CASO DURÁN: JUICIO CONTRA LA TORTURA. El turno del cabo Raúl Gastelú
Raul Gastelú, uno de los policías imputados por la tortura seguida de muerte del joven Sergio Gustavo Durán, enfrentará el próximo martes, un tribunal oral que podrá condenarlo a prisión perpetua. El juicio oral y público comenzará el 19 de abril a las 9:00, en la sala de audiencias lindante a la Unidad Penitenciaria Nº 39 del Servicio Penitenciario Bonaerense. De los cinco imputados en la causa, hay dos condenas a cadena perpetua y dos prófugos.
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El 6 de agosto de 1992, Sergio Durán de 17 años, fue detenido por averiguación de antecedentes y llevado a la Comisaría 1ª de Morón. Doce horas después, murió camino al hospital. Las pericias determinaron que murió a causa de las torturas sufridas en la Comisaría durante más de ocho horas con el denominado “submarino seco” (una bolsa en la cabeza para provocar asfixia) y con una picana eléctrica en los testículos. El caso Durán fue el primero desde 1983, en el que se comprobó el uso de la picana en una comisaría bonaerense.
Por el asesinato sólo estaba detenido el subinspector Jorge Ramón Fernández. El subcomisario Miguel Angel Rojido, el oficial Luis Alberto Farese, el cabo Hugo Nicolosi y el cabo Raúl Rodolfo Gastelú, integrantes del servicio de calle de la Comisaría, se dieron a la fuga y por tal razón, sólo el subinspector Fernández fue condenado a cadena perpetua en 1995.
Misteriosamente, todos los operativos judiciales que se ordenaban en busca de los profugados fracasaban. Frente al manifiesto encubrimiento policial y judicial que se movía en torno a este caso, la CORREPI junto a los familiares de Sergio, emprendieron la búsqueda de los cuatro prófugos.
En 1996, la CORREPI dio con el paradero del subcomisario Rojido y del cabo Gastelú. Un año después también fue descubierto el tercer prófugo, Luis Alberto Farese. Los tres fueron detenidos en ese entonces, aunque no por mucho tiempo.
En 1998, Farese se escapó y hasta el día de hoy, sigue prófugo. Los agentes Rojido y Gastelú, que estuvieron presos hasta 1999, gozaron a partir de ese momento del privilegio de estar libres hasta ser juzgados. Y, como para compensar la fuga de Farese, fue detenido el cuarto prófugo, el cabo Nicolosi.
El 20 Octubre de 2003 comenzó el segundo juicio oral contra Nicolosi, Rojido y Gastelú, pero estos dos últimos no se presentaron. El juicio continuó sólo contra Nicolosi, que fue condenado a prisión perpetua como coautor del delito de tortura seguida de muerte. El 21 de octubre de ese año se libró una nueva orden de captura nacional e internacional contra Rojido y Gastelú.
Nuevamente frente a la desidia judicial, la CORREPI buscó a Gastelú y lo encontró antes que la justicia y la policía. En Abril de 2004 comprobamos que el torturador vivía en el mismo domicilio que figura en su legajo policial y caminaba apaciblemente por las calles del barrio Moreno. Lo filmamos y entregamos las evidencias a la justicia, que lo mandó detener con el grupo de elite de Arslanián, la novísima brigada “antiprófugo” que protagonizó un fenomenal blooper por lo que nuevamente Gastelú se escapó.
Luego de la marcha que emprendió la CORREPI junto a la familia Durán donde responsabilizamos a Arslanián de la increíble huida de Gastelú, y tras la campaña de afiches que pregonaban “Si lo ve, NO le avise a la policía”, Gastelú fue recapturado en Nochebuena en la misma zona oeste del conurbano donde siempre se movió. Con inusitada rapidez se fijó fecha para desarrollar el juicio los días 19 a 22 de abril. Esperamos que esta vez Gastelú no se les escape y se logre una tercera condena en el Caso Durán. Restan dos prófugos en la causa, que seguiremos buscando.
A LA TORTURA SEGUIDA DE MUERTE, JUICIO Y CASTIGO.
Para mayor información:
Informe Caso Durán: “Torturó, mató, se quedó y no lo pescaron”