\”Las patadas eran brutas. Los vecinos gritaban \’paren, no es un animal\’. Le pegaban para que le duela. El sargento Concha lo pateaba con alma y vida y Quevedo lo ayudaba, levantándolo de las esposas\”.
Estas fueron algunas de las frases que se escucharon en la segunda audiencia del juicio oral y público contra los policías bonaerenses Isidoro Segundo Concha y Ramón Quevedo, que el 14 de diciembre de 2002 apalearon a Jorge “Chaco” González después de detenerlo. El joven de 31 años murió el 7 de enero de 2003 como consecuencia de las lesiones producidas por la paliza.
Cuatro vecinos, tres hombres y una mujer, contaron en detalle lo que vieron ese sábado por la tarde en la esquina de Conesa y Zárate de Villa Fiorito. Todos coincidieron en que el sargento Quevedo tenía a Jorge acostado boca abajo en el piso, esposado a la espalda, y que al llegar el sargento Concha, el primero le agarró de las esposas, exponiendo su tórax y abdomen para que el segundo lo pateara. Cuando se cansaron de castigarlo, en medio de los gritos de la gente que se agolpó en las inmediaciones y los aullidos de la víctima, que rogaba que no le pegaran porque estaba enfermo, lo arrastraron y cargaron en la caja de una camioneta policial.
Luego declaró el médico forense de Lomas de Zamora, Dr. Alfredo Romero, que explicó con enorme claridad que la sangre coagulada que se encontró adherida a la pared posterior del tórax sólo podía ser producto de traumatismos, y que los golpes recibidos en el abdomen causaron daños en la vesícula, que comenzó a filtrar bilis al interior del peritoneo. Explicó que a lo largo de los días, esa filtración, más el deterioro acelerado por los demás golpes, ocasionó el cuadro de abdomen agudo que requirió una operación y finalmente determinó la muerte por fallas viscerales múltiples. En una palabra, definió el Dr. Romero que la causa originaria de la muerte fue traumática, es decir, la aplicación de golpes y patadas.
El próximo martes 4 de diciembre declararán los últimos testigos convocados por la fiscalía, entre ellos otra médica forense y médicos del hospital Penna que asisitieron a Jorge González. Luego, las partes harán sus alegatos.
María del Carmen Verdú y María Teresa Larramendy, abogadas de CORREPI que representan a Ramona Núñez, madre de Jorge “Chaco” González, adelantaron que sostendrán la acusación por aplicación de tormentos seguidos de muerte, y reclamarán la pena de prisión perpetua.
ESTOS SON LOS TORTURADORES DE VILLA FIORITO
Estos son los sargentos ISIDORO SEGUNDO CONCHA y RAMÓN QUEVEDO, asesinos de Jorge “Chaco” González.
Miembros del servicio de calle (”la patota”) de la comisaría 5ª de Lomas de Zamora, su tarea institucional era recaudar. Para eso, cobraban “peaje” a pibes chorros, cartoneros y vendedores ambulantes, y “protección” a comerciantes y feriantes. O “levantaban” pibes con la excusa de la “doble A” (averiguación de antecedentes) para extorsionar a sus padres, que debían pagar $ 2.000 para evitar que “los bajaran a juzgado” con una causa fraguada.
Tenga cuidado si se los cruza en la calle.
Porque aunque la fiscalía los acusa por homicidio preterintencional en concurso con apremios ilegales,
y CORREPI los acusa por tortura seguida de muerte y reclama su prisión perpetua,
ESTÁN LIBRES.
PORQUE NO ES UN POLICÍA, ES TODA LA INSTITUCIÓN.
PORQUE EL GATILLO FÁCIL Y LA TORTURA SON CRÍMENES DE ESTADO.
PORQUE EN “DEMOCRACIA” EL ESTADO NOS MATÓ MÁS DE 2.300 PIBES,
Y EL “GOBIERNO DE LOS DERECHOS HUMANOS” NOS MATA UNO DÍA POR MEDIO,
CONTRA LA REPRESIÓN, ORGANIZACIÓN Y LUCHA.
EL MARTES 4 DE DICIEMBRE, SIGUE EL JUICIO A LA TORTURA EN LOMAS DE ZAMORA.
CONCENTRAMOS EN LA PUERTA DE LOS TRIBUNALES, CAMINO NEGRO Y LARROQUE.
Contactos:
Prensa: Gustavo Carli, 156 018 9852.
María Teresa Larramendy, 156 351 9360, y María del Carmen Verdú, 154 417 0659 (abogadas de CORREPI que representan a Ramona Núñez, mamá de “Chaco” González).
CORREPI