7 días: 2 muertos en cárceles y 6 casos de gatillo fácil. Movilizamos a Jujuy y San Juan.
Y el resto del año, también. Pero parece que los diciembres los pone a tiro, porque en siete días (del 16/12 hasta el 22/12) dispararon contra ocho personas, mataron a cuatro, enviaron a dos al hospital y dos personas murieron encerradas en los penales del Estado.
Los siguientes, son parte de los 4.971 casos que hoy registramos de personas asesinadas por el aparato represivo estatal, 264 desde el 10/12/2015, cuando asumió Cambiemos.
16/12. Córdoba. Érica Cortez, de 23 años, se “suicidó” en el penal de Bauer. Faltaban cinco meses para que cumpliera su condena y ya contaba con salidas transitorias.
17/12. Buenos Aires, Almirante Brown. Un teniente 1º del Comando Patrullas Lomas de Zamora dijo que “se vio obligado a disparar” cuando dos personas le quisieron robar el auto. Un joven de 22 años murió después de recibir dos disparos, el otro escapó.
19/12. Penal de Villa Las Rosas, Salta. Un preso de 47 años murió acuchillado. Las autoridades del Penal no dejaron trascender ni el nombre del muerto.
21/12. Lanús Oeste. Dos chicos intentaron robar un colectivo de la Línea 9. Un policía de civil les vació el cargador a los dos, ahora están internados. Uno de los chicos tiene 17 años y 6 balazos.
21/12. CABA, San Cristóbal. Un chico, del que todavía no tenemos nombre ni pudimos contactar a la familia, fue perseguido durante una cuadra por un policía. En el cruce de Jujuy y Carlos Calvo, el policía apuntó y gatilló. La bala fue directo a la cabeza. Muchas personas que circulaban o viven ahí vieron cómo el policía disparaba y escucharon un solo tiro. Pero después aparecieron doce vainas en la misma escena. Intentaron armarlo, pero no hubo enfrentamiento.
22/12. CABA, Caballito. Dos personas fueron perseguidas por una mujer policía cuando escapaban. Ariel Martín Santo murió, acribillado en la cabeza. Aunque quisieron justificar el fusilamiento con un enfrentamiento, sólo hay evidencia de balas de la policía, que fue detenida.
22/12. Córdoba. Lucas Leones Ruschi, 13 años, cruzaba el patio de la parroquia cuando fue fusilado con un tiro en la cabeza de parte del sargento Armando Murúa. Según él, disparó porque el chico intentó robar una motoguadaña. La familia contó que Lucas atravesaba el patio para cortar camino hacia el potrero del barrio.
22/12. Trujui, Moreno. Manuel, de 17 años, fue acribillado por la espalda, para luego ser rematado en el piso por un policía local de civil. Su amigo estuvo detenido y para estos momentos ya fue liberado. ¿La excusa del policía? Pensó que iban a robarle.
De 13 o 47 años, mientras cruzás un patio, esperás la salida transitoria o caminás por la calle. Sargento, Policía local o Federal. Una celda, una bala o todo el cargador.
Hay detalles que cambian, aunque la escena se repite todos los días, a lo largo y ancho del país: las fuerzas de seguridad reparten balas y palos a los pibes de barrio, a las personas encarceladas, a todo aquel que no tenga plata para comprar su seguridad. Esa seguridad que no es otra cosa que garantizar, justamente, la lluvia de balas y sangre sobre el pueblo trabajador.
¿Existió algún momento en el que las fuerzas de seguridad no mataran? No. Aunque hay momentos peores que otros.
Los que sí existieron, y existen, son los que, frente al pedido de paciencia, los cheques en blanco o la foto con el gobernante de turno, eligen no vender la sangre, porque eligen organizarse. Sí existen los que gritan incansablemente que la policía no está para cuidarnos, sino para cuidarlos.
Existen los que luchan.
Los que no vamos a comprar espejitos de colores o claudicar frente a las justificaciones, los que elegimos organizarnos y luchar contra la represión estatal.
Contra la represión ¡Unidad, organización y lucha!