Boletín Informativo N° 382

Correpi
02.Jul.06    Boletines Inf. 2006

SUMARIO
1- Con esa “cara”…
2- A 3 años del asesinato de Rodrigo, volvimos a la distrital
3- Expandiendo el negocio al exterior
4- Gatillo fácil de gendarmería
5- Lucas Ivarrola y el gobierno de los DDHH
6- Amenazas a la familia del “Pule” Otero
7- Próximas Actividades

CON ESA “CARA”…
“Ustedes van a ser la cara del Estado de la Ciudad ante los vecinos, por eso es importantísimo el compromiso con el cumplimiento de la ley”, dijo hace un año el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, cuando en compañía de su hermana, la Senadora Nacional Vilma Ibarra, puso en funcionamiento la Guardia Urbana, un cuerpo creado con 300 integrantes y que hoy ya cuenta más de 600, teóricamente pensado para “fortalecer la presencia del Estado en el espacio público de la ciudad con el objetivo de desarrollar acciones de prevención, disuasión, mediación y persuasión”.

Los vemos a diario, jovencitos con “look” universitario, ellos con pelo largo, ellas maquilladas, patrullando las calles y pidiendo a los automovilistas que se pongan el cinturón de seguridad, bien lejos de la imagen del policía bravo. Pero de a poco se nota que le van tomando el gusto a eso de andar semi uniformados y controlando a los demás, y aunque seguramente en el cursito de formación les habrán dado algún sermón correctísimo sobre los derechos humanos, el respeto a las personas, la prevención y la mediación, ya empiezan a hacerse públicos hechos en los que estos semi policías comunales muestran que quien “parece” policía pronto actúa como tal.

El sábado pasado, en un conocido centro comercial porteño, fue detenido uno de estos modernos Guardias Urbanos, mientras simulaba ser policía, interrogaba turistas y portaba arma de guerra. Fue sorprendido por una persona que lo conocía, y que alertó a personal policial de verdad. Cuando los agentes de la 17ª llegaron, el falso policía les aseguró que era un verdadero efectivo y que estaba “custodiando a un funcionario del gobierno”. La verdad es que, vestido con el uniforme de la PFA y portando una pistola Bersa calibre 9 milímetros, hacía unos pesos extra extorsionando turistas y comerciantes. ¡Linda cara la del GCBA!.

A TRES AÑOS DEL ASESINATO DE RODRIGO, VOLVIMOS A LA DISTRITAL
Se cumplieron tres años de aquella noche en la que el súper entrenado oficial Cristian Solanas, “formador de formadores” según su jefe del Comando de Hurlingham, y experto en “situaciones de crisis y de identificación de personas en la vía pública” le metió un balazo en la espalda a Rodrigo Corzo, porque le olfateó mal que un pibe joven y de barba manejara un auto tan bien cuidado.

Ejemplo de libro de policía de gatillo fácil, Solanas “sospechó” y disparó. Y cuando vio que iba a tener problemas, porque el auto estaba limpio y era del padre de Rodrigo, con ayuda de su acompañante, el sargento Núñez, plantaron todo lo necesario: un arma convenientemente disparada primero para que tuviera residuos de pólvora, una cédula verde de un auto robado unos días antes, un documento de identidad también robado. Y juntos inventaron “una de cowboys”, con testigo trucho y todo, uno que terminó reconociendo que no vio nada, pero que conocía a los dos policías y siempre los saludaba cuando pasaban por su comercio.

La rapidez con la que reaccionaron los padres y hermana de Rodrigo, hoy integrados a CORREPI, permitió desbaratar el escenario montado por los canas. Pudimos probar que no hubo disparos desde el auto, que no hubo un fantasmal acompañante que se esfumó en las sombras de la noche, y Solanas está preso, esperando el juicio oral que empezará en el mes de febrero del año que viene. Núñez, en cambio, sigue en la fuerza, trabajando en al comisaría de Las Catonas en Moreno, a pesar de que ni su madre le habrá creido eso de que no vio el momento del disparo porque sufre de vértigo, entonces al subir al puente del Acceso Oeste “cerré los ojos y aceleré”…

El lugar donde prestaba servicios el oficial Solanas es hoy la sede de la Policía Distrital de Hurlingham, en el “nuevo diseño” de la policía bonaerense. Allí marchamos el jueves 28 unos doscientos familiares de víctimas del gatillo fácil, militantes de CORREPI, de la Coordinadora Antirrepresiva Oeste, de las organizaciones que la componen, de la Mesa de Escrache y vecinos y amigos de Rodrigo, entre los que se destacaban sus compañeros de la Chinaka Murguera, con sus trajes de luces, sus bombos y redoblantes.

En las diez cuadras que recorrimos por la avenida Vergara no quedó árbol, muro ni metro de asfalto sin la pintada con stenciles o el afiche pegado. No hubo automovilista, peatón, camionero o colectivero que no se recibiera su volante. En la taquería, como las veces anteriores, doble valla y doble fila de rambos y tortugas ninja protegiendo la entrada. Desde la terraza, la infaltable cámara filmándonos, como si no supieran ya quiénes somos. Frente a la distrital el megáfono fue de los familiares. Delia Garcilazo, Ramona Núñez, Laura Bárzola, Nancy y Sandra Otero, Zuni y Nicanor Bogado, Cucú Cabrera, y por supuesto Narciso y Ely Corzo, todos tuvieron algo para decir, para señalar a los asesinos y denunciar a sus patrones, los gobiernos provincial y nacional.

Cerró Micaela, la hermana de Rodrigo, que a pesar de la emoción se hizo oir fuerte y claro cuando dijo “nos han querido vender la nueva policía, preparada y educada para respetar los derechos de las personas. Desde CORREPI decíamos el año pasado, para esta misma fecha y en este mismo lugar, que la nueva policía, la BS.AS.2, era una farsa, una nueva lavada de cara por parte del “gobierno de los DDHH”. Decíamos que seguirían asesinando pibes en nuestros barrios, que un simple cambio de uniforme o una nueva cúpula, no representaban en absoluto un verdadero cambio en el proceder de estos asesinos. El caso de Hugo Krince lo demuestra claramente, la nueva policía, la de los DDHH, asesinó al pibe en Sarandí con los mismos métodos de su antecesora, y una encuesta probó que el 52% de los futuros “policías modelos” están a favor de la pena de muerte, aprueban la tortura y consideran que todo pibe morocho, del conurbano bonaerense, con pinta de pobre, tiene perfil de delincuente. ¡Esta es la nueva policía del presidente Kirchner!”. No dejó de señalar Micaela que Kirchner, que no estaba allí para escuchar el reclamo de su familia, sí estaría en Hurlingham al día siguiente para inaugurar un estadio en compañía de Evo Morales, haciendo lo único que le interesa hacer: campaña electoral, mientras su policía fusila un pibe día por medio.

EXPANDIENDO EL NEGOCIO AL EXTERIOR
Que el gobierno dice que quiere aumentar las exportaciones, es un hecho. Y que la policía es la principal organización traficante de drogas en Argentina, también es un hecho. Lo novedoso de esta semana fue la combinación de ambos hechos, cuando se difundió la noticia de que en enero el oficial de la policía bonaerense José Horacio Aguirres, de la comisaría 2ª de Avellaneda, fue detenido al intentar abordar un avión de Iberia con destino a Jordania en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Llevaba más de dos kilogramos de cocaína en un doble fondo de su equipaje.

Parece que les tomó bastante tiempo decidir la exoneración, porque recién ayer el ministro de seguridad bonaerense, León Arslanián, lo resolvió. No es el primer caso de tráfico en alta escala en tiempos recientes. El teniente primero Gustavo Javier Escobar (escalafón de la impoluta Policía Bs. As. 2, esa de la propaganda con musiquita emotiva) fue detenido el 8 de agosto del año pasado con cuatro kilos de cocaína en su automóvil. El oficial Marcos Antonio Tchorek, de la misma fuerza, fue detenido el 25 de noviembre pasado cuando vendía estupefacientes en su casa de Avellaneda. Hace apenas días, en la ciudad de Colón, otro policía, esta vez de Pergamino, fue detenido con dos cómplices cuando preparaban un importante embarque de drogas. En 2005, en Ushuaia, una investigación que había comenzado en Mendoza logró desbaratar una banda que utilizaba “mulas” que ingerían cápsulas con droga para transportarla desde Bolivia a distintos lugares del país. Uno de los jefes, detenido en el sur, era un ex integrante de la División Drogas Peligrosas de la Policía de Tierra del Fuego, que últimamente desarrollaba tareas en el Comando de Operaciones Policiales.

Así que los muchachos no sólo trafican, también están en la expansión económica, exportando e importando. Vamos, todavía.

GATILLO FÁCIL DE GENDARMERÍA
El titular da la noticia como si la muerte se hubiera producido por una desgracia natural: “Murió al quedar en el medio de una balacera”. Como si en medio de una tormenta le hubiera caído un rayo. Siempre titulan así, como si estas cosas, simplemente, pasaran, y hubiera que resignarse. Como cuando dicen “el arma se disparó”. Naturalicemos la represión del estado, acostumbremos a la gente que lee el diario a la idea de que si uno camina por Fuerte Apache y un gendarme dispara, y lo mata, la noticia no es “Gendarmería fusiló vecino de Ciudadela”. No. La noticia no es que lo mató gendarmería, sino que “se murió”.

Y como para minimizar el daño, sin duda considerado colateral por los investigadores judiciales, que deben andar buscando a los ladrones prófugos en lugar de averiguar cómo fue que este hombre de 40 años recibió el disparo de 9 mm en pleno pecho, un vocero de la fiscalía aclaró: “Se trataba de un hombre que tenía un plan trabajar y que se encontraba justo en la línea de fuego de los delincuentes”. Finalmente, va a terminar siendo culpa del pobre desocupado, que no miró por dónde caminaba…

LUCAS IVARROLA Y EL GOBIERNO DE LOS DDHH
Lo que le pasó a Lucas Ivarrola, de 15 años, es bien conocido, ya que el tema fue tapa de todos los diarios del país. Tres hermanos, dos de ellos suboficiales de la armada, lo secuestraron cerca de su casa en Las Catonas, lo torturaron, le pegaron tres tiros, y aún vivo lo prendieron fuego porque creían que les había robado un televisor. ¿Se acuerdan de Cristian “El Chavo” Campos, secuestrado, torturado, baleado y quemado igual en Mar del Plata por varios policías? ¿Se acuerdan de tanto pibe levantado por la cana, que después apareció en un arroyo -como Balbuena, en Concordia- o en un cañadón, como Bordón en Mendoza? ¿Se acuerdan, por lo menos, de José Luis Cabezas?.

Nosotros nos acordamos de todos, y cuando leimos lo que los marinos Romero hicieron a Lucas pensamos en todos esos otros pibes, que ya son casi 2.000, torturados, quemados, asesinados por uniformados a lo largo y ancho del país por el aparato represivo del estado en estos 23 años de gobiernos constitucionales. Pero el Secretario de Derechos Humanos del Gobierno de los Derechos Humanos tiene un problema evidente con la memoria reciente, porque para Eduardo Luis Duhalde la única campana que resonó fue la de la dictadura militar, y salió a decir que es preocupante que el caso “remite al terrorismo de estado y obliga a reflexionar sobre el pasado dictatorial”.

Otra vez, como su lejano pariente, el otro Eduardo Duhalde, cuando era gobernador en 1996, el cuento de los “bolsones de autoritarismo resabio de la dictadura”, la excusa de “la herencia trágica del pasado que la democracia no ha sabido resolver”. Cuento, historia, que nos quiere hacer creer que el gatillo fácil, la tortura, la conciencia de impunidad de los miembros de las FFSS y FFAA, no tienen nada tiene que ver con el presente ni con “este” estado democrático.

Duhalde el gobernador inventó la tesis de la “herencia de la dictadura” justo después del asesinato del Chavo Campos, cuando ya no le daba la cara para seguir con la anterior justificación del loquito suelto o la manzana podrida. Duhalde el secretario de Kirchner repite ahora la misma letanía, como si desde 1983 a la fecha nunca hubiera muerto un solo pibe fusilado por un uniformado, como si en este mismo momento no hubiera un cana o un guardiacárcel torturando un preso, como si nunca hubiera habido un gatillo fácil o un secuestro como el de Lucas, tan parecido al de Bru o al de Núñez.

Reflexionemos todo lo que querramos sobre “el pasado dictatorial”. Pero no dejemos que nos tomen de boludos, y reflexionemos -y actuemos- sobre el presente represivo.

AMENAZAS A LA FAMILIA DEL “PULE” OTERO
En el boletín 377 informábamos cómo el escurridizo Tribunal Oral 1 de La Matanza abandonaba el caso Otero debido a que la defensa del policía asesino Raúl Smith señalara una supuesta parcialidad del tribunal a favor de la familia de la víctima. Según la defensa del policía era evidente que el tribunal se manifestaba a favor de los Otero y en detrimento de su cliente, por lo tanto para que no quedaran dudas sobre la transparencia de la “justicia Argentina” el tribunal decidió dar paso al costado… Al día de hoy no se sabe nada del nuevo tribunal, que tendrá que recomenzar el juicio de cero.

Pero no para ahí el manoseo por parte de las autoridades para con la familia Otero: El pasado miércoles 21 de Junio a las 8 de la mañana, en el cruce de las calles Cristianía y Central del barrio de Ciudad Evita, Nancy una de las hermanas del “Pule”, se disponía a abordar el colectivo que la acercaría a su trabajo cuando de repente, y ante la vista de automovilistas y transeúntes, un Ford Falcon color amarillo se subió a la acera. En actitud de intentar embestir a Nancy frenó a centímetros de la compañera mientras uno de sus ocupantes le advertía: DEJATE DE JODER, HIJA DE PUTA…

Inmediatamente Nancy nos alertó sobre lo sucedido y realizó la denuncia a la fiscalía correspondiente, a la que no le puede resultar muy difícil encontrar el auto, con toda la pinta de ser de la brigada del barrio. Este tipo de accionar mafioso es uno de los tantos métodos de apriete a los que acuden las distintas fuerzas para espantar a testigos o familiares de víctimas de la violencia institucional, siempre que vean en riesgo la impunidad de la que gozan habitualmente.

La familia Otero no está dispuesta a bajar los brazos, tomará este hecho como una prueba más ante el nuevo tribunal, y junto a CORREPI continuará su lucha hasta ver al asesino del “Pule” tras las rejas.

PROXIMAS ACTIVIDADES

Jueves 6 de julio, desde las 9:00, Jornada Contra la Impunidad frente al Edificio del Superior Tribunal de Justicia (Pellegrini entre Rioja y Salta) de la ciudad de Corrientes, en el décimo aniversario del homicidio de Pedro Salvador Aguirre, militante social amenazado y perseguido por la Brigada de Investigaciones de la Policía de Corrientes.

Viernes 7 de julio, 19:00, en Morón, taller de capacitación para militantes antirrepresivos con compañeros de CORREPI y la Coordinadora Antirrepresiva Oeste.

CORREPI