Patota empresarial ataca a trabajadores de Tiempo Argentino y Radio América

CORREPI

Un claro ejemplo de tercerización de la represión.

Esta madrugada, el empresario Mariano Martínez Rojas irrumpió con una patota en Amenábar 23, sede de la redacción del periódico TIEMPO ARGENTINO y estudios de RADIO AMERICA, hoy gestionados por los trabajadores ante la política de vaciamiento patronal con complicidad del estado que amenazó con su cierre a comienzos de año.

La patota atacó a los trabajadores que se encontraban presentes en el lugar, echándolos por la fuerza, lesionándolos y destrozando las instalaciones y los bienes personales y de la actividad específica de los compañeros.

El accionar delictivo del empresario y su grupo de choque fue además facilitado por los policías llegados al lugar, quienes en lugar de detener la agresión y aprehender a sus autores, se escudaron en la orden de la Fiscal Verónica Andrade a cargo de la Fiscalía Contravencional, Penal y de Faltas Nº. 6 que simplemente mandó a “impedir el ingreso de los trabajadores convocados en la puerta y a que salgan los que estaban dentro”.

Ante la firme actitud de los trabajadores, que pugnaban por defender su derecho al trabajo junto a organizaciones políticas, sociales y sindicales que solidariamente acudieron al sitio, la orden cambió y se logró ingresar, constatando la magnitud del ataque. No menos grave y bochornosa fue la nueva disposición de la fiscal, quien lejos de ordenar la aprehensión de los agresores, simplemente pidió su identificación sin ninguna medida asegurativa y permitiendo que se fueran del lugar, además, custodiados por los efectivos.

El caso es un claro ejemplo de tercerización de la represión, en donde el empresario cuenta con el guiño estatal (la omisión de la policía y las órdenes de la Fiscal lo avalan) para que la patota haga el trabajo sucio de los gobiernos patronales que lo administran.

Desde CORREPI expresamos toda nuestra solidaridad con los trabajadores y las trabajadoras de Tiempo Argentino y Radio América, honrados de que nos confiaran su patrocinio en la querella judicial, y, sobre todo, llamando a movilizarnos permanentemente en defensa de los derechos de los trabajadores.

¡Organización y Lucha!