Boletín Informativo N° 153

Correpi
10.Feb.02    Boletines Inf. 2002

SUMARIO
1- Cárcel a SANTOS
2- El hijo prodigo y represor de Grondona
3- Duhalde, Jaunarena y los milicos
4- Primero nos persiguen, después nos avisan
5- Torturas en Uruguay
6- Próximas Actividades

CARCEL A SANTOS
Y la jueza Servini de Cubría metió preso a quien era jefe de la Federal cuando masacraron a nuestro compañero Petete Almirón y otras cinco personas en Plaza de Mayo. Por ahora no funcionó la estrategia defensista de la obediencia debida, de los excesos y errores que implementara el abogado Carlos Zorraindo (viejo conocido de la CORREPI por ser habitual defensor de represores, como en el caso de “Fito” Ríos). No le sirvió a Rubén Jorge Santos echarle la culpa a sus superiores Mathov y Mestre argumentando que cumplió ordenes, ni responsabilizar a sus subordinados diciendo que se le “desbordaron”. Es que, si vamos a creerle a Santos, la condición de Jefe de la Federal es un carguito decorativo de quien no “corta” para arriba ni “pincha” para abajo. Que no nos venga con que por la Sala de Situación sólo pasó a mirar un ratito, ni que no sabía lo que pasaba, porque por todos los medios se difundía que estaban fusilando al pueblo.
Tampoco damos crédito a la teoría de la conspirativa interna policial contra “el comisario garantista” que algunos esgrimen como explicación del cariz que tomó la represión. Aun si fuese cierto que algunos subordinados de Santos aprovecharon las circunstancias para ajustar algunas cuentas con él dejándolo muy mal parado en sus declaraciones, francamente nos importa un comino. Las peleas intestinas dentro de la policía tienen más que ver con disputas por cotos de caza, es decir con las corruptelas propias de la institución inmaculada, que con propósitos más o menos democráticos. Tienen que ver con negocios sobre compra de armamento, uniforme y demás curros, y no con el “estilo” pseudo garantista que pueda tener un jefe de policía de “zapatitos blancos”.
Santos está bien detenido, y nos alegramos. Pero CORREPI -que no ha confiado nunca en jueces “democráticos” del sistema, y menos en la filoperonista Servini de Cubría con sus oportunistas ansias de justicia actuales- teme que Santos, o a lo sumo el ex secretario de seguridad interior Enrique Mathov, puedan convertirse en el techo de la investigación. Queremos a De la Rua, y de ahí para abajo queremos a todos en la cadena de mandos, incluso a aquellos que, sin ser funcionarios designados, “asesoraron” desde el entorno presidencial cómo llevar adelante la represión contra el pueblo. Y por supuesto, también queremos a los autores materiales de los asesinatos, y a aquellos que, habiendo cambiado las balas de goma por las de plomo, dispararon contra los manifestantes sin lograr matar a ninguno. En ellos hubo tentativa de fusilar y también son responsables. Tampoco en estos casos nos vengan con que los mandaron, y que “no pueden revisar la orden del superior”. La orden era moralmente inaceptable. Disparar armas letales contra manifestantes indefensos. Si la obedecieron, que se hagan cargo.
CORREPI tiene en esto y como siempre un compromiso intransigente. Castigo a todos los culpables. Pero en esta instancia, cuando un compañero nuestro cayó bajo las balas, haremos más firme que nunca aquella consigna de los años setenta: la sangre derramada no será negociada. Y menos para ser usada por politiqueros cómplices del indulto y las represiones menemistas o por comisiones integradas por radicales o frepasistas como si no hubieran pertenecido al mismo gobierno represor y hambreador que mató en Corrientes, en Salta y en Plaza de Mayo.

EL HIJO PRODIGO Y REPRESOR DE GRONDONA
En la editorial del domingo 10 de febrero del conservador diario La Nación el ex colaborador de (¿cuántas?) dictaduras Mariano Grondona tituló su habitual columna de opinión “En busca de los valores perdidos” e hizo un llamamiento y una apología de la represión. Enmarcado en el espíritu autoritario de los Mitre -propietarios del diario- y quizás ya apoyando la ideología archicapitalista de gorilas como Lopez Murphy (que anticipó la “necesidad” de un nuevo genocidio para “reestructurar” la economía) Grondona llamó -como en la parábola biblica del hijo pródigo- a que la sociedad argentina “abrace” nuevamente a sus militares y policías.
Grondona lo explicó en el marco de la detención de Santos y sostuvo que la crisis de valores que tiene el pueblo argentino no le permite “investigar con el mismo celo a los que querían tomar la Casa Rosada”. Esta afirmación le viene como anillo al dedo a aquellos que ordenaron la represión y sirve a las defensas de Mathov y el propio Santos. Pero además lo afirma sin siquiera intentar demostrar que ello fuera cierto, ni siquiera tiene la cara de basarse en un mísero y obviamente falso informe de inteligencia. Su objetivo es justificar la represión y poner a los caídos como enemigos de la “gobernabilidad” . Más abajo es más claro y saca del arcón el lenguaje castrense del subversivo apátrida, cuando se pregunta: “… Décadas de propaganda antimilitar y antipolicial, ¿nos han llevado a privilegiar ideológicamente a los subversivos y a los delincuentes? ¿Puede fundarse el orden republicano en este tipo de preferencias? Si debemos exigirles a las fuerzas del orden que respeten escrupulosamente las reglas que presiden su acción, ¿vamos a discriminarlas además frente a los violadores de la ley hasta que cunda la anarquía? En un clima como éste, ¿qué policía se animará a contener a los depredadores cuando lo llamemos desesperadamente para que nos proteja, si sabe de antemano que será él y no ellos el acusado?”
Despotrica diciendo que no se investigan los saqueos, como si fuera necesario saber que el culpable de los saqueos fue el hambre e ignorando la enorme cantidad de personas que, si bien excarceladas, siguen bajo proceso por ser pobres y reclamar alimentos, y no se enjuicia a los que “incendiaron” (parece que a Grondona le preocupan los camiones de empresas como OCA o el Excell Group quemados por la bronca popular más que las vidas humanas).
Remata Grondona diciendo que no se investiga a aquellos que “mataron no a 6 sino a 29 ciudadanos”. Y acá tiene razón, porque los jueces y fiscales de los distintos lugares del país en los que hubo muertes no están invstigando a quienes -desde las fuerzas policiales, Grondona- mataron al pueblo. Grondona, en su inefable caradurismo, pretende inducir a creer que, salvo los muertos de la Plaza de Mayo, los restantes fueron asesinados por manifestantes o por subversivos (nuevamente) cuando es público y notorio que, si no fue la policía de cada una de las provincias, fue la gendarmería y o algún asesino sin uniforme, de los que los Grondona justifica como “justicieros”. No fue el pueblo, porque el pueblo no se mata entre sí.
Grondona tiene la desfachatez -tan habitual en la derecha- de llamar “propaganda antimilitarista” a los 30.000 desaparecidos y “propaganda antipolicial” al millar de 1000 fusilados y asesinados en la tortura por la policía “democrática”. ¿Serán los seis millones del genocidio nazi “propaganda antiteutona”?
Para finalizar el “creador de opinión pública” dice que ante los “depredadores” (es decir los que se movilizan y protestan, ya que los banqueros, los empresarios y demás pulpos para Grondona no son depredadores) no se le puede exigir a la policía (y ya que estamos a la gendarmería, al ejército, etc.) que los enfrente pues “no se animarán” porque serán ellos los que terminen acusadas…
Grondona es verdaderamente como el hijo pródigo de la Biblia. Después de su publicitada “democratización” cuando se separó de Neustadt, con disculpas por haber apoyado dictaduras incluídas, ha vuelto expresamente a su casa, a abrazar a los suyos, los represores. Y quiere para ellos un cheque en blanco, para que sigan masacrando al pueblo combativo, con la garantía de la impunidad.

DUHALDE, JAUNARENA Y LOS MILICOS
Duhalde y su ministro el alfonsinista-delarruista Jaunarena están encontrando la vuelta para reprimir legalmente. Con la excusa de que no hay conflictos internacionales (el único conflicto es con el pueblo cansado de tanto ajusto y miseria) y que hay mucho contrabando en las fronteras, han ideado que sea el Ejército el que cuide los límites territoriales en sustitución de la fuerza encargada de hacerlo que es la Gendarmería. Semejante y loable faena tiene el propósito de liberar a la Gendarmería de ese fin institucional y ponerla a funcionar donde ha demostrado a lo largo de estos años muchísimo profesionalismo, es decir en la represión al pueblo.
Desde Corach hasta Mestre, pasando por Storani, las represiones en distintos lugares de Argentina fueron reflejo de cómo la Gendarmería gasea, palea y mata con mayor eficacia que los policías. Brinzoni y los oficiales contentos como con juguete reencontrado.

PRIMERO NOS PERSIGUEN, DESPUES NOS AVISAN
Como se recordará, a mediados del año pasado la CORREPI descubrió que varios de sus abogados estaban siendo investigados por el Servicio Penitenciario bonaerense. Interpuesto un recurso de habeas data, debió declarar el jefe de Inteligencia Carlos Scheffer, responsable de la orden de espiar y controlar a los compañeros, quien reconoció haber dado esa orden, que no había justificativo alguno para la misma y que nunca con otros abogados había procedido de la misma manera. En suma, admitió que la persecución era ilegal.
Esta loable labor mereció para el entonces gobernador Ruckauf el ascenso a la máxima jerarquía de candado del susodicho Scheffer. Esto mereció la indignación de los compañeros, que fue trasmitida por el presidente del Colegio de Abogados de la provincia a las nuevas autoridades.
Apenas unos días después, se comenxaron a recibir llamadas telefónicas de un anónimo “amigo” en el estudio de dos de los abogados de CORREPI, advirtiendo que el mentado Scheffer, su segundo de apellido Puente, un funcionario Bagnasco y el secretario de políticas penitenciarias eran “tipos pesados” a quienes molestan ciertas actitudes de algunos funcionarios judiciales y de abogados de DDHH. Dijo el anónimo interloculor que este grupo ya había atentado contra la defensora oficial Gómez (en el 2001 la funcionaria fue amenazada y tirotearon su automóvil) y que lo harían contra el juez Borrino porque “joroba con el asunto de los habeas corpus en cárceles”. Finalizó el informante refiriendo que se “estaba preparando un atentado contra alguno de Uds. cinco”, a los que después identificó específicamente. El motivo, que “les rompemos las pelotas con las torturas”.
Se ha iniciado la denuncia por el aviso y el día martes los compañeros Zimerman, Smietniansky y Stragá serán recibidos por el ministro Genoud, del que, dicho sea de paso, desconfiamos por haber sido comisario y abogado de la bonaerense antes de dedicarse a la labor política.

TORTURAS EN URUGUAY
Del otro lado del Río de la Plata también se consigue. Varios efectivos oficiales y agentes de la Dirección de Investigaciones de la Jefatura de Maldonado fueron procesados por torturar a un detenido por presunto tráfico de estupefacientes. Durante los interrogatorios, los policías lo golpearon duramente, le efectuaron “piquetes de ojos” y lo quemaron con cigarrillos, buscando que confesara su condición de delincuente. Al no poderlo lograr, el detenido fue puesto en libertad, pero no sin antes ser amenazado para que no hiciera la denuncia que de todas maneras hizo.
El jefe de Policía de Maldonado, el inspector Mario San Pedro, atribuyó a “una equivocación” la afición por la tortura de sus subordinados. Dijo que “La función policial es dura; el trabajo en la calle es duro; la seguridad, el combate a la delincuencia no se hace en escritorios, se hace en la calle. Se trata de una tarea compleja, por eso a veces algunos nos equivocamos,” dijo el inspector sin darse cuenta que él mismo confesaba haber torturado.
En el colmo de la sinceridad, San Pedro refiriéndose a la tortura dijo “Estos hechos son lamentables, nos duelen,” las torturas policiales “han existido, existen y quizás van a seguir existiendo porque se trata de un trabajo muy complejo.”
De este lado del Río de la Plata, también se consiguen torturadores. Ahora, bocones como el uruguayo, pocas veces.

PROXIMAS ACTIVIDADES

Jueves 14 de febrero, 19:00, nueva reunión en la sede de la Liga Arg. por los Dchos. del Hombre, Corrientes 1785, 2º “C”, para coordinar la organización de la marcha del día 20, a dos meses de las jornadas de diciembre.

Viernes 15 de febrero, Marcha de familiares de víctimas de gatillo fácil Zona Sur a los Tribunales de Lomas de Zamora, reclamando juicio y castigo a los asesinos de uniforme, y en especial en repudio a la decisión de la jueza Marisa Salvo de excarcelar al policía Burghess, asesino del joven estudiante Ignacio Puente a fines del año pasado.

Domingo 17 de febrero, 16:00 en el Parque Centenario (junto al mástil) la organización ACÁ CON NOSOTRAS recordará a las prostitutas de Santa Cruz que se negaron a brindar servicio a los milicos del Gral. Varela, autores de la masacre de la Patagonia Trágica y los echaron a palazos del burdel. LA UNICAS DIGNAS.

Miércoles 20 de febrero, 18:00, concentración de organizaciones de DDHH, sociales, políticas y de trabajadores y desocupados en Plaza Congreso, para marchar a las 20:00 a Plaza de Mayo bajo las consignas “CASTIGO A LOS RESPONSABLES POLÍTICOS Y MATERIALES DE LOS ASESINATOS DEL 20/12 - BASTA DE REPRESIÓN - BASTA DE IMPUNIDAD - Por la libertad y el desprocesamiento de los luchadores populares - Juicio y castigo a los asesinos de ayer y de hoy”. En Plaza de Mayo confluiremos con las Asambleas Populares Barriales, ya que la Asamblea Interbarrial ha resuelto que el cacerolazo de esa semana se realice el día 20 al cumplirse dos meses de la jornada de insurrección que costó seis muertos en la ciudad de Buenos Aires y más de treinta en todo el país.

Domingo 24 de febrero, desde las 15:00 en la estación de R. de Escalada: Festival en homenaje a Carlos “Petete” Almirón en el marco de los actos en el segundo mes de la masacre. Convoca Comisión de familiares y amigos.

Sábado 2 de marzo, 18:00, marcha en Floresta (Gaona y Bahía Blanca) en reclamo de Justicia para los tres jóvenes asesinados por el policía Velaztiqui el 29/12/01.

CORREPI
Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional