Boletín Informativo Nº 510
SUMARIO:
1. Gatillo fácil las 24 hs.: haciendo guardias privadas o de franco.
2. ¿Colchones matan cuatro menores en Orán?.
3. 5.000 aspirantes para calzarse las botas porteñas.
4. El narcopolicía de la semana.
5. Nuevo gatillo en San Luis.
6. Recordatorio.
GATILLO FÁCIL LAS 24 HS: HACIENDO GUARDIAS PRIVADAS O DE FRANCO
Las fuerzas de seguridad que prestan servicio de guardia en defensa de la propiedad privada de empresarios, desempeñan sin diferencia su tarea represiva contra la población mediante las ejecuciones sumarias, a cambio de un sueldo adicional. La semana pasada, un subteniente de la comisaría tercera de Tigre, uniformado y con su arma reglamentaria, que viajaba en un vehículo de apoyo de un camión repartidor de cerveza, ejecutó de dos tiros a un joven de 25 años cuya identidad no fue difundida. En el lugar del hecho, con la intervención de la jefatura departamental conurbano norte, apareció una pistola 7.65 que no había sido disparada. Suficiente para que el subteniente fuera liberado por el titular de la fiscalía 1 de San Fernando.
El mismo día, en una bodega de Luján de Cuyo, Mendoza, su vigilador disparó e hirió de muerte a Gustavo Adrián Orozco (37), cuyo cuerpo fue encontrado en la zona de viñedos, ante lo que se difundió como un presunto asalto, pese que según las fuentes consultadas por la edición digital Los Andes On Line aseguraron que en el momento del frustrado atraco no había en el establecimiento dinero en efectivo ni elementos de valor que los ladrones pudieran cargar a pie..
En Floresta, en la noche del 19 de diciembre, un comisario de la policía federal, cuya identidad no trascendió, mató a un hombre de 48 años en la puerta de su garage ante un presunto intento de asalto. Fácil fue para el jefe policial contar con la pronta asistencia de la cría. 43ª y de un arma calibre 9 mm en el lugar, sin percutar. Salvo la víctima de la ejecución sumaria, nadie resultó ni con un raspón, por lo que las versiones de persecución o tiroteo contra tres o cuatro sujetos más, según los diarios, quedaron en contradicción.
El martes siguiente, en la puerta de su casa, en Villa García, Lomas de Zamora, un ex policía federal, ejecutó de un disparo con su arma reglamentaria a un hombre que manejaba un vehículo, en el que presuntamente huía, luego de intentar arrancarle el bolso a la cuñada del policía. Destacaron los diarios, en la versión oficial, que el ex federal se identificó como policía y dio la voz de alto, corrió a la par del automóvil del presunto ladrón y le disparó. La fiscalía de turno consideró que la versión del homicidia sobre un ademán de disparar del conductor del rodado era suficiente para dejarlo en libertad.
La práctica del gatillo fácil en todo nuestro país se reproduce con policías que las 24 horas del día, tienen la mejor puntería del mundo. Con la ayuda de sus compañeros de fuerza que asisten al lugar, aprovechan armas plantadas que ni siquiera fueron disparadas y medios de prensa que difunden la versión de enfrentamientos y asaltos multitudinarios, plagada de contradicciones, sin que ni el asesino ni terceros resulten con un raspón. Con la intervención del poder judicial como corolario, que cuando se trata de un integrante de las fuerzas de seguridad, pagado por empresarios o de franco de servicio, lo mismo da, lo deja en libertad con su propia declaración.
¿COLCHONES MATAN CUATRO MENORES EN ORÁN?
Los cuatro tenían 17 años y fallecieron en la Unidad de Protección al Menor de la comisaría Nº 10 de Orán, por intoxicaciones derivadas de la aspiración de gases tóxicos producidos por la combustión de colchones de material sintético, según los profesionales del hospital San Vicente de Paul, de la provincia de Salta.
En abril pasado, el peronista y ex ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos del gobierno de Juan Manuel Urtubey, Nicolás Juárez Campos, habló en una conferencia de prensa sobre el respeto irrestricto a los derechos humanos, que se observa en la actualidad tanto en la formación de los cuadros policiales como así en el tratamiento de los internos de las unidades penitenciarias. En la misma conferencia calificó de “estúpida” la pregunta de un periodista sobre si los colchones que entregó el gobierno en los centros de seguridad eran ignífugos.
Pasaron ocho meses para que el periodista pueda conocer la respuesta a su estúpida pregunta.
A los policías y bomberos les tomó 45 minutos poder apagar el incendio. A tres de los 12 menores que participaron del motín, la asfixia los mató antes. El cuarto agonizó, con el 85% de su cuerpo quemado, hasta la madrugada del 1º de enero. En la misma Comisaría de Orán, el 25 de octubre de 2006, cuatro adolescentes (dos de 17, uno de 16, uno de 15) murieron, pero no de asfixia, sino carbonizados.
Entre los años 2005 y 2007, se produjeron 337 muertes violentas de personas en cárceles según un informe realizado por el Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC). Según el informe, el 33% de las muertes (113 casos) fueron por asfixia y quemaduras: 60 en el año 2005, 14 en el 2006, 39 en 2007, incluyendo a los muertos de la cárcel para varones de Santiago del Estero.
Quemar colchones, en la cultura del encierro, es uno de los modos desesperados de obtener atención y expresar sus reclamos. Huelgas de hambre, cortes en los brazos, párpados y labios cosidos, son otras de las especies de flagelación que se utilizan con el mismo fin.
Pero los colchones son sólo uno de los elementos que conforman el problema
Muchas de las personas que están privadas de su libertad, y que terminan saliendo de ellas carbonizadas o asfixiadas, están en cárceles y comisarías sin una condena firme durante años, son detenidos de forma arbitraria por averiguación de antecedentes (como los dos menores de edad que murieron en la comisaría 7ª de la ciudad Corrientes, en enero de 2006) o por violar una contravención (como Rosa Yamila Gauna, de 15 años, que el 11 de enero de 2007 fue detenida por ruidos molestos y trasladada a la Comisaría de la Mujer de Posadas, Misiones)
No es la gomaespuma la que mata, tampoco son suicidios de loquitos presos. Es el resultado de una política de estado que encierra al pobre, en su mayoría jóvenes cada vez más jóvenes, incluso niños que deben ser disciplinados con palos, balas o por medio de discursos de derechos humanos, del monóxido de carbono que dejan salir los bomberos, y el tiempo que tardan en abrir candados policías y del servicio penitenciario.
5.000 ASPIRANTES PARA CALZARSE LAS BOTAS PORTEÑAS
El sábado 20 de diciembre de 2008 La Nación decía: Una convocatoria con amplia respuesta refiriéndose al llamado macrista para conformar su policía. Esa amplia respuesta está relacionada con la jugosa remuneración ofrecida, ya que el sueldo básico será de $3.000 (cuando el salario docente es de $1.290). Se prometen, también, créditos hipotecarios con tasa preferencial para que nadie viva en el Gran Buenos Aires; a los comisarios les alquilarán una casa en el barrio donde esté la comisaría a su cargo; habrá un régimen previsional especial; una mejor obra social; se garantizará el pago de la matrícula en los colegios de sus hijos; y otros beneficios. Evidentemente la ciudad tiene sus prioridades.
Por esa razón, de los casi 5.000 aspirantes ya inscriptos, el 35% trabaja o trabajó en otras fuerzas de seguridad (policías provinciales, prefectura y gendarmería) y ahora prefiere calzarse las bota$ porteña$. Guillermo Montenegro, ministro de Seguridad y Justicia dijo: “De los que llegan con experiencia, nos importa qué trabajo hacían en la fuerza donde estaban. No tenemos ningún prejuicio.
¿Qué perfil tendrá esta nueva policía? Lo explica el macrismo, con todas las letras, sin disimular y sin ponerse colorado. “No hablamos de mano dura ni de tolerancia cero, pero tampoco habrá mucha tolerancia (¿?) Al policía no se le va a faltar el respeto”. Será una fuerza “hecha y derecha, con sus hombres armados y con vehículos propios”. Van a estar armados, igual que en cualquier otra policía, van a tener estado policial las 24 horas (es decir que van a poder portar armas en cualquier momento del día, aún cuando no estén en funciones) y van a contar con sus vehículos, con sus motos y con sus camiones”.
Que éste es un discurso de derecha, que es lo mas cercano al fascismo no hay dudas, todo el arco progresista está mas o menos de acuerdo en eso, pero en donde no hay acuerdo (ni recuerdo) es que el kirchnerismo votó, junto al macrismo, la Ley de Seguridad Pública, que habilita la creación de la nueva fuerza.
Por eso, en tiempos en los que se dice que a la izquierda del kirchnerismo no hay nada, nosotros seguimos sosteniendo (casi en absoluta soledad) que la derecha también está (y siempre estuvo) en la rosada. Porque mas allá de las diferentes posturas y discursos, en las cuestiones fundamentales como la política represiva no hay fisuras entre el kirchnerismo y el macrismo.
EL NARCOPOLICÍA DE LA SEMANA
Ninguna novedad en el reiterado título, cada vez más chiquito y escondido en las páginas interiores de los diarios: “Detienen a policía acusado de vender paco y cocaína”. Esta vez fue un suboficial de la policía federal que vivía -y traficaba- en Villa Insuperable, partido de La Matanza.
Personal de la comisaría 8ª de La Matanza irrumpió en el departamento, que estaba bajo vigilancia, seguramente porque sus responsables no cumplían debidamente con el pago de “peaje” para “trabajar” tranquilos. El propietario de la vivienda y principal imputado resultó ser el suboficial, detenido junto con cuatro mujeres, de 54, 21, 25 y 18 años y un hombre de 34. En el lugar secuestraron una buena cantidad de pastillas, cocaína y paco fraccionados para la venta, varios celulares, una escopeta recortada y una pistola calibre 9 milímetros marca Bersa Thunder, con balas punta hueca.
Los pocos medios que reflejaron la breve noticia no hicieron consideración alguna sobre la reglamentaria con munición expansiva, prohibida internacionalmente hasta en escenarios de guerra por su poder exclusivamente letal, pero autorizada recientemente por el ministro Aníbal Fernández para el uso doméstico de sus perros guardianes federales.
Sólo una viñeta más que ilustra la conclusión inevitable: el aparato represivo dirige, administra y protagoniza el crimen organizado en Argentina.
NUEVO GATILLO EN SAN LUIS
En el barrio puntano de José Hernández, el domingo pasado fue asesinado un joven de 25 años identificado como Jairo Lino González, quien vivía en la zona con su mujer e hijo de 7 años de edad. Según informaron fuentes de las fuerzas de seguridad, una mujer se presentó en la comisaría sexta para levantar una denuncia en contra de Jairo, ya que, según ella, estaba agrediendo físicamente a su mujer. Por esto, un móvil del Comando Radioeléctrico, a cargo del alférez ayudante Gabriel Garay Lépez y el auxiliar de policía, Diego Coria, concurrió al lugar.
Según el agente Lépez, al llegar al lugar fueron agredidos con insultos de parte de González. Por supuesto que también declaró que la víctima intentó quitarle el arma, y que “la pistola se disparó y dio en la cabeza del joven”. La muerte se produjo en forma inmediata. La primeras pericias establecieron que el disparo se produjo desde una distancia de 30 cm. aproximadamente.
Los familiares de González, en cambio, aseguraron que el policía extrajo su arma reglamentaria y le disparó a la víctima. Carlos Pereyra, Jefe de Relaciones Policiales, comentó que, para variar, el arma reglamentaria presentaba un desperfecto por el cual la vaina servida no fue eyectada, y que se realizan peritajes para determinar si se habían efectuado más disparos. Los testigos aseguran que se escuchó un solo tiro.
Al cadáver y a los policías se les realizo un análisis de sangre como así, la prueba de radizonato de sodio(que sirve para identificar los restos de pólvora que quedan en la mano)para establecer si existió o no el forcejeo al que hace mención el efectivo policial detalló Pereyra. También declaro que Lépez está detenido, tiene la causa de homicidio y administrativamente está en disponibilidad hasta tanto se resuelva la situación procesal penal.
La autopsia realizada por el doctor Jorge Giboin, reveló que el disparo atravesó la cabeza de González de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo, en un ángulo de 80 grados. El proyectil ingresó apenas 3,5 centímetros por encima de la oreja izquierda de González y salió por la región retro auricular derecha.
Como vemos, tanto el jefe puntano Carlos Pereyra, como el comisario cordobés Daniel Ferreyra se excusan explicando muy claramente como: el problema es que los efectivos no saben como manejarse en cuanto a las relaciones entre civiles y policías. No negamos que existan problemas puntuales o que algunos policías cometan actos cuestionables. Y que el mayor problema tiene que ver con la forma en que el policía aborda a la gente. Se me quiere exigir a mí que el policía que salió de un barrio no actúe como la gente de ese barrio… si salió de ahí, señala el comisario Ferreyra, apuntando al trasfondo social. Mientras que el jefe de Relaciones Policiales opina: “Este tipo de cuestiones tienen que servir para un replanteo en cuanto a ver qué necesidades tiene el personal policial que está en la calle, tener más afianzada la cuestión de saber cómo proceder y qué medio emplear para solucionar una situación crítica.
¿Será que es mas fácil excusarse echando la culpa a los barrios?¿ O tal vez, será que explotan la cualidad que tienen los agentes de odiar a su propia clase y ser el perro guardián de los poderosos?.
RECORDATORIO
No sólo Marcelo Bogado y su familia son las víctimas en autos. Es la sociedad, la humanidad toda, la que fue victimizada por el proyectil que atravesó la nuca de Marcelo. Díaz mató a Marcelo, pero nos agredió a todos, porque su dedo, al apretar el gatillo, pertenecía a la mano homicida del estado.
Con estas palabras finalizaba el alegato de la acusación de las abogadas de CORREPI en representación de Nicanor y Zunilda Bogado, los padres de Marcelo, hace catorce meses, cuando el tribunal oral n° 2 de Morón decidió justificar como accidente, un gatillo fácil de la policía del gobierno de los Derechos Humanos.
El 11 de diciembre, falleció en su barrio de Hurlingham, Zuni, la mamá de Marcelo. Se fue dejando la llama encendida en cada uno de los militantes, porque esa bala y esa sentencia que nos agredió a todos como humanidad, no agotó sus fuerzas. Con el gran dolor de perder un hijo, durante casi cinco años estuvo junto a sus compañeros, que siempre la recordaremos en el lugar fraternal que nos une: la lucha organizada contra la represión al pueblo.
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En La Plata, escuche Atando Cabos, el programa de radio de CORREPI, los lunes a las 20:00 por Radio Futura, FM 90.5.
A partir del 7 de febrero de 2009, vuelve la columna de opinión de María del Carmen Verdú en el programa Leña al Fuego, del periodista H. Schiller, por Radio Porteña, AM 1110, los sábados a las 18:00 - www.radiodelaciudad .gov.ar, tel. 5371-4600, Sarmiento 1551, 9° piso. Entrada libre y gratuita.
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CORREPI