Boletín informativo nº 658

CORREPI

Sumario:

1. Leña al Fuego. Un espacio de lucha para defender.

2. Gatillo fácil, con mano y cara…duras.

3. Córdoba: Otro desaparecido en democracia.

4. Torturas y más oportunismo oficial en Olavarría.

5. Campañas de inseguridad, yanquis y arrepentidos del otro lado del charco.

6. Próximas actividades.

- Martes 22, a las 19:00, la Asamblea de Oyentes de LEÑA AL FUEGO; Herman Schiller y CORREPI convocan a todas las organizaciones y compañeros a una reunión organizativa en Carlos Calvo 2499, esquina Alberti.

- Miércoles 23, desde las 17:00, jornada antirrepresiva y radio abierta en la plaza de Moreno.

Leña al Fuego. Un espacio de lucha para defender.

“En todo estás vos”, dice el más reciente slogan del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Al mismo tiempo que las paredes porteñas se cubrieron con la campaña de carteles amarillos, la señal AM 1110, la Radio de la Ciudad, prolongó el habitual receso veraniego con la excusa de la remodelación del edificio de Sarmiento 1551, que comparte con el Centro Cultural General San Martín, y, después de unos meses de informaciones cruzadas y confusas, finalmente hoy está claro que toda la programación ha sido levantada.

El proyecto en marcha es la creación de un multimedios estatal, a través de la Unidad de Proyectos Especiales Sistema de Medios Públicos, a cargo de Carlos Ares, y Baltazar Jaramillo, hijo de la actriz Soledad Silveyra, como director artístico de las radios AM y FM.

En diciembre del año pasado, cuando Mauricio Macri designó las nuevas autoridades de la radio, comenzó la preocupación por la suerte del programa Leña al Fuego, que, desde hace 13 años, conduce el periodista Herman Schiller los sábados de 18 a 20. Es que Leña al Fuego no es sólo un programa de radio. Como le consta a cada trabajador en conflicto, a cada perseguido o preso político, a cada organización y a cada militante, Leña al Fuego ha sido, por más de una década, una tribuna abierta para difundir todas las luchas y a disposición de todos los luchadores.

CORREPI ha sido testigo y protagonista de ese espacio de absoluta libertad puesto por Herman Schiller al servicio de los trabajadores, en un medio de comunicación público de la ciudad, sin condicionamiento alguno. Así lo comprobamos por largos años, como habituales invitados al programa, y, desde 2008, con el generoso ofrecimiento del inicio de cada emisión, para la columna antirrepresiva de la compañera María del Carmen Verdú.

Junto a la Asamblea de Oyentes, convocamos a toda la militancia, a las organizaciones, a los trabajadores, a los estudiantes, a todos los que alguna vez pudieron decir lo suyo frente al micrófono de Leña al Fuego, a concurrir, el martes 22 de mayo, al local de CORREPI, en Carlos Calvo 2499, esquina Alberti, a sumarse en su defensa.

Gatillo fácil, con mano y cara…duras.

La represión es siempre una tarea compleja. Como es sistémica -está en la naturaleza del estado administrador de sociedades con privilegios de clase-, es necesariamente política, en su diseño, en su ejecución y, mucho más, en su justificación.

Así como sus protagonistas no se limitan a los integrantes de las fuerzas de seguridad que asesinan en nombre de la ley, la co-responsabilidad derivada de esos asesinatos debe buscarse siempre en los despachos de quienes procuran la impunidad con sus tres actos de gobierno (ley, gestión y sentencia).

Alguien más los acompaña disciplinadamente, otorgando la necesaria legitimidad, contribuyendo a la formación de un consenso social que nace viciado por las deformaciones y las tendencias que suelen imponer directa o indirectamente: los medios de comunicación, que se pretenden de información.

Su manejo en los casos de gatillo fácil es emblemático. La cotidianidad de esta siniestra modalidad del control social nunca se refleja en los medios, a no ser que el caso muestre aristas de “inocencia” o notoriedad en la víctima (el caso del jugador de fútbol Bugatto, por ejemplo), o que las circunstancias sirvan para pasarse facturas políticas entre bandos en pugna de una misma administración de gobierno. Es lo que viene ocurriendo con estos hechos en la provincia de Buenos Aires.

En la madrugada del miércoles 16, en Berisso, un pibe resultó fusilado por los agentes bonaerenses Daniel Hoynescky y César Gramajo, quienes dispararon sobre el auto que decidieron perseguir, por un presunto arrebato de cartera acaecido minutos antes. Circunstancias que caracterizan a la inmensa mayoría de los casos que registramos, sea en la misma provincia, en cualquier otra, o en territorio federal.

La nota periodística del caso, que se preocupa mucho de explicar el robo y reproducir declaraciones de funcionarios judiciales respecto al mismo, cuando ingresa en el fusilamiento, viste la cuestión y la colorea con frases tales como “abuso que salpica a la bonaerense” (Tiempo Infonews) como si esa conducta criminal fuera patrimonio exclusivo de la fuerza mandada por la dupla Scioli-Casal.

Ocultan la responsabilidad que en casos similares ostenta la policía federal de Kirchner-Garré, como hicieran días atrás, en la nota comentada el Boletín pasado, cuando el mismo diario hizo una nota a nuestros militantes familiares, y, pese a la presencia del matrimonio Casal, evitó reproducir el nombre de Néstor Fabián González, el agente de la Federal que mató a su hijo Checho.

La manipulación periodística, sin embargo sirve para abonar nuestra formulación: la represión es política de estado, y, como en tantos otros aspectos, la administración kirchnerista suele utilizarla también para disputar espacios de poder. A unos y otros, kirchneristas o sciolistas, federales o bonaerenses, les recordamos que ostentan el nefasto récord de haber generado en poco más de 8 años, más de la mitad de los muertos registrados en desde 1983.

Es dura la mano de todos los peronistas K, aunque no tanto como la cara de su inveterado oportunismo.

Córdoba: Otro desaparecido en democracia.

“El rubio”, como le decían en el barrio, era un cordobés amante de la música y el cuarteto. Un pibe de barrio, como cualquiera de los que son blanco permanente del hostigamiento y la persecución policial, de 20 años, que salió de su casa el sábado 18 de febrero para ir a un recital. Desde ese día, está desaparecido.

La familia de Facundo Rivera no detuvo un segundo la movilización desde ese día, golpeando puertas y marchando junto a organizaciones como la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba, convencidos de que sólo la policía tiene el aparato y el poder para hacer desaparecer a una persona. Y que tanto el aparato judicial como el político lo tienen para encubrirlos.

Facundo se suma a la lista que no sólo incluye a Luciano Arruga y Julio López. Iván Torres, Luciano González y Daniel Francisco Solano, son sólo algunos de los centenares de desaparecidos desde 1983, y la lucha de su familia y la militancia antirrepresiva, es la misma pelea que damos en cada rincón del país donde hay organización contra la represión estatal.

Torturas y más oportunismo oficial en Olavarría.

El sábado 12 de mayo, por la madrugada, tres jóvenes de la ciudad bonaerense de Olavarría fueron interceptados por policías de la comisaría 1ª, que los golpearon y amenazaron al grito de “hagan la denuncia si quieren, que tenemos un montón y no pasa nada”. Por la misma hora, otro joven estaba siendo torturado en la cocina de la misma comisaría, por varios efectivos que le propinaron golpes y lo quemaron con agua hirviendo.

Diego González, de 31 años, fue al Club Atlético Estudiantes, como caddie de su tío, y se quedó dormido en una de las canchas. Lo despertó la policía, que lo llevó detenido. Así relató los hechos al diario de su ciudad: “Me sentaron en un banco y entre tres policías me empezaron a pegar en todas partes del cuerpo, me esposaron, me pasaron una cadena pesada que unía el piso con las esposas y después me preguntaban ‘dónde tenía la plata’, a lo que yo les respondí que no tenía plata,… me empezaron a tirar agua caliente en mi cuerpo mientras me decían ‘ahora vas a hablar’. Ellos calentaban agua en una tetera y me seguían tirando agua caliente y pegando. (…) Después que me quemaron, me llevaron al Hospital para una revisión médica y cuando fui revisado por un doctor, el mismo refirió a los policías que me debían llevar a la Guardia, lo cual no cumplieron y me llevaron nuevamente a la comisaría hasta el otro día que fui liberado”.

En este momento, Diego permanece internado en el hospital, con el 30% del cuerpo afectado por las quemaduras. Los amigos y vecinos del joven decidieron ir a hacer un escrache a la comisaría. Allí estuvieron los Militantes Antirrepresivos de Olavarría, compañeros en el ENA (Encuentro Nacional Antirrepresivo).

La movilización popular hizo que el caso repercutiera con fuerza en una ciudad donde no son infrecuentes estas situaciones represivas (ver Boletín nº 548), y rápidamente hicieron su desembarco los oportunistas de siempre, que llegaron para aplacar las cosas y silenciar la protesta, diluyéndola en el marco institucional.

Dos senadoras provinciales del Frente Para la Victoria, referenciadas en La Cámpora, convocaron a las víctimas locales de la tortura, buscando cooptarlas al amparo del discurso del “gobierno de los DDHH”, como si Scioli y Cristina no fueran parte de un mismo partido, no hubieran integrado la misma lista, y no representaran los mismos intereses de clase.

Como señalaba el volante repartido frente a la comisaría por nuestros compañeros, “Estos no son hechos aislados, ya que ocurren a diario en todas las barriadas de Olavarría, donde la policía actúa como un ejército de ocupación, marcando a los pibes cuáles son las fronteras que no pueden traspasar. Son cientos de casos de jóvenes que son torturados con el único criterio de selectividad que es el de clase. La mayoría de estos hechos no se conocen, porque sus víctimas no realizan la denuncia correspondiente, muchos quizás tienen naturalizada la situación tras años de impunidad y violencia policial; mientras que otros sectores prefieren mirar al costado y no enterarse, no vaya a ser que “su” seguridad les manche los zapatos de sangre”, y concluían convocando a los olavarrienses a organizarse en forma independiente del estado contra la represión.

Campañas de inseguridad, yanquis y arrepentidos del otro lado del charco.

En Uruguay, esta semana, con motivo de algunos hechos violentos, los medios de comunicación de ese país comenzaron una campaña de inseguridad, tendiente a reclamar más políticas represivas.

Al frente de esta campaña se ubicó el presidente José “Pepe” Mujica, tupamaro arrepentido. Entre otras cosas, se dirigió a los “jóvenes delincuentes” tratándolos de “nabos de mierda, que terminarán en las cárceles, como ratas, como mínimo”. Tratándose de quien es el principal responsable político del aparato represivo uruguayo, más que consejos, esas palabras son amenazas.

El otrora luchador contra el capitalismo, declaró que “aun en la más cruel sociedad capitalista no podemos someter a la juventud a esos avatares que estamos viendo en América latina. Los gurises (jóvenes) apresurados que quieren resolver la cosa con una (pistola) 45 y entrar a robar algo”.

Como administrador político del capitalismo uruguayo, Mujica está dispuesto a defender, incluso, a la más cruel sociedad capitalista, contra los gurises. No se le ocurre cambiar las condiciones sociales que generan esos hechos. No, lo que se le ocurre es más represión.

Este arrepentimiento constante que muestra Mujica, al defender a la sociedad capitalista, respecto de su pasado de luchador, también se manifiesta en otras políticas represivas.

Así, el gobierno uruguayo autorizó que quince militares de la Navy SEALs, una de las unidades de operaciones especiales más letales de los EEUU, entrenen durante un mes al Cuerpo de Fusileros Navales, en ejercicios de contrainsurgencia. No es la primera vez que el estado uruguayo colabora y se entrena con los yanquis. El Frente Amplio, en 2007, permitió la instalación de una policlínica, financiada por el Comando Sur, en Santa Catalina, similar a la base de Chaco, Argentina, y Concón, Chile (ver Boletines nº 652 y nº 654). En febrero de 2011, la colaboración se dio con la Fuerza Aérea, a orillas del Río Negro, en el Departamento de Durazno.

“Pepe” Mujica no es el único que contribuye permanentemente a legitimar a las fuerzas represivas uruguayas. Su ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, otro tupamaro arrepentido, participó de un ejercicio de contraterrorismo de los francotiradores del Batallón 14. En dicho ejercicio hizo las veces de un rehén de terroristas. Al finalizar el ejercicio, no sólo felicitó a los francotiradores y les pidió que sigan entrenando, sino que prometió aumentarles el sueldo.

La política de estos tupamaros arrepentidos apunta a “la dignificación y profesionalismo de las FFAA”, para “que el pueblo sienta propias a las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Armadas se sientan parte del pueblo”. (Uypress, 27-7-2011). Es que, como ya dijo Mujica, “Sabemos que hay dolores ocultos, viejas que lloran por los huesos de sus hijos, mucho dolor e injusticia, pero no podemos trasladarles a las nuevas generaciones de militares nuestras frustraciones”. (La República, 19-5-2011).

Estos personeros de los capitalistas uruguayos tienen la misma política que los nacionales y populares argentinos, o las derechas chilenas y colombianas. Legitimar al aparato represivo estatal, tanto en el despliegue de la represión preventiva, como en el perfeccionamiento de la represión selectiva, y subordinarse a la estrategia norteamericana de dominación sobre América Latina.


Próximas actividades.

- Martes 22, a las 19:00, la Asamblea de Oyentes de LEÑA AL FUEGO; Herman Schiller y CORREPI convocan a todas las organizaciones y compañeros a una reunión organizativa en Carlos Calvo 2499, esquina Alberti.

- Miércoles 23, desde las 17:00, jornada antirrepresiva y radio abierta en la plaza de Moreno.

- El tercer sábado de mes, cada dos meses, a las 16:00, escuchá el espacio de CORREPI en el programa Rebeldes Stereotipos, por FM La Tribu , FM 88.7, o en www.fmlatribu.com.
- Lunes por medio, a las 11:00, escuchá el espacio de CORREPI en el programa En Otras Palabras, por FM En Tránsito, FM 93.9, o en www.fmentransito.org.ar.

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