CORREPI - Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional

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Boletín Informativo Nº 501

Correpi :: 13.10.08

Sumario:
1.- Tres casos de gatillo fácil, una misma modalidad.
2.- Los polichorros de la semana.
3.- Sobreseimiento fácil para el gatillo fácil.
4.- Vino, sol y represión en Mendoza.
5.- Represión y muerte en Paraguay y Mexico.
6.- Próximas actividades.

TRES CASOS DE GATILLO FÁCIL, UNA MISMA MODALIDAD
“Gran incomodidad en la fuerza” comenta el medio local Ecos Diarios de Necochea, ante la muerte de un joven baleado por la espalda por policías de la comisaría primera. Sin embargo, la actitud del cuerpo policial bonaerense no fue adoptada por aprecio a la vida de un pibe de clase trabajadora entre los más de 2.480 casos que CORREPI lleva registrados por muertes por gatillo fácil y por torturas en cárceles o comisarías. La inquietud se despertó porque el padre de Gustavo Martín Moreira (27) fue policía y cumplió funciones hasta hace poco tiempo en la misma dependencia, lo que les costaría para plantar más pruebas y como en todos los casos culpar a la víctima por su “frondoso prontuario”.

Moreira murió por una bala policial alojada en su pulmón, el 10 de octubre pasado, luego de que el sargento Agustín Tórtora y los tenientes Cristian Binkiewicz y Diego Carrizo le dispararon bajo la versión del sospechoso que huyó por un descampado e hizo un ademán de tomar un arma, luego de que concurrieran junto a otro móvil al barrio Banco Provincia por el llamado de un vecino que habría oído ruidos en su techo. Lo cierto es que ni el vecino ni los mismos policías pudieron identificar que se trataba de quien presuntamente habría huido de la vivienda, que ninguna en todo el barrio tenía signos de haber sido violentada, y que el arma secuestrada junto al cadáver del joven y que la versión policial le adjudicó, pese a la desmentida de su padre y ex compañero, no había sido disparada.

Por otro lado, el domingo pasado se conoció la detención en el barrio San José del partido de Almte. Brown, de Oscar Cueto, suboficial retirado de la policía federal, imputado de tentativa de homicidio. Cuando, según testigos, un grupo de muchachos que volvían de bailar circulaba por la vereda de su casa y habrían arrojado una bolsa de basura a su interior, el policía disparó por la espalda con su arma reglamentaria a un joven de 17 años quien quedó parapléjico internado en el Hospital Fiorito. Su versión trató de dibujar un intento de robo pero ni sus vecinos ni sus compañeros de fuerza se pusieron de acuerdo.

En tanto, el 2 de octubre, en el barrio Las Catonas de Moreno, Christopher Torres (17) resultó ejecutado cuando un policía que presta servicios en el GADA –grupo de artillería de defensa anti aérea- de la departamental de Moreno, en franco de servicio, salió en su auto junto a una mujer a la que le habían robado la cartea, a perseguir a los supuestos culpables. Al llegar a las inmediaciones de la Escuela Nº 21 se detuvieron ante Christopher. Sin mediar palabra, el bonaerense le disparó directamente, en apariencia desde el mismo auto.

La versión policial difundió a los medios que se habría tratado de un enfrentamiento entre el policía armado con su reglamentaria que, en persecución, se defendió desde el interior de su vehículo ante dos jóvenes en bicicleta que intentaban fugarse. El joven, cuya familia es representada por abogados de CORREPI, estaba desarmado y parado cuando fue alcanzado por el gatillo fácil del estado.

LOS POLICHORROS DE LA SEMANA
La permanente vinculación del aparato represivo estatal con el crimen en sus diversas manifestaciones, reforzando la afirmación de que son policías, gendarmes, prefectos y servicios penitenciarios quienes gerencian o ejecutan todo tipo de delitos, ha convertido al “polichorro de la semana” en sección fija de este Boletín. Y como para muestra basta un “botón”, a continuación se reseñan estas últimas “perlitas” policiales:

“Insólito: un asaltante fue detenido y le robaron su dinero en la comisaría”. (www.26noticias.com.ar)
Santiago del Estero, 7 de octubre: Cuando Mario Bracamonte, un ladronzuelo de poca monta, se robó –machete en mano- un teléfono celular, no imaginó que su pequeña aventura terminaría en la comisaría, donde fue despojado del celular de marras, de su bolso, y de los 154 pesos de su propiedad que llevaba en el bolsillo. Y para que no quedaran dudas sobre quiénes ostentan la única patente de corso para delinquir, el poder judicial le fajó, de yapa, cuatro años de prisión efectiva.

“Premian a un comisario extorsionador” (www.criticadigital.com)
Buenos Aires, 5 de octubre: Un buen ejemplo de las patentes de corso extendidas por la Federal, es el del comisario Víctor Hugo Fensore y el suboficial Osvaldo José Ianello, procesados en julio de este año por venderle su libertad en 16.000 pesos al próspero comerciante en telas Juan Pascualín, detenido mientras esperaba a un cliente en una estación de servicio. En la foja de servicios de Ianello consta además la heroica persecución del pibe Marcelo Báez, que culminó en su fusilamiento a manos del matarife policial Justo José Luquet, el 4 de marzo de 2002. (ver comunicado de CORREPI, 28-05-08). En recompensa a este sublime acto de servicio, la superioridad ascendió a Fensore al grado de comisario inspector y lo nombró titular de la Circunscripción Vª, que abarca siete comisarías de la Capital. Es que el abnegado funcionario “tiene una trayectoria intachable”, según justificaron altas fuentes de la institución.

“Desbaratan banda de policías que robaba autos” (www.notife.com)
Santa Fe, 9 de octubre: Debido a los bajos salarios policiales, la guardia rural de la localidad de Los Pumas, en sociedad con algunos civiles, encontró una changuita para llegar a fin de mes: robar vehículos en el sudoeste de la provincia y desarmarlos para la venta de auto-partes. Llama la atención de algunos investigadores que los esforzados guardias rurales estén detenidos, circunstancia que se habría originado al tener impaga la patente de corso debida a sus superiores de la Unidad Regional III.

“Investigan banda que estafaba bancos y entidades de crédito” (www.ellitoral.com)
Santa Fe, 26 de septiembre: Tres policías, en combinación con cuatro civiles, encontraron una elegante modalidad para adquirir su merecido sobresueldo: fraguar pedidos de préstamos personales, cobrarlos y repartir igualitariamente entre los socios las utilidades obtenidas. Entre los damnificados se encuentran valiosos exponentes de la piratería financiera como los bancos Santa Fe, Santander y Francés, entre otras 40 entidades de robo crediticio. Lo que no supieron comprender nuestros héroes es que la licencia para delinquir está normatizada por la infalible ley del gallinero: no se roba a los de arriba, sino a los estamentos medios y bajos de la escala social.

SOBRESEIMIENTO FÁCIL PARA EL GATILLO FÁCIL
El 25 de mayo del año pasado, el oficial de la PFA Mario Ariel Maidana salió de la comisaría 3ª realmente contento. Después de mucho esfuerzo para que lo seleccionaran, le habían dado una “misión” colaborando con la brigada de la comisaría, ese pequeño grupo estelar que toda comisaría tiene, formada por hombres seleccionados por los jefes para moverse a pie o motorizados, sin uniforme, por el barrio. La de Maidana era una tarea sencilla. Debía infiltrarse en la manifestación que ese feriado por la tarde hacían hinchas del club River Plate en el Obelisco.

Pero Maidana nunca llegó al Obelisco. Unas cuadras antes, en Talcahuano y Lavalle, vio un pibe en “actitud sospechosa”. El resto lo hemos contado en boletines anteriores: Maidana, arma en mano, persiguió a Sergio Ariel Juárez dos cuadras y media. Cuando lo alcanzó, le apuntó a la cabeza. En un desesperado intento para salvar su vida, Sergio se abalanzó sobre el policía, intentando apartar su mano armada. La reconstrucción del hecho y las pericias realizadas probaron que el arma se disparó a centímetros de la cabeza de Sergio de la única manera que es posible que ocurra: porque el policía apretó el gatillo voluntariamente. La rápida llegada de la familia, que los Juárez viven a metros del lugar, impidieron que la cosa terminara con el plantado de un “perro” para justificar el disparo.

Hace unos meses, el juez Eliseo Otero había procesado a Maidana por “homicidio calificado con exceso en la legítima defensa”, y, por supuesto, había mantenido su situación de libertad. Tanto la defensa del policía como la querella, patrocinada por abogados de CORREPI, apelaron. Para los defensores del policía, debía ser sobreseído. Para nosotros, debía ser procesado por homicidio calificado, sin atenuante alguno, y encarcelado.

La sala V de la cámara criminal acaba de resolver que: “Maidana no contó con otras posibilidades menos lesivas para repeler el accionar de Juárez”, y que fue razonable que disparara, pues “Juárez había, previamente, cometido un robo”. Por supuesto, los muy honorables jueces Filosof, Pociello Argerich y Garrigós de Rébori sobreseyeron al guardián del orden. Queda bien claro en el fallo que, para los jueces, igual que para el policía, la muerte de un pibe de 19 años era un mal menor que su huida con el “botín” del supuesto hurto, el frente de un pasacassette de auto.

Intentaremos revertir los argumentos de la Cámara ante la Corte Suprema, aunque tenemos la sospecha de que, también para los cortesanos, un pasacassette vale más que la vida de un adolescente pobre.

VINO, SOL Y REPRESIÓN EN MENDOZA
Hay un paisaje diferente en la tierra del buen sol y del buen vino. En las rutas hay quienes luchan en defensa del agua y en contra de la minería contaminante. En los campos, hay quienes luchan por el derecho a la tierra, contra los latifundistas. En las ciudades, están los que luchan contra el empresariado prebendario del estado y frente a los recortes que el propio estado les hace. En los barrios, cada vez son más los que luchan contra el gatillo fácil de una de las policías más bravas del país, que a diario se “esfuerza” por subir en el ranking. Todos ellos luchan contra todo tipo de discriminación y con el acompañamiento de medios alternativos y alterativos.

En las calles, la marginación se manifiesta en los numerosos pibes que intentan la diaria limpiando vidrios, cuidando coches o en la venta ambulante. En los despachos oficiales, advertidos de este paisaje, decidieron la más dura reforma al Código de Faltas Contravencionales de la provincia en los últimos 40 años. Con la ayudita de las empresas de comunicación, propagandizan que es una herramienta “contra la inseguridad”, y silencian que los únicos realmente inseguros son los pobres.

El código reformado impone severas penas de arresto y multa “a quienes en el marco de un reclamo corten calles e impidan el libre tránsito de las personas y/o automovilistas” o “a quienes de modo intimidante o vejatorio exijan” unas monedas por limpiar o cuidar autos. Se crean “establecimientos de detención para infractores” y hasta un registro de antecedentes. Nuevas figuras contravencionales, mayor severidad en las penas, más cárceles, bajo la excusa de “legislar sobre conductas sociales que aparecieron en los últimos años”, en palabras de los autores del proyecto avalado por todos los bloques legislativos.

Y tienen razón: el obsceno proceso de concentración de riqueza que -sin distinción del color partidario que gobierne- une capitales nativos y transnacionales con funcionarios gubernamentales, se advierte en la grosera dicotomía entre barrios privados de súper lujo frente a barriadas humildes que se han multiplicado, donde las necesidades y la represión son moneda corriente. Dicotomía que ha naturalizado un discurso sobre la inseguridad que oculta deliberadamente el indispensable protagonismo de las agencias del estado en su generación. Tanto las estrategias de supervivencia de los más pobres como la organización popular para reclamar deben ser reprimidas, y por eso hace falta “mejorar” el sistema de faltas, que cubre ambos aspectos.

Este cuadro se completa, en el fuero penal, con el endurecimiento de la excarcelación cuando existen otras causas abiertas [situación por demás agravada desde la irrupción K]. La reforma contravencional mendocina desnuda la función del estado: centro operativo de la clase dominante que protege sus intereses reprimiendo la resistencia y sus cuestionamientos. Y prueba, una vez más, que el debate sobre la existencia y alcances de las contravenciones nada tiene de jurídico, sino que responde a la necesidad del estado burgués de ejercer el control social.

REPRESIÓN Y MUERTE EN PARAGUAY Y MEXICO
En Paraguay, la Asociación de Agricultores del Alto Paraná realizó una toma de tierras en Colonia Guaraní donde el brasileño Oscar Fader, poseedor de un latifundio de 1.010 hectáreas en el distrito de Mbarakaju, amasa fortunas produciendo soja. El negocio produce veneno para la comunidad vecina a las plantaciones, hambre para el pueblo y millones para los empresarios y los representantes del estado que los defiendan. El recién estrenado gobierno de Lugo dejó muy en claro a quién defiende el estado burgués. Durante la represión con balas de plomo, gases lacrimógenos, palos y patadas, Bienvenido Melgarejo, de 45 años y seis hijos, recibió un balazo de la policía antimotines en el cuello. El estado paraguayo volvió a hacerse presente para “escoltar” el cortejo del campesino asesinado con un contingente de cascos azules que, borrachos, insultaban a la familia. El ministro del interior paraguayo, Rafael Filizzola, dijo: “la línea de Gobierno, les digo con mucha franqueza, es respetar la Constitución. El caso de la propiedad privada, así como la reforma agraria, es un derecho constitucional. Nosotros tenemos la obligación de preservar la propiedad privada”.

En Mexico, los docentes, junto a los padres de sus alumnos, realizaban bloqueos en las rutas de Morelos desde hacía 11 días, en contra de la promulgación de una serie de reformas privatizadoras y flexibilizadoras que atentan aún más contra la educación pública. La represión superó ampliamente la capacidad de las comisarías, así que el estado habilitó dependencias ministeriales para interrogar a los detenidos. Personas tanto de Xoxocotla como de Amayuca fueron secuestrados de sus domicilios y sometidos a torturas y salvajes golpizas. Hasta el sábado no se conocía la cantidad exacta de desaparecidos, que se estima en más de diez. El secretario de gobierno, Sergio Alvarez Mata, consideró que la represión “era la única vía para evitar mayores daños”.

En otra región de México, a 12 kilómetros de Comitán, Chiapas, campesinos de la comunidad de Miguel Hidalgo habían ocupado una zona arqueológica, protestando contra su administración por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, denunciando que se encargaba únicamente de cobrar altos aranceles por visitar el sitio, abandonando las tareas de mantenimiento y restauración que requieren las ruinas. El instituto formuló una denuncia penal para que los campesinos fueran expulsados, pedido al que el aparato estatal respondió de inmediato y a los tiros. Dos manifestantes murieron en el acto. Una camioneta que trasladaba cuatro heridos al hospital fue interceptada por la Policía Estatal Preventiva, que bajó a los campesinos y los remató. Mientras tanto, en otro sitio arqueológico, Chichén Itzá, Armando Manzanero era homenajeado por Plácido Domingo. Entre los conmovidos espectadores se encontraban la Embajadora de Buena Voluntad de la ACNUR Angelina Jolie y su esposo Brad Pitt.

PRÓXIMAS ACTIVIDADES:
Miércoles 15 de octubre, 16:00, jornada de denuncia sobre la represión carcelaria a 3 años de la Masacre de Magdalena. Plaza Rocha, 7 y 60, La Plata.

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En La Plata, escuche Atando Cabos, el programa de radio de CORREPI, los lunes a las 20:00 por Radio Futura, FM 90.5.

Los sábados, a las 18:00, columna de opinión de María del Carmen Verdú en el programa Leña al Fuego, del periodista H. Schiller, por Radio Porteña, AM 1110, www.radiodelaciudad .gov.ar, tel. 5371-4600, Sarmiento 1551, 9° piso. Entrada libre y gratuita.
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