CORREPI - Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional

LAS BALDOSAS COMO ARMAS

Los jueces, en su actuación como resorte del control social del sistema, pueden asumir distintas posiciones, sea garantizando la impunidad de corruptos y represores, o bien como castigadores de los que “sacan los pies” del sistema. Pero también asumen el rol de ideólogos del poder establecido. A veces, van más allá y se constituyen en teóricos de la represión, interpretando normas y dándoles la vuelta para que resulten acomodables en el futuro para garantizar la impunidad o para perseguir a los que luchan.

Esto es lo que ha hecho la Sala III de la Cámara Nacional de Casación al desarrollar la figura de las armas impropias, considerando como tal a una baldosa. El caso concreto es el de un trío de asaltantes, de los cuales uno solo fue aprehendido, que asaltó a un transeúnte, blandiendo una baldosa e hiriéndolo al golpearlo con el objeto.

El delito fue juzgado como robo calificado y la condena trepó a ocho años de privación de la libertad. Los camaristas Guillermo Tragant, Gustavo Mitchel y Eduardo Riggi, sostuvieron que la baldosa fue transformada en un arma al ser utilizada como elemento contundente para herir o dañar y por tanto, consideraron que el robo fue agravado por el uso de arma.

Sin perjuicio de la inconsistencia del planteo, es obvio que el fallo apunta a otro destino, que es la represión a la lucha social. Así, un piquetero o un manifestante con una piedra en la mano serán “sujetos armados”, legitimando el doble propósito de castigarlos más duramente y “justificar” al miembro de las fuerzas de seguridad que dispare sobre cualquiera de ellos.

Como ha dicho el abogado Carlos Lopez de Belva al comentar este inaudito fallo “Las figuras penales que ya se aplican a la protesta son graves, con esta teoría se agravarán más”.

LA CORREPI y el 1º de MAYO

Nuestra organización participó del acto unitario que fuera votado en la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, y convocado por una multitud de fuerzas populares en conmemoración del Día de los Trabajadores.

Concentrados a partir del mediodía en la esquina de la textil Brukman, donde la policía federal custodia la propiedad de un empresario negrero y explotador, los manifestantes partieron por la Av. Independencia hacia la Plaza de Mayo después de un acto en solidaridad con las obreras que acampan en una vigilia que las lleve a recuperar sus puestos de trabajo y de lucha.

Integrado por las agrupaciones piqueteras combativas, asambleas populares, representantes de fabricas tomadas y partidos de izquierda, el acto se desarrolló poniendo como eje la intrascendencia del resultado electoral para los intereses de los trabajadores y el pueblo, ya que ambos candidatos al ballotage resultan similares en políticas de ajuste, miseria y represión.

Junto a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, CEPRODH y Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, la CORREPI participó de la redacción de un documento conjunto que fue leído en el acto.

Debemos destacar que éste fue el primer acto de un 1º de Mayo en el que CORREPI participó orgánicamente. Ello obedeció a que fue la primera vez que se convocó de manera unitaria, sin divisiones y sin exclusiones. La multiplicidad de actos en años anteriores nos imponía limitarnos a enviar un saludo a todos, sin asistir a unos en desmedro de otros. Saludamos, entonces, a los organizadores por sostener la unidad, y hacemos votos para que se acreciente en las luchas y en la defensa de los intereses del pueblo.

ESCRACHE A ETCHECOLATZ

El 9 de septiembre de 1998 uno de los íconos del genocidio, el comisario de la bonaerense Miguel Etchecolatz, fue escrachado con una de las movilizaciones de derechos humanos más contundentes que se recuerden. A pesar de la propaganda en contra, de los anuncios de represión, de las amenazas de que los neonazis que iban a defenderlo, una multitud respondió a la convocatoria de HIJOS para ir a manifestarnos frente al departamento del represor, en Córdoba y Pueyrredón.

El gobierno de Menem cumplió con su promesa de represión, con un operativo que no ahorró gases y balas de goma. Hasta arrojaron gases desde el piso 11 del edificio donde vivía el protegido represor.

A cargo del operativo en el terreno estuvo el entonces Comisario de la 19ª, Néstor Jorge Vallecca, quien luego sería encargado de las investigaciones internas policiales por los hechos del 19,20 y 29 de diciembre de 2001, ya ascendido a Comisario Inspector.

En aquel escrache, hace ya cuatro años y medio, muchos de los manifestantes intentaron protegerse de los efectos de los “agresivos químicos” ingresando a los cercanos edificios de la autónoma Universidad de Buenos Aires, especialmente en Sociales y Ciencias Económicas. La Federal nos persiguió hasta la facultad de Ciencias Sociales y tiraron gases adentro.

Había miles de alumnos cursando en las aulas, que se inundaron de gases. Profesores, alumnos y trabajadores no docentes intentaron escapar. Los pasillos y escaleras se congestionaron con quienes trataban de llegar a la calle. Fue necesario romper los vidrios fijos de las ventanas para que entrara aire fresco. Julio Cesar Forlino, estudiante de sociología, estaba en el lugar. Una esquirla de vidrio impactó en su ojo izquierdo. A las pocas horas estaba siendo operado en el Hospital Lagleyze. La Federal, por amparar a su camarada bonaerense, le había quitado el 70 % de la visión.

Como consecuencia del accionar policial tanto fuera como dentro de las facultades se originaron varias causas judiciales. El ministerio del Interior inició la suya imputando a manifestantes anónimos alguna lesión menor de policías y un par de abolladuras en un par de patrulleros.

Los compañeros Verónica Lara y Facundo Martínez, de HIJOS, denunciaron a Etchecolatz por la agresión que sufriéramos frente a su casa. El rector de Sociales, Fortunato Mallimacci, denunció a los policías por los destrozos provocados dentro de la facultad. Julio Cesar Forlino, con el patrocinio de los abogados de CORREPI Straga y Verdú, denunciaron a la Federal por las lesiones graves sufridas.

La causa dio innumerables volteretas de jurisdicción y competencia. Por fin, después de mucho pasear de juzgado en juzgado, cayó en el regazo de la jueza federal Servini de Cubría (¿o era Que Cubría?). Obviamente, encubrió desde el primer momento a la cana. Buscó por todos los medios empantanar la causa, cajonearla y mandarla para atrás. Llamó a declarar a cuanto periodista estuvo presente cubriendo la manifestación en procura de encontrar a alguno que le dijera que los estudiantes o los manifestantes se enfrentaron con la policía y así poder justificar la represión. Le salió el tiro por la culata, porque los escribas no tenían otra alternativa que decir la verdad.

Cerró la causa una vez, sobreseyendo por inexistencia de delito y por imposibilidad de identificar a los represores. Los compañeros de CORREPI apelaron y la Cámara les dio la razón. La lesión de Forlino no fue un accidente sino que fue producto del accionar ilícito de la policía. Los propios superiores de la Servini le explicaron que el delito a investigar era intimidación pública cometida por la Federal.

A pesar que los listados con los nombres de los policías intervinientes en el operativo estaban agregados desde hace cuatro años, se tomó todo este tiempo para darlos por “individualizados”. Finalmente, y seguramente a su pesar, veinticuatro policías de la federal tendrán que desfilar por el Juzgado Federal Nº 1 para prestar declaración indagatoria por las lesiones ocasionadas a Julio Cesar Forlino y por la intimidación pública. Y por haber cuidado a su ídolo, el cretino Miguel Etchecolatz.

CASO GABRIEL RIBA
El viernes 25 de abril los familiares, vecinos y amigos de Gabriel Riba llevaron a cabo una sentada en 132 y 16 de Berazategui para exigir la detención de su asesino, el guardia de infantería federal Leonardo Fabián Giménez.

Gabriel, de 18 años de edad, fue asesinado el día 21 de diciembre de 2002, cuando caminaba junto a su primo por Diego por las calles de Berazategui. El asesino, que circulaba en un Peugeot 505 bordó, realizó una brusca maniobra, en la que casi atropelló a Diego. Ante las recriminaciones de Gabriel, el policía sacó su arma y comenzó a disparar, asesinando al joven Riba e hiriendo a Marcos Campos, que pasaba por el lugar.

Pese a haberse declarado la prisión preventiva del policía asesino, los familiares descubrieron que está en libertad y que transita libremente por las calles de Berazategui.

No es la primera vez que los señores fiscales y jueces bonaerenses permiten medidas alternativas a la prisión preventiva para el caso que el procesado por homicidio sea policía. Siempre le encuentran la vuelta –que no le otorgan a ningún civil- para que el cana no vaya preso. El caso mas escandaloso fue el del custodio de Corach, Goyochea, que llegó al juicio oral libre (por más que estaba procesado por homicidio) porque el poder judicial de Lomas de Zamora entendió que siendo policía no se profugaría –como si no tuviéramos una larga lista de policías asesinos y torturadores fugados-.

PATRULLEROS NEGROS Y AMARILLOS

Los taxis en la ciudad de Buenos Aires son de color negro y amarillo, aunque parece que los deberían pintar de azul, colocarles la licuadora de luces en el techo, y a los señores conductores ponerles gorra.

No es novedad la frecuencia con que cualquier individuo mínimamente democrático o progresista debe soportara las diatribas pro-represoras de estos muchachos del volante cuya única opción radiofónica es la Radio 10 de Daniel Haddad.

En boletines anteriores habíamos denunciado que los chicos del peronista sindicato de peones de taxis estaban atrás de una maniobra de provocación contra los piquetes, interfiriendo el tránsito cuando no había ningún corte de calles y creando un caos que atribuían a la protesta social, contribuyendo así a la campaña mediática de deslegitimación de las organizaciones populares.

Pero el primer premio en materia de metamorfosis con la policía se lo lleva esta semana ADRA, la asociación de radiotaxis de Argentina, que firmó un convenio con la Policía Federal e instaló radios en los móviles para comunicarse con el comando radioeléctrico de manera que sus choferes puedan “alertar acerca de sospechosos”.

Hemos hablado hasta el hartazgo de lo que es un “sospechoso” para un policía, famoso “olfato” mediante, y esencia de su función para ejercer el control social. ¿Qué será un sospechoso para un tachero? Imaginemos las pautas valorativas con que los taxistas determinarán si alguien tiene pinta de tal o cual cosa. Si al tachero no le gusta la pinta de rockero o punk de un fulano, o de homosexual de otro, llamará al comando. Si no le gusta la actitud que unos adolescentes cerca de un negocio o de un individuo al que la naturaleza le ha brindado una piel más oscura, llamará al comando.

Y después vendrá el cacheo en la calle y la identificación, o la averiguación de antecedentes, en el mejor de los casos.

¿Será casualidad que muchas agencias de radiotaxis son propiedad de altos jefes policiales que invierten en ellas los ahorros de toda la vida? (Cómo rinde ser comisario, aunque se quejan de los sueldos…) ¿Será casualidad que trabajar de taxista o remisero suele ser la perfecta “segunda ocupación” de mucho cana?

Así que además de las unidades que Solá entregó a la provincia, los gendarmes y prefectos que están en Santa Fe para reprimir a inundados y peces, se suman los tacheros buchones.

Es de destacar que esta propuesta también la tenía el ahora kirschnerista jefe de gobierno de la ciudad, el antiguo frepajista Ibarra, pero se les adelantó esta gente. No lo va a poder usar en la campaña, ¡que contrariedad, Aníbal!.

PROXIMAS ACTIVIDADES

Viernes 9 de mayo, 19,00: Concentramos frente a la Iglesia San Antonio de Padua, sita en la esquina de las calles Bariloche y Azamor de Ingeniero Budge para realizar la tradicional marcha de antorchas hasta el lugar de la masacre (esquina de Figueredo y Guaminí).