Asesinado por la policía federal en la ciudad de Buenos Aires
durante la rebelión popular del 20 de diciembre de 2001
CARLOS “PETETE” ALMIRON: LA DESPEDIDA AL COMPAÑERO
El domingo 23 a las dos de la tarde el cortejo que acompañó a Carlos “Petete” Almirón hasta el cementerio de Lanús partió de la casa en la que nuestro compañero vivía con su bisabuela. Junto a la familia caminaron 7 kilómetros varios centenares de compañeros de organizaciones sociales, políticas, agrupaciones de desocupados y de derechos humanos, encabezando la marcha las dos agrupaciones de pertenencia de Petete, el Centro Popular 29 de Mayo y la CORREPI. A pesar del calor y el sol implacable pocos prefirieron ir en micros y autos. A lo largo del camino los vecinos salían a sus casas, aplaudiendo el paso del compañero caído en la represión del pasado jueves en el centro de la ciudad de Buenos Aires, desplegando banderas argentinas, coreando las consignas y ofreciendo agua a los integrantes de la nutrida columna.
Algunos vecinos nos contaron que, horas antes, la policía bonaerense había recorrido la zona advirtiéndoles que “venían los saqueadores”, en alusión al cortejo fúnebre. Alertados ya de la sistemática práctica implementada en muchos barrios y conociendo la fuerte militancia popular de Carlos, prácticamente ninguno tomó en serio la “advertencia”.
En un marco de enorme emotividad, los aplausos y las consignas fueron la constante hasta llegar al cementerio. La sangre derramada no será negociada. Lo vamos a vengar luchando, creando poder popular. A los caídos no los vamos a olvidar. En cada lucha ellos están, y con la patria liberada volverán… La multitud con los ojos enrojecidos -esta vez por el dolor, no por los gases policiales- y el puño izquierdo en alto despidió al compañero Carlos Almirón con un atronador PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE.