SUMARIO:
1.- Impunidad para policía mendocino asesino.
2.- La patota de la UTA, otro ejemplo de la represión “tercerizada”.
3.- El guiño a la policía en el discurso de la presidenta.
4.- Tras la inundación, represión.
5.- La represión “preventiva” no elige…
6.- Silencio del gobierno argentino ante el terrorismo del estado de Israel.
7.- Próximas actividades: Movilización a los tribunales el martes 4.
IMPUNIDAD PARA POLICÍA MENDOCINO ASESINO
El relato es muy confuso, como suelen ser los relatos policiales cuando de un fusilamiento se trata. Diego Alejandro Roldán apareció muerto en Mendoza el 4 de diciembre de 2007. Tenía un tiro en la ingle y otro en la cabeza, con entrada por detrás de la oreja y salida por un ojo. Un grupo de tres policías, un hombre y dos mujeres, que andaban disfrazados de mochileros, dijo haber sido víctima de un ataque de Roldán, que los habría enfrentado con la pata de una silla envuelta en un trapo simulando un arma. Las dos mujeres policías declararon que su compañero, autor del disparo, había actuado en defensa propia, preocupado por la vida de sus compañeras. ¿Cómo puede un disparo por la espalda ser en defensa propia? ¿Cómo puede la pata de una silla ameritar defensa alguna?
Aparentemente, éstas son preguntas demasiado rebuscadas para el fiscal de Delitos Complejos, Eduardo Martearena, que, satisfecho con las declaraciones policiales, dió el caso por cerrado. El policía, cuya identidad ha sido lealmente resguardada, fue sobreseído el 28 de febrero.
Diego tenía 20 años, vivía con su pareja y tenía una niña de tres años. Trabajaba con su padre albañil, como ayudante, lo mismo que su hermano mayor. Su familia ha denunciado que lo que se presenta como legítima defensa es en realidad un caso de gatillo fácil: “Prácticamente lo fusilaron. Él venía bajando corriendo por uno de los costados del cerro y de abajo los policías le tiraron. Además no llevaba ninguna arma, sólo tenía en la mano el caño de la pata de una silla” dijo un amigo del joven. Pero parece que en Cerro de la Gloria, localidad de Mendoza donde Diego vivía y murió, no piensan ser la excepción a la regla nacional: para los policías armas e impunidad, para los pobres balas y “por algo será…”.
LA PATOTA DE LA UTA, OTRO EJEMPLO DE LA REPRESIÓN “TERCERIZADA”
De nuevo, y como viene sucediendo con creciente frecuencia, la represión es delegada por el gobierno a las patotas de la burocracia sindical para amedrentar a los trabajadores. Esta vez se trató de choferes de la empresa MONSA, la línea 60.
El 18 de febrero en Ingeniero Maschwitz, donde la empresa tiene una base, los trabajadores de la línea 204, controlada por la línea 60, discutían en asamblea una propuesta de la UTA para la eleccion de delegados. Ingresó entonces en el predio una camioneta con integrantes del sindicato, armados, que comenzaron a disparar. Una persona resultó herida por una bala que le rozó la cabeza, y varios trabajadores se salvaron sólo porque los “batatas” tuvieron mala puntería. El grupo de choque entró y salió a los tiros, con el “permiso” de la empresa.
A los pocos días, los trabajadores recibieron 48 telegramas de despido, de los cuales 38 fueron emitidos por la empresa MONSA y 10 por la Linea 60 S.A., que con otro nombre pero los mismos dueños controla las lineas 503, 204, 430 y 228. Se decretó la conciliación obligatoria, de manera que los delegados asistieron, esta semana, a una audiencia en el ministerio de trabajo, donde había varios integrantes de la UTA y un secretario de la cartera laboral. Ante los argumentos falsos presentados por el sindicato, como que los trabajadores habían tomado la empresa con rehenes, los delegados Farella y Schvartman optaron por retirarse de la audiencia. En la misma puerta del ministerio los estaba esperando la patota, para golpearlos brutalmente. Schvartman tuvo pérdida de conocimiento, y ambos fueron trasladados en ambulancia,muy lastimados, al Hospital Ramos Mejía.
Hay que sumar un extraño episodio en el que un hijo de Farella fue víctima de un intento de asalto, aunque no le robaron al moto que conducía, y sí lo hirieron en una pierna. Ademas, Farella fue amenazado en reiteradas ocasiones. Es fácil relacionar todos estos hechos, y, por lo menos, sospechar que responden a los mismos fines, es decir, apretar a los delegados y lograr “disciplinar” a los trabajadores en su conjunto.
Como ya lo vimos en tiempos del presidente Kirchner en el hospital Francés y el Garraham, o con los docentes y los estudiantes, es evidente que la presidenta Fernández de Kirchner ha decidido seguir usando esta modalidad represiva que le permite lavarse las manos porque no es el aparato represivo formal el que ataca a los trabajadores, y hasta permite deslegitimar las luchas como sucede cuando los diarios oficiales titulan que fue una “interna entre gremios”. Con menos costo político que cuando directamente manda sus policías y gendarmes, y la intervención mancomunada de las empresas, la burocracia sindical y el gobierno, siguen queriendo disciplinar a los trabajadores organizados, para que no saquen los “pies del plato”.
EL GUIÑO A LA POLICÍA EN EL DISCURSO DE LA PRESIDENTA
Pocos y confusos fueron los anuncios presidenciales en materia judicial al inaugurar las sesiones ordinarias del congreso. Prometió proyectos de ley para acelerar llegada de las causas a juicio oral, lo que dicho así puede sonar muy bien, pero que en la práctica llevará a que sean los pobres y vulnerables los que en un periquete estén condenados, como ya sucede con el procedimiento de instrucción sumarísima nacional o la flagrancia bonaerense, o con el uso que se da a institutos como el juicio abreviado, demasiadas veces usado por defensores, jueces y fiscales para trabajar menos, garantizando un porcentaje “presentable” de condenas. También prometió ampliar los casos en que se ofrecen recompensas, sistema que sólo garantiza la promoción y propaganda de las bondades del botoneo, sin ofrecer certeza alguna sobre la veracidad de lo que se dice para ganar plata.
Mucho más clara, en cambio, fue la señal que dio a su aparato represivo. Sin dejar de recordar que hace apenas días le regaló a la policía federal 320 patrulleros y casi 200 vehículos más, entre motos, cuatriciclos y camiones hidrantes, la presidenta asumió sin disimulo la defensa orgánica de las fuerzas de seguridad, usando el argumento que ellas prefieren: “nosotros trabajamos como locos para meter gente presa, y vienen los jueces y los largan”. Sin vueltas, dijo que los policías “a pesar de un fuerte compromiso y una fuerte vocación, también se desalientan”, cuando “se enfrentan con terribles delincuentes”, los detienen “cumpliendo su deber”, y después por cuestiones “técnicas”, como un recurso, salen en libertad.
No la oímos, en cambio, quejarse por la enorme cantidad de policías excarcelados o con arresto domiciliario con procesos por homicidios, torturas y torturas seguidas de muerte, o incluso ya juzgados y condenados, cosa que jamás sucede con particulares acusados de delitos de gravedad semejante, salvo que se trate de un cura amigo del poder o de un rico vecino de un country de zona norte. Ni protestó contra las escandalosas absoluciones o los sobreseimientos fáciles de tanto policía de gatillo fácil ni reclamó a la corte que revise su tesis del año pasado, de que no hay tortura en democracia… aunque te torturen a diario.
La clave de su mensaje en la materia la dio cuando convocó a trabajar por “la necesaria reconstrucción de la confianza que tiene que volver a darse entre las instituciones de la seguridad y la sociedad civil, y que es vital para combatir el delito”. No es un dato menor que esa frase fue seguida de un entusiasta aplauso de los senadores, diputados y ministros que la escuchaban. Claro que, además del guiño, les pasó otro mensaje a policías, gendarmes y prefectos, aclarando que “en esa reconstrucción de la confianza tiene que haber un fuerte compromiso también de las fuerzas de seguridad”. En una palabra, les dijo a sus muchachos de azul que le cumplan, y ella les va a cumplir. Ellos cumplirán poniendo a disposición de su presidenta los palos, las balas, los gases, la picana y la bolsita, y ella, garantizándoles su impunidad, mientras sean obedientes y útiles.
TRAS LA INUNDACIÓN, REPRESIÓN
Pocos días antesde las elecciones presidenciales de octubre, Néstor y Cristina inauguraron, con claros fines electorales, un complejo de viviendas ubicado en el barrio de Tolosa, a escasos metros de la autopista Buenos Aires-La Plata. Las fuertes lluvias del último jueves inundaron las precarias casas construidas por el gobierno, algo que ya es una constante en el barrio, sobre todo desde que culminaron las obras en la autopista.
Con el barrio convertido en una laguna, y ante la falta de respuestas de parte de la municipalidad, los vecinos de Tolosa, igual que muchos otros que en diversos barrios platenses organizaron piquetes, decidieron cortar parcialmente la autopista. Inmediatamente llegaron al lugar, no defensa civil o alguna cuadrilla municipal para ayudar a los inundados, sino efectivos bonaerenses de las comisarías 2ª, 3ª y 6ª con el apoyo de infantería y caballería.
El corte de la autopista fue parcial, se dejó libre un carril. Llamamos a la delegación municipal de Tolosa, a la municipalidad, y no tuvimos respuesta de ninguna índole. Fuimos todos a cortar la autopista dejando un espacio para que la gente pase. Estábamos expresándonos pacíficamente. A la media hora llegó infantería y sin ningún tipo de diálogo comenzaron directamente a reprimir habiendo chicos y mujeres embarazadas. Tenemos a una mujer embarazada que recibió un balazo de goma en la panza y en la cola. Tenemos una mujer de 40 años con un balazo en la oreja y dos chicos que fueron internados por la asfixia provocada por los gases lacrimógenos. No sabemos de dónde vino la orden porque no hubo manera de parar a los policías, vinieron directamente a reprimir. Lo peor de todo es que nos quería echar del barrio y nosotros vivimos acá, afirmó Miguel, vecino de Tolosa.
Otros vecinos cuentan que la policía rodeó el barrio y que se los veía sacados, con unas ganas de empezar apalear gente que nos llamó la atención porque en su mayoría se trataba de oficiales jóvenes recién egresados, de esos a los que el gobierno dice formar en el respeto a los derechos humanos.
LA REPRESIÓN “PREVENTIVA” NO ELIGE…
Siempre señalamos que una de las características de la represión que se descarga en forma más o menos indiscriminada, no selectiva, sobre los sectores sociales más vulnerables con un fuerte contenido de control social, es que no “elige” sus víctimas -salvo, claro está, por la pertenencia real o por apariencia circunstancial de pertenecer a la clase trabajadora-. También destacamos que, en muchas oportunidades, los integrantes del aparato represivo usan entre ellos, para resolver cuestiones personales, y hasta familiares, los mismo métodos y herramientas que a diario emplean contra el pueblo. Por eso cada tanto ocurre que un caso de gatillo fácil o de muerte en la tortura tiene por víctima a “uno de ellos”, lo que no le quita el carácter de aplicación concreta de la política represiva del estado.
Así pasó esta semana con el caso que conmocionó la zona oeste del Gran Buenos Aires, y precisamente porque no se trataba de un pibe de barrio, sino, como destacó Canal 13, “un chico inteligente, que sabía tres idiomas, que estaba por recibirse de contador”. O sea, un chico bien, una víctima inocente. Gastón Duffau, de 33 años, fue detenido en el McDonald’s de Ramos Mejía, golpeado y transportado, esposado, en el baúl del patrullero. Para cuando lo llevaron a un hospital ya las lesiones por el apaleamiento le habían causado la muerte. Un crudo ejemplo de tortura seguida de muerte.
Pero, como decíamos, en esto de la represión para implementar el control social, para disciplinar al que por la pinta parece que lo necesita, tanto da si sos Walter Bulacio o el hijo de un comisario. Porque el padre de Gastón Duffau era el comisario mayor (R.A) de la policía de la Provincia de Buenos Aires Carlos Alberto Duffau, ex jefe de la Departamental La Matanza y de la departamental San Martín. Antes de ser ascendido, fue titular justamente de la comisaría cuyos hombres mataron ahora a su hijo. Cuando estaba en San Martín eran famosas sus razzias en Fuerte Apache, barrio al que denominaba “zona roja”. Y en La Matanza fue de los primeros en reprimir cortes de ruta, como aquél de principios de julio de 1997, cuando centenares de hambrientos vecinos de los barrios Santa Elena, 22 de Enero y Villa Unión mantuvieron por primera vez un piquete sobre la Ruta 3. Fue el comisario Duffau el que lideró la represión ordenada por la jueza federal Morritz Dooglas, y el que explicó a los medios que todo era obra de “activistas venidos de otras partes”.
El abogado de la familia, y primo de la víctima, inmediatamente reclamó el apartamiento de la investigación del personal policial, y declaró a los medios, siempre hablando de la policía, “esta gente todos los fines de semana mata alguien, y nadie se entera”. Como para no saberlo, con la familia que tiene.
SILENCIO DEL GOBIERNO ARGENTINO ANTE EL TERRORISMO DEL ESTADO DE ISRAEL
Los israelíes se ofenden cuando se califica a Israel como un estado genocida, y son rápidos para llamar “antisemita” al que denuncie sus prácticas represivas de cuño nazi. Pero, pruebas al canto. El propio viceministro de defensa, Matan Vilnai, advirtió esta semana a los palestinos que “provocarán contra sí mismos un ‘holocausto mayor’”.
Desde luego que a Israel le gusta cumplir su palabra a la hora de exterminar al pueblo palestino. Desde el miércoles se han contabilizado más de 80 muertos y más de 200 heridos al sur de la Franja de Gaza. El sábado hubo al menos 60 muertos, en una jornada sólo superada por los días de la Naqda, la masacre de 1967.
Sería de mucho interés conocer la posición de la señora presidenta, tan afecta al discurso derechohumanista. Durante la gestión de su marido, Argentina profundizó su posición abiertamente proyanqui y prosionista, como se vio en Nueva York, cuando la entonces primera dama dió muestras de alineación con el Comité Judío Americano. En los hechos concretos, Kirchner obligó a su tropa a votar leyes antiterroristas y utilizó a fiscales amanuenses para que declararan que el atentado a la AMIA había sido obra de Irán, tal como se lo reclamaron EEUU e Israel. Sin dudas, la señora presidenta cerrará su pico ante el terrorismo de estado israelí, no sea cosa de enojar a sus aliados.
PRÓXIMAS ACTIVIDADES:
Martes 4 de marzo, 11:00, al cumplirse 6 años del asesinato de Marcelo Báez por el policía federal Justo José Luquet, concentración frente al tribunal oral que viene demorando el juicio oral, Lavalle y Libertad. En el mismo acto, reclamaremos al mismo tribunal la libre absolución de Fernando Grenno, a punto de ser juzgado por una pintada.
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En La Plata, desde el 18 de febrero, escuche Atando Cabos, el programa de radio de CORREPI, los lunes a las 20:00 por Radio Futura, FM 90.5.
Los sábados, a las 18:00, columna de opinión de María del Carmen Verdú en el programa Leña al Fuego, del periodista H. Schiller, por Radio Porteña, ex Radio Ciudad, AM 1110, www.radiodelaciudad.gov.ar, tel. 5371-4600, Sarmiento 1551, 9° piso. Entrada libre y gratuita.
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CORREPI