CORREPI - Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional

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¿Quienes somos?

CORREPI :: 28.01.04

CÓMO NACIÓ LA CORREPI, CUÁLES SON NUESTROS PRINCIPIOS Y QUÉ TAREAS DESARROLLAMOS
Nuestra organización se constituyó en mayo de 1992, con la confluencia de militantes del campo popular, entre ellos algunos abogados, y familiares de víctimas de la represión policial, a partir de la caracterización del fenómeno represivo como funcional e inherente al sistema.

Esta convergencia fue el fruto de la síntesis entre diversas experiencias anteriores, en particular las respuestas populares frente a la “masacre de Budge” (1987), al asesinato del militante cristiano Agustín Ramírez en San Fracisco Solano (1988), ambos en la Pcia. de Buenos Aires y al homicidio de Walter Bulacio (1991) en la Ciudad de Buenos Aires. La experiencia acumulada en ese período nos persuadió de que era necesario conformar una organización antirrepresiva que intentara coordinar los esfuerzos en torno de los distintos casos en todo el país, y que profundizara el estudio de las características comunes de lo que definimos como Política de Estado, y no fruto casual de desbordes individuales de malos funcionarios. Así comenzamos a trabajar en una permanente dialéctica que articula el trabajo de base en las causas
concretas, tanto en lo judicial como en la movilización, con la elaboración de una doctrina caracterizando el fenómeno represivo, sus causas y sus objetivos.
Desarrollamos una intensa labor de denuncia y de acciones frente a cada hecho de represión institucional, contribuyendo a instalar en el debate social los objetivos y modos de intervención de las fuerzas de seguridad, en particular de la policía, en su rol de ejecutoras de las políticas represivas del sistema.
Consideramos que el estado burgués, independientemente del gobierno que lo administre, necesariamente debe recurrir a herramientas represivas como el gatillo fácil, las torturas, las detenciones arbitrarias y la persecución política para garantizar la aplicación de su política económica y social. El
Estado, como organizador de la violencia en beneficio de los sectores dominantes, utiliza su aparato represivo para disciplinar y reprimir a las clases oprimidas.
En este sentido, entendemos que la plena vigencia de los derechos humanos sólo es posible a través de la lucha y la transformación social; y es en este camino que desarrollamos nuestra tarea, impulsando la organización popular como forma de lucha contra la represión.
Somos una organización política en lucha que participa en el debate político y de las acciones concretas; que desarrolla diariamente un intensa tarea educativa, de difusión y denuncia; que interviene en la activa representación judicial de las víctimas y de los represaliados, y que articula planes y acciones comunes antirrepresivas con todas las organizaciones del campo popular.

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS:
CORREPI – Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional – es una organización política que activa en el campo de los Derechos Humanos, al servicio de la clase trabajadora y el pueblo, con especificidad frente a las políticas represivas del Estado. Entendemos que todo estado que represente y defienda los intereses de la clase dominante sobre las mayorías oprimidas, deberá ejercer la represión, sea por la forma abierta de la coerción o por la más sutil de la imposición de consenso. Es nuestro objetivo, a través de variadas herramientas, caracterizar, denunciar y combatir esas políticas represivas, poniendo en evidencia su carácter esencial e inherente al sistema capitalista.

De allí surge una premisa esencial para la organización: NINGUNA COOPERACIÓN CON EL ESTADO; ninguna participación de la organización o de sus integrantes en organismos, espacios de coordinación, comisiones, secretarías u otros órganos de gobierno aun cuando impliquen modificaciones legislativas o de “humanización” del aparato estatal. Nuestra relación con el estado será siempre de carácter CONFRONTATIVO y de DESLEGITIMACIÓN constante de sus instituciones y sus prácticas, sin perjuicio de que utilicemos con un criterio instrumental y dialéctico las herramientas del sistema.

Así como somos una organización absolutamente independiente del estado, sus organismos y agencias, somos independientes de toda otra organización política. Como organización con un objetivo específico – la lucha antirrepresiva- y expresamemente no orientada a la disputa por el poder, pueden integrar CORREPI todos los compañeros que adscriban a nuestros principios, tengan o no militancia simultánea en organizaciones de otro carácter (partidario, gremial, estudiantil, etc.). Su incorporación, en todos los casos, es a título individual, y no importa la representación de su organización, con la que CORREPI conserva el derecho de intercambiar y debatir orgánicamente. No somos una federación de organizaciones, pero convocamos a todas las organizaciones populares a destacar compañeros para integrarse activamente a la militancia antirrepresiva, sin diluir su identidad política.

Distinguimos dos vertientes principales en la implementación de las políticas represivas del Estado:

Una de carácter “preventivo”, cuyo objetivo es aplicar el control social a los sectores objetivamente interesados en cambiar el injusto estado de las cosas, y que por lo tanto se descarga de manera indiscriminada sobre los más pobres y en particular los más jóvenes, que son así disciplinados, en el respeto al orden y la autoridad. Son sus herramientas más frecuentes el gatillo fácil, las torturas y las detenciones arbitrarias, acompañadas por el “sobreseimiento fácil” judicial.

La segunda, de carácter “retributivo”, está destinada a los mismos sectores en sus segmentos organizados, y se aplica de forma selectiva a organizaciones y militantes populares. Utiliza dos herramientas esenciales, la represión directa bajo la forma de ataque a movilizaciones y manifestaciones, el secuestro y tortura de militantes, las amenazas y aprietes, etc., y la criminalización de la protesta y del activismo político en sus dos carices, el primario a cargo del poder legislativo y el secundario, administrado por jueces y fiscales.

De estas definiciones surgen otras dos premisas fundamentales de la organización:

a) Nos compete todo hecho en el cual una persona u organización sea víctima de las políticas represivas del estado, bajo las formas de represión de control social o de la represión política selectiva. Independientemente de las condiciones personales de la víctima –excepto de si se trata a su vez de un integrante de una agencia represiva del estado- si ha sido represaliado por el estado en ejercicio de su política represiva, CORREPI asumirá su defensa política siempre, y su defensa técnica si le es solicitada, en la medida de nuestras posibilidades. Inversamente, nos es ajeno, como ámbito de nuestra militancia, todo episodio que tenga como protagonistas a particulares, o en los que aun cuando intervenga el estado, esa participación no resulte de la aplicación de sus políticas represivas contra los trabajadores y el pueblo.
b) Asumimos la defensa constante e irrestricta de todo preso político, entendido por tal quien es represaliado por su actividad militante en beneficio del pueblo y los trabajadores. Ninguna diferencia, disenso o desacuerdo nos libera de la obligación de defender a quien caracterizamos como preso político.

En el ámbito de la represión preventiva, es nuestro objetivo central promover la conciencia popular, poniendo en descubierto la realidad represiva cotidiana, combatiendo la “naturalización” de la represión que buscar perfeccionar los mecanismos de dominación, e impulsando la organización popular en los barrios y sectores juveniles, desarrollando tares de formación e información. La organización barrial, con base en los referentes locales, especialmente los compañeros del equipo de familiares de víctimas, es una tarea primordial, con miras a la construcción de una organización de desarrollo nacional. Promovemos también la coordinación con otros grupos que activen en el campo antirrepresivo, con los que podamos tener acuerdo para la discusión y acción, pero siempre dando prioridad al fortalecimiento y desarrollo de nuestra propia organización.

En el ámbito de la represión política, es nuestro objetivo, además de defender a quienes son perseguidos y encarcelados en razón de su activismo político, lo que constituye para nosotros un principio irrenunciable, contribuir al desarrollo del análisis y debate sobre los temas de nuestra incumbencia al interior de las organizaciones, impulsando la adopción de programas antirrepresivos propios, aportando el conocimiento y la información específicos que poseemos, y colaborando en la capacitación de sus compañeros en materia antirrepresiva.

AREAS DE MILITANCIA:

· LUCHA CONTRA LA REPRESIÓN
Desde 1991 hemos intervenido en forma directa en casos de represión policial ocurridos en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. La comisión de familiares, como parte de la organización, es la que encabeza las marchas con las consignas BASTA DE REPRESIÓN Y DE IMPUNIDAD. NO ES UN
POLICÍA, ES TODA LA INSTITUCIÓN. CASTIGO A LOS ASESINOS DE AYER Y DE HOY.
Publicamos anualmente un ARCHIVO DE CASOS de personas asesinadas por la fuerzas de seguridad en Argentina en el que intentamos sistematizar toda la información disponible sobre los hechos de gatillo fácil, muertes en cárceles y comisarías y por la tortura en el país a partir de 1983. Los datos estadísticos que surgen de ese material permanentemente actualizado, así como de otros trabajos de investigación, permiten demostrar la magnitud
de las políticas represivas del estado argentino y su constante incremento y profundización.
La organización de las víctimas y familiares de víctimas, sobre todos de los casos de gatillo fácil y torturas, que en su mayoría afectan a personas de escasísimos recursos sin experiencia militante anterior, es una de las tareas a las que dedicamos mayor esfuerzo. Esos familiares son reconocidos
en sus humildes barrios como referentes a los que se puede recurrir frente a una situación conflictiva con la policía, lo que nos permite trabajar territorialmente en la formación de reproductores de elementales medidas de autodefensa popular. En este campo hemos desarrollado materiales que circulan en barrios, colegios y facultades reproducidos por otras organizaciones y compañeros, como el “Manual del Pequeño Detenido” y el instructivo “Detuvieron a mi hijo, ¿Qué hago?”.
Nuestros compañeros participan a menudo en mesas redondas, charlas y debates en todo tipo de espacios, desde congresos internacionales hasta las plazas y comedores populares de los barrios.
Desde aquellos casos anteriores a la conformación de la CORREPI hasta la actualidad, nuestros abogados han batallado ante los tribunales con suerte diversa, con la convicción de que la concientización popular vale mil condenas formales. Sin embargo, hemos logrado en muchos casos arrancar al sistema judicial importantes sentencias que consolidaron nuestra labor.
Sumando las penas obtenidas, y computando las condenas a prisión perpetua como 20 años de cumplimiento efectivo, el total de sentencias supera los 400 años de prisión o reclusión para distintos funcionarios de las fuerzas de seguridad encontrados culpables. De acuerdo a un informe publicado hace un año en el diario Clarín de la ciudad de Buenos Aires, casi el 20 % de los
funcionarios policiales o de otras fuerzas de seguridad presos en cárceles argentinas fueron condenados en causas en las que CORREPI intervino como parte acusadora.
La labor tribunalicia, aun con todos los obstáculos que derivan de enfrentar el poder organizado, es uno de nuestros capitales más importantes y nos ha otorgado un amplio reconocimiento de la opinión pública, de los organismos de DDHH tradicionales, de las corrientes políticas, e incluso de los medios de comunicación, para quienes nuestros abogados son permanente fuente de consulta cuando el tema es la represión policial.
Con la convicción de que es necesario consolidar un movimiento
antirrepresivo a nivel nacional, hemos organizado desde 1995 siete encuentros nacionales a los que asistieron organizaciones y militantes de distintos lugares del territorio argentino, con los que mantenemos permanente contacto e intercambio.

· LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD DE LOS GENOCIDAS
CORREPI ha sostenido siempre que existe una relación directa entre la represión de hoy y la impunidad de los genocidas de la dictadura. Con ese criterio participamos activamente junto a los Organismos de Derechos Humanos tradicionales en todas las actividades vinculadas al reclamo de juicio y castigo, tratando de difundir el concepto de que no se trata solamente de un sano ejercicio de la memoria, sino que ambas peleas, la de hoy y la de ayer, tienen caracteres y protagonistas comunes, y remiten a la estrategia de reproducción del mismo sistema. Somos parte del equipo de abogados de organismos de DDHH que impulsa la acción penal en las denominadas “mega causas” reabiertas a partir de la anulación de las leyes de impunidad.

· LUCHA POR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLITICOS
A medida que aumenta la resistencia del pueblo ante las políticas de hambre, crece también la necesidad del régimen de disciplinar para mantener el orden. La irrupción de la criminalización de la protesta, concepto que contribuimos a definir, y el aumento sostenido de la represión a organizaciones populares, ha determinado que intervengamos en la defensa de
centenares de militantes en causas judiciales vinculadas directamente con el conflicto social. Además de estas defensas, muchas veces desarrolladas en equipo con otros organismos y compañeros, participamos activamente de todas las campañas por la libertad de los presos políticos, sin dejar de producir
iniciativas propias a las que convocamos a todo el campo popular, como el reclamo de la Amnistía a los luchadores populares, la carpa Por una Navidad sin Presos Políticos de diciembre de 2004 o la acampada en igual sentido del 23 al 24 de marzo de 2005.

· LUCHA POR LA CONCIENCIA POPULAR
La deliberada desinformación de los grandes medios y su reproducción del discurso hegemónico sólo puede enfrentarse con información popular y contradiscurso. Nuestra práctica cotidiana incluye una intensa tarea de difusión que encaramos con diversas herramientas, desde la respuesta a inquietudes individuales o grupales hasta la publicación de documentos sobre los temas de nuestra incumbencia. Tratamos de producir materiales de debate,
análisis y discusión que sirvan como aporte al debate popular, que contribuyan al desarrollo de la conciencia de todos los compañeros del campo popular frente a las estrategias represivas de la burguesía, tomando como un tema central la discusión dentro de las organizaciónes de las prácticas disciplinadoras del estado, la continuidad de la persecución política y el incremento de facultades y recursos de las fuerzas de seguridad como preámbulo a mayores niveles de enfrentamiento.
Emitimos un Boletín Informativo electrónico que llega a más de tres mil destinatarios, muchos de los cuales a su vez lo redistribuyen. Ese humilde pero dinámico material, cuya frecuencia semanal no se ha interrumpido desde el número cero en 1998, ha demostrado ser un instrumento de enorme utilidad no sólo para nuestra organización, sino para todos los compañeros del resto del país que nos envían informes, noticias, denuncias o difunden sus actividades. Editamos también la revista ANTIRREPRESIVO, desde cuyas páginas analizamos temas de fondo y de coyuntura vinculados a la lucha antirrepresiva. Todos nuestros materiales están publicados en nuestro sitio web, www.correpi.lahaine.org.

· REIVINDICACIÓN DE LOS CAIDOS POR LUCHAR
Con la misma consecuencia que encaramos las causas por gatillo fácil y torturas o las defensas compañeros del campo popular, participamos activamente en la búsqueda de castigo de los responsables de los principales hechos represivos masivos de los pasados años, como la masacre del Puente Chaco-Corrientes en diciembre de 1999, la represión a la rebelión popular de
diciembre de 2001 o la masacre de Puente Pueyrredón el 26 de junio de 2002.
Reinvindicamos a todos los asesinados por las fuerzas de seguridad en el marco de la protesta social, que desde 1995 suman más de medio centenar, y pese a la distancia hemos colaborado con la investigación y reclamo de justicia en los asesinatos de Víctor Choque (Ushuaia, Tierra del Fuego,
12/04/95); Teresa Rodríguez (Cutral Có, Neuquen,12/04/97); Mauro Ojeda y Francisco Escobar (Corrientes, 17/12/99); Anibal Verón (Tartagal, Salta, 10/11/00); Carlos Santillán y José Barrios (Gral. Mosconi, 16/06/01), y Diego Cuéllar (Jujuy, 10/10/03).
Participamos activamente en las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, en donde cayeron 37 luchadores en todo el país y hubo centenares de heridos y detenidos ilegalmente. Entre los asesinados se encontraba nuestro entrañable compañero Carlos “Petete” Almirón, en cuya causa somos querellantes. Finalmente, también integramos la Comisión por Juicio y Castigo a los responsables materiales y políticos de la Masacre de Puente Pueyrredón (26/06/2002).


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