Boletín Informativo N° 383

LIBERTAD A CHACHO BERROZPE
El viernes 16 de junio el compañero Ricardo “Chacho” Berrozpe, preso político por participar en las manifestaciones de repudio a Bush, se presentó en los Tribunales de Comodoro Py junto a su abogada María del Carmen Verdú a reclamar y fundamentar su excarcelación. Luego de una serie de maniobras que intentaron sin éxito desactivar la movilización, los jueces terminaron haciendo la audiencia en una sala distinta, impidiendo el acceso a los referentes de organismos y organizaciones que también se hicieron presentes. Finalmente, decidieron un cuarto intermedio para constatar la denuncia de la forma arbitraria, incluso desde el punto de vista técnico, con que el juez federal de Mar del Plata, Alejandro Castellanos, y la Cámara Federal de la misma ciudad, mantienen preso al compañero desde hace casi siete meses, cumpliendo así la directa orden presidencial propalada por los medios en la primera quincena de diciembre pasado.
La audiencia en la que se dará lectura a la resolución fue fijada para este lunes 10 de julio, a las 9:30. Esta vez, para dificultar la movilización popular, y después de que el jueves informaran verbalmente que hasta fin de mes no habría novedades, fijaron la audiencia el viernes 7 y la notificaron por la tarde, especulando con que el fin de semana impediría la convocatoria.
Convocamos a todos a hacerse presentes en los Tribunales de Comodoro Py a exigir la libertad de Chacho, y de todos los presos políticos.

LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN DE SOLÁ
Fabian Sampietro es militante del proyecto de comunicación popular La Cantora, que se orienta a la reinserción social de presos y a denunciar las condiciones infrahumanas en las unidades carcelarias y la constante represión y violaciones de derechos humanos que sufren los detenidos.

En Octubre del año pasado , la “inteligencia“ del Servicio Penitenciario Bonaerense le armó una causa por portación de arma de guerra. Aunque durante el juicio se hicieron evidentes ciertas “irregularidades” en el accionar de la policía bonaerense, el Tribunal de Trenque Lauquen lo condenó a 4 años y medios de prisión, demostrando una vez más la asociación de las fuerzas policiales y el poder judicial en la política represiva del Estado.

En las últimas semanas, sus compañeros denunciaron públicamente los maltratos físicos a los que fue sometido Fabián en las distintas unidades carcelarias por las que lo estaban “paseando” . Por ello, el 12 de junio inició una huelga seca en reclamo de su seguridad y la de otros reclusos. Esta semana fue trasladado a la Unidad neuropsiquiátrica nº 34 de Melchor Romero, sin ser, desde luego, un paciente psiquiátrico. Sus compañeros de La Cantora, avisados por otros internos de que Sampietro se encontraba atado a una cama, reclamaron poder visitarlo.

La impunidad y cinismo del Jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense, Fernando Díaz, llegó a tales extremos que anunció a los miembros de La Cantora que podían visitar a Sampietro el día siguiente, y que se encontraba en perfectas condiciones. Durante la visita supieron que su compañero había sido torturado, herido con balas de gomas, y violado.

Por el momento, dos miembros del SPB, el subprefecto Martín Marcos y oficial Diego Démola, fueron separados de sus funciones, cargando con las responsabilidades solamente los autores materiales, con la clara intención de ocultar toda una política Estatal contra los luchadores populares. CORREPI suscribe el comunicado emitido por La Cantora, que dice:

“(…) Afirmamos que lo sucedido con nuestro compañero en el día de hoy es una muestra más de que tanto el Gobernador Felipe Solá como sus funcionarios y oficiales del Servicio Penitenciario Bonaerense, contradicen y desconocen sus propios dichos; desde el discurso levantan la bandera de los Derechos Humanos, y desde la acción balean, torturan y amenazan. (…) Nuestro compañero Nelson Fabián Sampietro es uno de los tantos rehenes que el Estado, a través de las mafias penitenciarias, de su “Servicio de Inteligencia” y el aparato judicial, mantiene sojuzgado dentro de (vaya saber cual) sus campos de concentración.”

GATILLO FACIL EN HURLINGHAM
Esta semana, en Villa Tessei, hubo otro caso de gatillo fácil. Publica un periódico local que un adolescente de 16 años cuyo nombre parece no ser tan importante como para figurar en los medios de comunicación, enfrentó con un pistolón a un hombre y su esposa en la intersección de Pedro Díaz y Padilla. El hombre, que resultó ser un oficial de la DDI de Morón, razón por la cual salía armado de una reunión familiar, argumentó que acató lo que el muchacho exigía y tras entregarle las llaves se identificó como policía cuando el pibe se encaminaba al auto. Acto seguido, siempre según su versión, el pibe empezó a disparar, el policía repelió la agresión. Conclusión, el chico muerto y el policía ileso.

Leyendo entre líneas, y apoyados en la experiencia cotidiana del gatillo fácil, nosotros vemos otra historia. Como la de Rodrigo Corzo, asesinado por el Comando de Patrullas de Hurlingham, o Marcelo Bogado, fusilado por personal de la comisaría 2ª de Villa Tessei, que también trataron de dibujar como resultado de la respuesta policial a una agresión iniciada por el muerto. Como el Nuni Ríos y las demás víctimas del Escuadrón de la Muerte de Don Torcuato, y la de tantos otros pibes que, intento o no de robo, recibieron los disparos fatales en la espalda, huyendo o alejándose del lugar.

NO A LA PRESCRIPCION DE LA CAUSA AMIA
El próximo 18 de julio se cumplen 12 años de la masacre impune de la AMIA. CORREPI participará del acto convocado por APEMIA, junto a las organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos que han emitido un pronunciamiento convocando al pueblo argentino a denunciar la impunidad y advertir a toda la sociedad que la causa marcha hacia su prescripción.

Como dice el pronunciamiento, “estamos en condiciones de afirmar que la investigación de la masacre de la AMIA todavía no empezó: no hay un solo procesado o condenado, ni siquiera después de que el Estado argentino tuvo la audacia de reconocerse como “encubridor agravado”, buscando no ser condenado ni por la acción criminal ni por el encubrimiento. Kirchner asumió hace 3 años diciendo que venía para terminar con la vergüenza nacional que significa el tema AMIA.” (…)
“El Estado encubridor busca evitar el juicio y castigo a todos los culpables. Promueve juicios como si fuera “acusador”, para evitar mostrarse en su reconocida condición de acusado. Así sucede también con los crímenes de la Fábrica Militar de Río III, en la persecución a los responsables políticos de la masacre del Puente Pueyrredón o más recientemente en Cromañón. Así lo establecen los mismos códigos y las mismas leyes vigentes que sólo buscan exculpar a funcionarios de los tres poderes como Iribarne, Ruckauf, Corach, Menem, Duhalde, De la Rua, Storani, Gil Lavedra, Galeano, los fiscales, etc.. Mientras dice ser el gobierno de los derechos humanos, sigue persiguiendo a los luchadores populares, es el que más presos políticos ha tenido, y aplica el sistema de “gatillo fácil” pese a las sucesivas purgas policiales”.

HOSTIGAMIENTO POLICIAL EN ESTEBAN ECHEVERRÍA
Horacio Martínez, Oscar Revoreo, Daniel Gene, Gabino Gene, el “turco” Sánchez, Gabriel Maubert, Nestor Motta, Oscar Galván, Bruno Jalapeña, Miguel San Martín, Alvarez Valentín, Raúl Vazquez, Gustavo Richter, Raúl Flores, Nélida Salvatierra, Marcelo Max, López Zárate, Belén…

Todos estos nombres pertenecen a funcionarios policiales del distrito de Esteban Echeverría que han rotado entre las comisarías 4ª y 5ª de Ezeiza, 4ª de Canning, 3ª de Monte Grande, 2ª de Tristán Suarez y 5ª del Jagüel, como sucede en todos lados, sea la bonaerense o la federal, porque cuando suman denuncias la respuesta fácil es pasarlos a la comisaría de al lado. Pero estos tipos, además de la chapa y la pistola, y la zona, tienen otra cosa en común: todos ellos, de una u otra manera, estuvieron implicados en diferentes procedimientos que tenían como finalidad el hostigamiento de la familia Castro.
Todo comenzó en el año 2000 en el barrio “La Unión” de Ezeiza cuando efectivos de la comisaría 5ª intentaron detener a los hermanos Oscar y Diego Castro, que a pesar de no resistirse al arresto, fueron acusados por disturbios en la vía pública y resistencia a la autoridad. Entre la confusión y la bronca, aún aturdidos por la falacia, los hermanos radicaron su denuncia en la fiscalía de Lomas de Zamora.

A partir de allí -¡cómo se atreven a denunciar a la policía!- sufrieron detenciones y golpizas varias, allanamientos ilegales en su domicilio y amenazas. En el año 2002 volvieron a acusar a los hermanos por resistirse a la autoridad pero esta vez junto con su padre, Pedro, obviando que era bastante difícil que el hombre pudiera resistir demasiado puesto de que es discapacitado motriz. En el año 2004 los hermanos fueron absueltos del cargo de resistencia a la autoridad. Días antes y ante la vista ya acostumbrada de los vecinos del barrio, Roberto Posse, comisario de la 5ª de Ezeiza los amenazaba de muerte en la puerta de su casa. Pedro Castro falleció en febrero de este año, concluyendo toda una vida de sacrificios en medio del hostigamiento feroz por parte de las fuerzas de seguridad.

Hace un mes, concluida su jornada laboral, se disponían a volver a sus hogares cuando fueron detenidos, golpeados y amenazados por efectivos que se trasladaban en el Móvil 31791 de la comisaría 5ª, acompañados de la seguridad privada de la empresa LIDER. Actualmente tienen una nueva causa en su contra, iniciada en complicidad con un “buchón” del barrio por disturbios y el “combo” habitual.

Evidentemente, para la policía, es un mal ejemplo en un barrio como “La Unión”, donde los atropellos policiales como forma de disciplinamiento social son moneda corriente, que estos muchachos se negaran a ser un número más de la “estadística” y denunciaran su arbitraria detención. Escarmentarlos a ellos sirve para mostrar al resto de los vecinos que es preferible seguir viviendo con el temor reverencial al uniforme. Los hermanos Castro no están dispuestos a darse por vencidos y van a seguir denunciando el hostigamiento que sufren. CORREPI los estará acompañando.

POLICÍA BONAERENSE 2: MATAN, Y TAMBIEN ROBAN
La mentira tiene patas cortas, y el intento de León Arslanián de lavar la cara de sus fuerzas represivas se cae con las primeras evidencias de que policía es siempre policía, y por lo tanto roba y mata sin importar si su patrullero es azul y blanco, o moderno plateado con franjas naranjas y verdes.
Ya supimos a mediados de Marzo como efectivos de esta nueva fuerza entrenada con cursitos de Derechos Humanos fusilaron de tres tiros en la espalda, mientras estaba en el suelo, a Hugo Krince de 18 años. También publicamos, incluso en el Boletín pasado, varios hechos delictivos, especialmente vinculados al narcotráfico, con protagonismo de la Bs. As. 2. Y esta semana se supo que el Ministro de Seguridad de la Provincia debió exonerar a uno de sus empleados de la Policía Buenos Aires 2 por el robo a una pareja de jóvenes en Moreno.

El ex teniente Matías Roy Bravo rompió el vidrio del coche en que se encontraba la pareja con su 9mm y les exigió el dinero, dejando desparramados por el piso pedazos de su arma reglamentaria antes de darse a la fuga, lo que fue evidencia suficiente para la denuncia, detención y comprobación del robo. Aún antes de volver a verlo en la comisaría la pareja ya sabía que el ladrón era policía, por la manera de hablar, de tratarlos y de palparlos de armas.
Si uno debe tener miedo cuando lo asaltan, más miedo debe tener si quién lo hace es policía, pues la sociedad ya sabe de lo que son capaces. Y otra vez la “respuesta” del estado, en este caso por mano de León Arslanián, es anunciar la remoción de la nueva “manzana podrida” para tratar de distraer la atención de la verdadera tarea de la Buenos Aires 2, la misma que todas las fuerzas represivas del Estado: Imponer el disciplinamiento social, el temor a cualquiera de los uniformes que defienden al poder.

ÚLTIMO MOMENTO: OTRA VEZ SE ROBAN Y MATAN ENTRE ELLOS
El sargento Alberto Manuel Encina de la comisaría 4ª de la PFA, de civil, estaba el sábado 8 de julio a la noche en un supermercado en San Telmo. Un hombre, armado con una pistola 9 mm, ingresó al local con intenciones de robo. El suboficial, no se sabe si porque estaba haciendo adicionales como custodio o por simple devoción laboral, sacó su reglamentaria y disparó. El ladrón respondió el fuego, y ambos terminaron muertos.

Pero los diarios no podrán titular “Aumenta la ola de inseguridad”, porque el ladrón resultó ser un suboficial de Gendarmería de 32 años, en actividad.

Según el cable de la agencia DyN, los investigadores trataban de dar con un segundo supuesto delincuente que habría hecho de “campana” frente al supermercado. Se dice que peinan la zona con los dedos cruzados y murmurando “Por favor, diosito, que sea un civil…”.

A SEIS MESES DE LA MASACRE DE LA COMISARÍA 7ª DE CORRIENTES
A seis meses del incendio en la comisaría 7ª de Corrientes, en la que murieran Matías Martinez de 16 años, Ricardo Pared de 17 años y Daniel Romero de 22 años, sus familiares y amigos descubrirán el próximo jueves 13 de julio un monolito con una placa recordatoria en la plazoleta que rodea la comisaría.

Recordemos que, a partir del reclamo de un menor que pedía asistir al nacimiento de su primer hijo, y que en su desesperación por ser llevado al hospital se tragó una bombilla, los demás detenidos -casi todos, “demorados” en averiguación de antecedentes- comenzaron a protestar. El hecho culminó con un incendio frente al cual los policías no sólo nada hicieron por auxiliar a los pibes, sino que hasta trataron de impedir que los familiares que estaban en la calle y vieron las llamas llevaran agua desde un comercio cercano.

Luego de la inauguración de la placa, se celebrará una misa en demanda de justicia, contra la impunidad y reclamando la detención de los responsables de la comisaría.

PRÓXIMAS ACTIVIDADES

Lunes 10 de Julio, 9:30, concentramos frente a los Tribunales de Comodoro Py para reclamar la libertad del compañero Chacho Berrozpe.

Martes 18 de Julio, 18:30, en Corrientes y Pasteur, acto aniversario por la Masacre de la AMIA, convoca APEMIA.

CORREPI