión, junto con otros entre los que se encontrarían los hoy requeridos por el Paraguay. Luego se desdijo e incriminó a varios más. Sus comodidades materiales aumentaban en la medida de sus declaraciones.
Por otro lado, con el pretexto de buscar a los responsables del asesinato del suboficial Oscar Antonio Noceda, sucedido el 7 de febrero de este año, en el departamento de Concepción, que, se sospecha, trabajaba con narcotraficantes, el Presidente dijo que no pararía hasta aniquilar los últimos residuos del Partido Patria Libre en Paraguay.
Cuando los compañeros de PPL viajan 4 en marzo y 2 en abril para Argentina a pedir refugio, estaba en apelación por la querella la excarcelación de estos compañeros, por haber entendido el Juez de Garantías que con un solo testimonio (controvertido por otra compañera de la misma organización) no era suficiente para disponer la prisión preventiva. Fueron perseguidos permanentemente y detenidos y torturados en varias oportunidades hasta que entran a nuestro país, con su abogada defensora de ddhh Dra. Talavera, y se dirigen primero al Ministerio de Relaciones Exteriores y luego al Cepare a pedir el refugio pertinente. Narran la persecución a ellos y a su Partido, y le dan un certificado provisorio de reclamantes de refugio. Cuando el gobierno paraguayo se anoticia de este pedido, sin aguardar los pasos procesales para dictar resolución en la apelación, se apresura y el 28 de abril dicta la prisión preventiva de todos ellos, presionando inmediatamente al gobierno argentino para que sean expulsados. El Comité cita para el día 2 de mayo a dos solicitantes de asilo, que fueron acopañados por otro compañero. Allí ingresa la policía con la orden de INTERPOL y arrestan a los 3 DENTRO DEL CEPARE. A otros dos los detienen en una modesta casa de Florencio Varela con golpes e insultos, teniéndolos más de dos horas en el piso a patada va, patada viene. Y al último cerca de su lugar de trabajo, a cientos de kilómetros, con helicópteros y sobreactuación en la detención, con Crónica incluída.
Pero no todo es negativo con relación al poder político, judicial o de seguridad argentinos, especialmente para los quejosos que la justicia y la administración es lenta: el pedido formal de uno de los detenidos se realizó en el Cepare el 26 de abril y ya el 2 de mayo había resolución denegatoria. Lo más destacable de sus risibles argumentos, es que Paraguay es un país democrático, rige el Estado de derecho, lo que permite pensar en la legitimidad de los actos de Gobierno (incluido el Poder Judicial), por lo que el peticionante tendría un “juicio justo, Joe”, y que del bajo perfil que denota su actividad política no es posible deducir una persecución motivada políticamente. Como no pudieron acercarle la lapicera para notificarse dentro del Cepare, porque un hábil “Federico” intuyó que estarían haciendo trámites de refugio, preguntó en la entrada si había paraguayos, y ante la contestación positiva en la entrada del edificio, se introdujo y los llevaron detenidos, sin ninguna oposición de los máximos funcionarios del Comité. Les notificaron el día 4 en Devoto. Por otro lado no todos los detenidos pertenecen al PPL, ya que algunos no son afiliados al mismo sino sólo integran o dirigen organizaciones campesinas.
Cabe aclarar que 4 de los hoy detenidos habían intentando pedir asilo territorial cada uno en distintas embajadas: de Venezuela, (le dijeron que sí) de España (que sí pero no podían por no estar dentro del Tratado de Montevideo), de Brasil (le dijeron que sí) y la de argentina en Paraguay, le manifestaron que era mejor ir directamente a pedir asilo dentro del país. Así les fue.
Esta ilusión del país de los derechos humanos, que está en el imaginario de hasta algunos funcionarios argentinos, les produjo un error trágico a estos compañeros campesinos, militantes de izquierda y de organizaciones agrarias paraguayas. Ahora nos queda demostrar que la tortura, la persecución política y “el aniquilamiento al PPL” decretado por el Presidente recientemente es práctica rutinaria en el Paraguay de hoy.
Sólo con la solidaridad de las organizaciones sociales y políticas argentinas y del mundo podremos revertir este proceso y liberarlos de las garras fascistas gubernamentales paraguayas, como así también lograr que Caníbal Fernández haga lugar a la apelación que formularemos contra la decisión del Cepare de negarles el asilo.
LILIANA MAZEA – F.I.D.E.L.A