CORREPI - Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional

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Boletín informativo nº 538

01.12.09

SUMARIO:
1. En Esquel no hay torturas, en democracia tampoco… 2. No confiar en ellos, sólo en nosotros mismos. 3. Crimen organizado, policía involucrado. 4. 14 gatillos que no están en el archivo 2009. 5. Torturan a testigo de la causa Luciano Arruga. 6. Ataque a un militante. 7. Próximas actividades

EN ESQUEL NO HAY TORTURAS, EN DEMOCRACIA TAMPOCO…

En una madrugada de febrero, en El Maitén, tres personas fueron detenidas por la policía, a raíz de un altercado en un bar. Una vez detenidos y esposados, fueron literalmente molidos a golpes, tanto en la camioneta policial como en la comisaría. También los amenazaron con desaparecerlos.

En septiembre de este mes, se realizó el juicio contra los cuatro policías que participaron de la aplicación de tormentos. Sandro Montecino, José Luis Morales, Gustavo Daniel Llancaman y Franco Simón Cárcamo fueron condenados por “vejaciones agravadas”, delito que tiene como pena máxima 5 años.

Este hecho no es un caso aislado, sino un claro ejemplo de la negación permanente de la aplicación de torturas en democracia. El tema es siempre presentado como un debate jurídico, en el que se intenta ocultar la tortura usando figuras “alternativas” como las vejaciones, severidades, apremios ilegales, todas con penas mucho más leves.

Pero ese debate es falso. El motivo por el cual se niega la existencia de torturas es que éstas implican la responsabilidad del estado. La tortura es un crimen de estado, es un crimen de lesa humanidad.

Nadie ha mostrado esto mejor que la “progresista” Corte Suprema, la de Zaffaroni y Argibay, en un fallo dictado en 2007 sobre un caso típico de tortura. La corte planteó que como “en democracia” la tortura no puede considerarse sistemática porque el estado no estaría persiguiendo ese fin, a lo sumo se trata de un delito individual del policía en cuestión. Anque la tortura se produzca en una comisaría, y por mano de un policía, dijo la Corte , en democracia son “apremios” o “vejaciones”. La liberación por la prescripción, o una pena excarcelable, a lo sumo, para el ejecutor, y el aparato estatal deslindado de toda responsabilidad.

En criollo, para la corte suprema, la picana eléctrica, el submarino, la bolsita, el apaleamiento, etc., no son tortura si se aplica en democracia. Como si el estado fuera un ente imparcial, como si no tuviera como fin el control y disciplinamiento social, cómo si el 100% de los casos de torturas (seguidas de muerte o no) no fueran aplicadas al sector social que debe aprender a obedecer sin chistar. Por algo la mitad de las personas asesinadas por el estado en democracia eran jóvenes pobres, de 15 a 25 años de edad.

No existe ningún debate, la tortura es siempre tortura, es sistemática en democracia y en dictadura, fue y es aplicada a la clase trabajadora, con los mismos métodos y con los mismos fines.

NO CONFIAR EN ELLOS, SÓLO EN NOSOTROS MISMOS

La columna del MIDO venía al acto de CORREPI. Muchos compañeros de los barrios del sur llegaron a Constitución. Mucha juventud, mucha madre, muchas ganas. De pronto, Rodrigo, de apenas 4 años y con dificultades serias para hablar, se perdió. Todo el mundo salió a buscarlo en la estación.

Un policía dijo que lo encontró y se lo entregó a una mujer que argumentó conocer a la madre. Los minutos, las horas, pasaban y Rodrigo no aparecía. La comunicación con CORREPI en la Plaza fue inmediata. Nos organizamos.

Mientras la madre del pibe y otros compañeros hacían la denuncia en la misma estación de trenes y se individualizó al policía que tuvo al pibe y se lo dio a cualquiera, otros compañeros fueron a Tribunales y se presentaron en el juzgado de turno.

El resto de la columna del MIDO no se dispersó, ocupó el hall de la estación con una inmensa bandera del CHE prometiendo tomar la misma estación si el pibe no aparecía. Llegaron al lugar compañeros de otras organizaciones y los abogados de CORREPI. Finalmente, más de cuatro horas después, Rodrigo apareció… ¡en José León Suárez!

La versión policial es increíble: “Lo más probable es el que pibe (de 4 años y con dificultades para hablar) se haya perdido, haya tomado el subte en Constitución hasta Retiro y después el tren a José León Suárez””.

Para los desclasados de azul, el desprecio hacia los trabajadores es una constante. También la respuesta del juzgado fue increíble: “Hay que esperar un par de días, y si no aparece, vayan a Missing Children…”. Para la burguesa titular del juzgado en turno el desprecio de clase también es la norma.

Lo único serio fue la actitud de los compañeros: se movieron rápido, no confiaron en las agencias del sistema y presionaron con medidas de acción directa. Para los trabajadores la única salida es la confianza en sus propias fuerzas.

Cuando se habla de trata de personas, de pibes robados para el tráfico de órganos, para prostituirlos, para explotarlos de la manera que sea, si no hay comisión hay omisión de las agencias del estado. ¿Hubiera aparecido Rodrigo sin esta respuesta organizada de los compañeros?.

CRIMEN ORGANIZADO, POLICÍA INVOLUCRADO

El crimen organizado, no es organizado si no hay un policía. Otro oficial de las fuerzas represivas del estado fue detenido el 25 de noviembre por la misma fuerza a la que pertenece, acusado de integrar una banda de ladrones y narcotraficantes.

El arresto se produjo en el contexto de una serie de operativos que realizaron en zona sur y la Ciudad de Buenos Aires. El poliladrón es un suboficial de la comisaría 5ª de Ezeiza. En los procedimientos secuestraron drogas, armas de guerra como una ametralladora 9 mm , tres FAL, 2 fusiles Mauser, miras telescópicas, dos chalecos antibalas y $87.000.

Para colmo (o, mejor dicho, para reflejar la realidad de la frase con la que empieza la nota), la banda a la que pertenece el oficial está sospechada de ser la que en septiembre pasado mató a Bárbara Ganolia en Estaban Echeverría. O sea, ladrón, policía, narcotraficante y asesino.

El crimen organizado es como dicen los medios: brutal, asesino, perverso, trágico. Lo que siempre se les “olvida” mencionar es que siempre es organizado y regenteado por las mismas fuerzas represivas que dicen combatirlo. Un caso más y van…

La realidad condice con la premisa: “Crimen organizado, policía involucrado”.

14 GATILLOS QUE NO ESTÁN EN EL ARCHIVO 2009

Lo decimos cada año: al momento de publicar nuestro Archivo los datos ya están desactualizados. Este año no podía ser excepción. Es así que en lo que va del mes de noviembre CORREPI ha registrado catorce casos de personas muertas a manos del estado por sus fuerzas de seguridad. Doce ocurridas en el corriente mes y dos que tomaron estado público mucho tiempo después.

El mismo día que 3.000 personas se congregaban en Plaza de Mayo, con CORREPI, para denunciar la política represiva del estado que mata un pibe cada 20 horas, Alberto Antonio “Burri” Pedrozo (17), el menor de siete hermanos, estaba terminando una changa en su barrio Independencia de González Catán. Pasado el mediodía, el vecino que le había pedido palear una montaña de arena hacia adentro de la casa, le dio unos pesos para comprarse una cerveza. Antes de llegar al almacén, un policía se bajó de un patrullero de la comisaría de Villa Dorrego, apuntándolo con su pistola. “Burri” corrió a refugiarse en una casa vecina. Se dio vuelta con las manos en alto, y recibió el impacto de un disparo, quedando otros dos incrustados en la vivienda. En seguida, todo el barrio se reunió gritando que “Burri” estaba desarmado y trabajando en la cuadra, y denunciaron la realidad del gatillo fácil. El lugar fue inmediatamente cerrado y cinco patrulleros se encargaron, con balas de goma y gases, de dispersarlos. Pero sólo por el momento, porque la familia de Burri Pedroza no va a bajar los brazos y junto a CORREPI sabe que esta lucha recién comienza.

Diez años después, cuando el homicidio se encuentra a punto de prescribir, se conoció la noticia sobre Luis Oscar Ledesma, militar retirado, que el 29 de octubre de 1999 interceptó, junto a otros cómplices no individualizados, una camioneta de la empresa donde trabajaba el conductor que había atropellado a su hija. Le disparó a quemarropa a Damián Romero (18) que ni siquiera era la persona buscada, pero casualmente tenía el mismo apellido.

Con la misma impunidad, el 18 de noviembre de este año, un agente de la federal mató de dos disparos a José Emiliano Rajoy (23). Dijo que trató de resistirse a un asalto en Ingeniero Budge.

El 21, tras ser acusado en un comercio de presentar un billete falso, un hombre fue fusilado por un agente de policía santafesina en Fray Luis Beltrán, cuando trataba de escapar en su auto. El mismo día, después de una discusión, el subteniente de la bonaerense Juan Galván, asesinó a la novia y a los padres de ésta en su vivienda de Merlo, Pcia. de Buenos Aires. Después se suicidó.

Ezequiel Córdoba (17) fue encontrado el día 23, muerto, dentro de un Renault 12 manejado por un policía en el barrio Cerro Chico de la capital cordobesa. Estaba herido de bala en el tórax y en la pierna.

El 28, en la localidad de Vista Alegre, Neuquén, un hombre resultó muerto con un balazo en la cabeza, cuando personal policial lo perseguía tras un supuesto intento de ingresar a un campo de cerezas.

Finalmente, cinco personas aparecieron suicidadas en sus lugares de detención: El 21, Juan Manuel Fedrizzi (32), alojado desde hacía seis meses en la alcaidía de la seccional 4ª de Concordia, Entre Ríos. En Rosario, en la comisaría 3ª, un joven de 27 años, detenido cuando pedía monedas en la zona de bares de Parque España, apareció horas después ahorcado en su celda. El sitio digital El Ciudadano informó que cinco meses atrás, en la misma comisaría, otro joven había sufrido idéntico fin. El 24, Diego Javier Vega Forquera (27), apareció muerto en la sala de requisas de la comisaría 9ª de Guaymallén, Mendoza, horas después de haber sido detenido en aparente estado de ebriedad. El domingo 29, en el penal de Villa Urquiza, Tucumán, Miguel Benjamín Pereyra (46), apareció ahorcado en el baño del pabellón donde estaba detenido desde hacía dos meses.

TORTURAN A TESTIGO DE LA CAUSA LUCIANO ARRUGA

La policía no sólo tiene los medios y la impunidad de hacer desaparecer personas, también tiene el poder y la misma impunidad para ayudar a sus “compañeros” de la “familia” en causas en las que están comprometidos.

Luciano Arruga fue desaparecido por el destacamento policial de Lomas del Mirador el 31 de enero pasado. Desde entonces no hay noticias ni avances en la causa judicial. Además, los policías que están relacionados con la desaparición de Luciano no sólo están libres, sino que fueron recientemente reincorporados a la fuerza.

Esta es una demostración de garantía de impunidad que la justicia les da a sus perros guardianes.

Pero el caso no termina allí. Además de los constantes aprietes que reciben la familia y amigos de Luciano, Anabella Martínez, testigo en la causa, fue torturada en la comisaría 13ª de La Tablada. La detuvieron arbitrariamente y fue golpeada, manoseada y extorsionada. Le exigieron dinero y sexo para dejarla en libertad.

Se encubren entre ellos, se ayudan entre ellos. Que no es un policía, sino toda la institución, lo decimos nosotros. Pero ellos lo confirman.

ATAQUE A UN MILITANTE

Gabriel Sayago es un joven obrero de Isidro Casanova, que milita en Democracia Obrera. Junto a su compañera, concurrió al recital de la banda Viejas Locas, ferozmente reprimido por la policía. Posteriormente, participó de la sentada de los estudiantes que se realizó el día 19, y del acto de CORREPI en Plaza de Mayo el día 20. Además, Gabriel se acercó a la familia del joven Rubén Carballo a expresar su solidaridad.

El 22 de noviembre de este año, en horas de la madrugada, y en su barrio, fue agredido con un balazo, afortunadamente sin consecuencias, por individuos de civil, inconfundiblemente vinculados al aparato represivo estatal.

En un comunicado que recibimos, Democracia Obrera denuncia el ataque, y afirma: “No lo consideramos un hecho aislado, ni un ataque solamente a Gabriel o nuestra organización. Es un ataque al conjunto de la juventud trabajadora y a todas las organizaciones obreras, sociales, políticas y de derechos humanos que luchamos, entre otras cosas, contra la represión policial a la juventud trabajadora y a los trabajadores en lucha”.

PRÓXIMAS ACTIVIDADES:

Jueves 10 de diciembre, desde las 9:00, se reanuda, tras dos años de suspensión, el juicio contra el policía Raúl R. Smith, asesino de Héctor “Pule” Otero. La cita es en Mendoza esquina Almafuerte, San Justo, a una cuadra de la plaza.

Sábado 12 de diciembre, a las 17:00, a dos años del fusilamiento de Sonia Colman, pintaremos un mural en la estación Manuel Alberdi (FFCC Belgrano, sale de Retiro). A las 18:00, marchamos y hacemos un acto público en el paso a nivel.

Jueves 17 de diciembre, escrache al Tribunal de Casación bonaerense en La Plata , denunciando su sistemática protección a los policías asesinos. Nos encontramos a las 9:00 en Constitución, a las 10:30 en la estación de La Plata , o a las 11:00 en el tribunal de casación, Av. 7 entre 56 y 57, La Plata.


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