Boletín Informativo N° 379

EL PATÉTICO DR. ANÍBAL
Patético él, patética su policía, patético el dispositivo que implementó el martes pasado en los tribunales porteños. Dos carros hidrántes, varios patrulleros, un par de colectivos, una cincuentena de gorilas armados con esos palos y esos escudos, esas botas y esos cascos. ¿Contra quién? Contra la movilización del MIJD, integrada por unas trescientas personas, que en su mayoría eran mujeres sexagenarias o con niños de pecho.

Mientras el Tribunal Oral 6 absolvía a Raúl Castells, en el enésimo juicio oral que se le impone, siempre acusado de extorsionar, esta vez a un Mc Donald’s, afuera una cantidad desorbitada de policías perturbaba la tranquilidad ciudadana. El patético Ministro del Interior mandó cortar todo, desde la Av. Córdoba hasta Corrientes. Mandó desviar el tránsito, provocar embotellamientos, organizar demoras. Para “preservar el orden público”. El orden de ellos. El patético orden K. Para que no se produjeran “desmanes” provocados por indefensos desocupados y jubilados que protestaban contra la criminalizaciòn de la protesta.

Pero sobre todo para que la clase media piense que la culpa de todo -en especial del caos de tránsito que tanto los enerva- la tienen los piqueteros y todos los que se oponen al sistema.

ABSOLVIERON A TODOS
Zafaron. Los absolvieron a todos. Por el “favor rei” o sea el beneficio de la duda. Beneficio que generalmente no alcanza si los acusados son civiles. Cinco policías de la Federal, que habían llegado a juicio por “causas fraguadas” es decir acusados de armar falsos operativos para incriminar inocentes, terminaron absueltos. Se les imputaba “privación ilegal de la libertad”, “falsedad ideológica” y “falso testimonio”.

El fallo, dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 16 esta semana, abarcó tres procedimientos registrados en la Capital Federal entre 1997 y 1998. Desgraciadamente los delincuentes de uniforme zafaron porque solamente una de las cinco víctimas de este accionar se presentó al juicio a ratificar lo que le había pasado. Para contar que los levantaron y les armaron causas para facilitar ascensos o hasta para hacer estadísticas, aprovechando que las víctimas, por su condición de pobres de toda pobreza, y sobre todo de influencia económica y social, no podrían defenderse.

Todos los hechos ocurrieron cuando los policías acusados trabajaban en la Superintendencia de Seguridad Ferroviaria. Les habían armado similares trampas a un albañil y un electricista, los dos peruanos y desocupados; a un obrero que buscaba trabajo en la Iglesia de San Cayetano y a dos jóvenes vendedores ambulantes. Todos fueron detenidos y acusados de delitos graves pero la Justicia los declaró inocentes y abrió procesos contra los policías. El primer caso ocurrió el 5 de setiembre de 1997 cuando dos jóvenes peruanos que estaban en Cobo y Curapaligüe (en Flores, donde funciona una bolsa de trabajo) dijeron que fueron tentados por un hombre para hacer una changa. Luego los detuvieron en Retiro con un bolso que el hombre les había dado, en el que había billetes falsos, granadas, armas y un croquis de la estación.

El 14 de enero de 1998 un desocupado que había ido a la bolsa de trabajo de San Cayetano contó que un joven de “buena presencia” lo contrató para una changa y lo llevó en remise hasta la Estación Constitución. Allí lo detuvieron y acusaron de tener 52 gramos de marihuana y 109 gramos de cocaína.

Finalmente el 27 de agosto de 1998 dos chicos, de 17 y 19 años, dijeron que un joven les ofreció 20 pesos para trasladar unas cajas desde Retiro a Constitución. Cayeron en la terminal de ómnibus con 23 envases de desodorante cuyas tapas contenían bolsitas con marihuana y cocaína.

Esta es la Policía Federal a la que le quieren dar mayores facultades “para combatir el delito”. El defensor de los canas es Marcelo Rocchetti, que también defiende al ex jefe de la Federal, Roberto Giacomino. O sea otro de los que puede ingresar en la galería de “Abogados de Represores” junto a Argibay Molina, Gregorio Badeni, José Scelzi y otros tantos.

GATILLO FACIL EN SAAVEDRA
El 14 de abril Javier Diego Sánchez, de 21 años, salió de su casa en Isidro Casanova y viajó hasta el barrio de Saavedra en la ciudad de Buenos Aires. Diego se ganaba la vida vendiendo artículos de limpieza a domicilio. El viernes santo, semi-feriado, era un buen día para encontrar gente en sus casas y ofrecer su mercadería.

Para el mediodía, sin embargo, la cosa no venía bien. Apenas había vendido unos veinte pesos, bien lejos de la “diaria” necesaria para cubrir el viaje, reponer la mercadería y que quedaran unos pesos para el puchero. La panadería “Las Familias”, en la avenida Congreso al 5000, estaba abierta. Entró a ofrecer a la dueña sus rejillas y rollitos de virulana, pero la mujer no le compró nada. Antes de irse, alcanzó a ver que la caja registradora estaba abierta, y que la señora se iba al fondo del negocio. Diego se tentó, volvió a entrar y manoteó unos pocos billetes de diez pesos. No se dio cuenta que una campanilla anunciaba el ingreso de gente al negocio, por lo que la dueña volvió al salón y lo pescó literalmente con las manos en la masa.

La mujer gritó y lo corrió. Diego salió disparado como alma que lleva el diablo, y detrás de él, el hijo de la panadera, que estaba en la vereda. Los gritos alertaron a unos transeúntes que lo frenaron en la esquina. Diego forcejeó, tiró el dinero y la bolsa con su mercadería y siguó corriendo. El hijo de la panadera levantó el dinero y la bolsa con 3 trapos de piso, 2 esponjas de baño, 4 rollos de virulana y 20 curitas, y se volvió al negocio con el inesperado regalo. Ahí hubiera terminado la historia, con flor de lección aprendida para el improvisado ladrón que en el intento perdió el posible sustento del día, si no hubiera sido que en la otra esquina la escena había sido vista por el Agente Juan Gastón Pereyra, de la 39ª.

Pereyra corrió por una calle paralela y vio al chico, que seguía corriendo, a una cuadra de distancia. Gritó “parate, parate”, y disparó una vez. No lo podía alcanzar, y encima al cruzar una calle lo demoró un auto que casi lo atropella. Diego ya llegaba al terraplén del ferrocarril Mitre. Con una agilidad que el policía no se animó a imitar, saltó la alambrada, y siguió corriendo al costado de la vía. Más disparos. Unos pocos pasos más, y cayó. La bala entró por la ingle izquierda, y lo atravesó en diagonal. Grandes vasos, intestino, vejiga, hueso sacro. En minutos había muerto. “Le tuve que tirar” dijo Pereyra a los primeros policías que llegaron alertados por los llamados de los vecinos que oyeron los disparos. “Tenía más a mano mi arma personal”, agregó para justificar que usó una Bersa Thunder calibre 40 en lugar de la reglamentaria.

Por supuesto que al rato se secuestró un revólver, supuestamente hallado a tres metros del cadáver. Un revólver español tan viejo y estropeado que más que “perro”, es una jauría. Por supuesto que el policía es el único que dice que Diego empuñaba el arma y que le apuntó varias veces en la carrera. Cosa rara, que si estaba armado no hubiera evitado que la señora lo echara de la panadería, ni tratara de asustar apuntándolos a los que lo pararon en la esquina. Cosa rara que desde el comando radioléctrico se preocuparan por preguntar con insistencia si el “arma del caco” estaba secuestrada, y si el disparo que lo había matado era de frente. Parece que ahora tienen indicaciones de evitar los incómodos tiros por la espalda.

La mamá de Diego, Carmen Sánchez, se contactó de inmediato con CORREPI y nuestros compañeros abogados ya están trabajando en la causa, que para felicidad de todos (los policías) tramita en la moderna Fiscalía de Distrito de Saavedra. En el mes transcurrido, y pese a la presión de la querella, sólo tomaron declaración testimonial a un puñado de policías y a dos o tres civiles, además de agregar los informes periciales elaborados por otras dependencias (autopsia, pericia balística, etc.).

Dato no menor, el policía Pereyra es “carne fresca”, como dicen en la fuerza. Promoción 2005, con cursitos de DDHH y esas maravillas de la nueva formación policial. Sigan, nomás.

ISRAEL CRIMINAL DE GUERRA
Como parte del genocidio contemporáneo, como parte de la política de exterminio de parte de Israel sobre el pueblo palestino, un buque de guerra de esa nacionalidad bombardeó una playa colmada de bañistas palestinos en la Franja de Gaza. Las familias palestinas que, aprovechando el feriado del día viernes, decidieron pasar un día de playa sobre el mar Mediterráneo, fueron sorprendidas por el fuego de la cañonera israelí. Como consecuencia de esta agresión inexplicable hubo al menos once muertos y cientos de heridos. Las escenas que recorrieron el mundo fueron desgarradoras.

La respuesta de Israel, entre mandar a un vocero militar a pedir disculpas o decir que se trató de un hecho intestino derivado del enfrentamiento entre el presidente palestino Mahmud Abbas y el partido Hamas, resultan una burla al mundo entero.

Peor fue la respuesta de su socio y patrón, Estados Unidos, que “llamó a Israel a reflexionar sobre sus acciones”, pero remarcó que ese país “tiene el derecho a defenderse”. ¿De qué? ¿de los sandwiches del picnic sobre la arena? ¿de las baldecitos y rastrillos de niños?.

Este ataque sionista debería obligar a las Naciones Unidas a aplicar sanciones severas contra Israel. Ni siquiera en tiempos de guerra está permitido atacar a poblaciones civiles. El bombardeo israelí es un crimen de guerra condenado por las Convenciones de Ginebra, y sus autores, tanto los que ordenaron como los que ejecutaron, son criminales de guerra.

LIBERTAD A CHACHO
El jueves 15 ante la Cámara de Casación Penal, ubicada en Comodoro Py 2002 del barrio de Retiro, se desarrollará una audiencia en la que la defensa reclamará nuevamente la libertad del compañero Ricardo Chacho Berrozpe, detenido desde diciembre del año pasado a raiz de la movilización antiimperialista del 4 de noviembre en Mar del Plata.

Si bien en diciembre logramos arrancar al juzgado federal de Mar del Plata el arresto domiciliario, y todavía está pendiente que la Cámara Federal de la misma ciudad resuelva sobre la apelación al procesamiento del preso político del gobierno proimperialista de Kirchner, vamos a la Cámara de Casación este jueves a exigir su libertad sin restricciones.

Diversas organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos se congregarán a partir de las 9:00 frente al edificio de la justicia federal a reclamar a los jueces, ejecutores de las órdenes del poder político, la libertad del compañero Chacho.

DE TODO COMO EN BOTICA
Esta semana ha sido pródiga para las hazañas policiales. Los bonaerenses han dado cátedra de cómo ser chorros. Están los que se quisieron robar un cajero automático de un banco en Lomas de Zamora. Ante el ruido de los taladros la alarma empezó a sonar y llegaron varios patrulleros a detener a los audaces ladrones. A los primeros que llegaron, los ladrones les exhibieron credenciales de la bonaerense, y como entre bueyes no hay cornadas, los dejaron ir. Hicieron doscientos metros y fueron vueltos a interceptar por otros policías de otra jurisdicción, que terminaron metiendo presos a los dos del banco y están investigando los seis que los dejaron ir.

También tenemos los del grupo Marea Azul, que con órdenes de allanamiento falsificadas, entraban en las humildes casas de Laferrere y, delante de los dueños, robaban los objetos de valor, que después revendían sus socios de civil.

O el ex sargento de la Policía bonaerense que agarraron, acusado de integrar una banda de delincuentes que en agosto de 2004 asaltó una estancia en el partido de General Las Heras y se tiroteó con otros policías.

Finalmente, el domingo trascendió que el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián, exoneró a tres oficiales de la comisaría 4ª de Pilar, que sacaron un camión Mercedes Benz de un depósito de la delegación de Manuel Alberti, y lo devolvieron a los tres días sin el motor, la caja de velocidades, las ópticas delanteras, el equipo de radio, los parlantes y las chapas patentes, y con partes otras cambiadas.

Además de la sanción impuesta, los policías fueron imputados por el delito de violación de medios de prueba en una causa en la que interviene la UFI 5 del Departamento Judicial San Isidro.

TENDENCIAS SUICIDAS
En alguna declaración, un torturado por la policía decía que lo que más duele es escuchar las risas de los torturadores. El diario El Litoral de Santa Fe publicó hoy que Pedro Herrera, de 45 años, fue hallado ahorcado en su celda cuando le faltaban apenas días para salir en libertad.

Cuando Christian Domínguez apareció muerto en la 1ª de Berisso los canas dijeron que se habría deprimido, y por eso se había colgado con su cinturón. Christian, que había sido desprovisto de su cinturón al ingresar, tenía afuera una nena y una familia. Que lo esperaban.

Pedro tenía apenas días para estar en libertad. El archivo de muertes en manos de la policía nos demuestra todo lo contrario de lo que se ve en las películas, cuando arrancan con una ínfima sospecha de que un suicidio puede ser en realidad un asesinato. En las cárceles y comisarías, la ínfima sospecha es que un suicidio pueda ser en realidad un suicidio, porque los canas no sólo se entretienen asesinando gente, sino también armando el circo. Menospreciando al muerto y a la familia, aprovechando cada centímetro de la impunidad que el gobierno les brinda.

PROXIMAS ACTIVIDADES

Lunes 12 de junio, 9:00, apertura al juicio contra los policías que torturaron y asesinaron a Andrea Viera. Concentramos desde las 9:00 en los tribunales de Quilmes. Convoca: Multisectorial de Varela.

Martes 13 de junio, jornada de denuncia por Ramiro Sebastián “Chino” Gorondona a 7 meses de su desaparición. Concentramos a las 11:30 en la estación de tren de La Plata para ir a la Plaza San Martín donde se harán volanteadas y se denunciará el caso.

Jueves 15 de junio, 9:00, concentración en Plaza Canadá (Retiro) para ir a los Tribunales de Comodoro Py durante la audiencia en la que el compañero Ricardo “Chaco” Berrozpe comparecerá ante la Cámara de Casación reclamando su libertad.

Martes 20 de junio, en La Plata, apertura al juicio contra el genocida Etchecolatz. Paralelamente se realizará en la calle un juicio ético y popular con participación del espacio ¡Justicia Ya! y la Multisectorial La Plata.

Viernes 23 de junio, 15:30, escrache a la casa de gobierno de La Plata en las vísperas del nuevo aniversario de los asesinatos de Kosteki y Santillán. Convoca Multisectorial La Plata.

CORREPI