Boletín informativo nº 779

CORREPI

Sumario:
1.Masiva movilización de trabajadores estatales se impuso ante el Protocolo
2.Inseguridad es la policía en la calle.
3.#FashionPolice
4.Mendoza: usurpación de tierras al amparo de las balas.
5.Hollande, ni tan derecho, ni tan humano.
6.Próximas actividades

Masiva movilización de trabajadores estatales se impuso ante el Protocolo.

El 17 de febrero, el Consejo de Seguridad Interior, reunido en Bariloche, aprobó el Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad en Manifestaciones Públicas, con el consenso mayoritario de diferentes gobernadores provinciales.

La nueva herramienta represiva, más conocida como “Protocolo Antipiquetes” pretende, en palabras de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que: “si (los manifestantes) no se van en 5 o 10 minutos, los vamos a sacar (…) las fuerzas de seguridad podrán actuar de manera inmediata”.

En este contexto de amenazas concretas por parte de varios funcionarios del gobierno macrista, desde la agrupación ATE Desde Abajo, CORREPI y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, presentamos, el 24 de febrero, una acción de Habeas Corpus Colectivo a favor de todos los trabajadores que se movilizaron en el marco del paro convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y otros gremios.

El paro de 24 horas tuvo una enorme adhesión en los organismos públicos de diversos niveles del estado y culminó en un masivo acto en Plaza de Mayo, en el que más de 50.000 manifestantes repudiaron las medidas de ajuste y represión impulsadas por el gobierno de Mauricio Macri.

La pretensión del gobierno de aplicar el protocolo se deshizo ante la multitud que copó las calles del centro porteño, dejando en ridículo las cruentas declaraciones de los funcionarios del gobierno de Cambiemos. Si bien, en este caso, las fuerzas de seguridad tuvieron que quedarse de brazos cruzados ante la contundente movilización, el protocolo y el resto de la legislación represiva siguen vigentes.

A partir de la presentación que realizamos junto a los compañeros de ATE DA y la AEDD, el ministerio de Seguridad y la PFA debieron informar si había “instrucciones especiales” para la jornada del paro, cosa que negaron rotundamente. El juez remitió entonces nuestro escrito a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, para que sortee un juzgado que analice si el protocolo viola el derecho de huelga, el de informar y ser informado, entre otros.

Más allá de estos vericuetos legales, con el ejemplo de los trabajadores estatales podemos ver cómo, con unidad y lucha, y en las calles, podemos doblegar las medidas represivas de los distintos gobiernos, como la aplicación del protocolo.

Teniendo en cuenta las duras medidas de ajuste (despidos, tarifazos, quita de subsidios, devaluación del 40%, el intento de fijar las paritarias a la baja, etc.) la conflictividad social seguirá agudizándose, por lo que serán moneda corriente en esta etapa nuevas medidas represivas contra quienes nos organizamos. Desde CORREPI decimos que deberemos enfrentarlas con unidad, organización y lucha.

Inseguridad es la policía en la calle.

Una vez más, la policía nos recuerda de quién debemos cuidarnos las espaldas, quién es el verdadero delincuente y quién los dirige.

En La Rioja, el subcomisario Gustavo Moreno, que ya cargaba con varias denuncias de abuso sexual en su legajo, sin que eso fuera un impedimento para que revistara en la División de Asuntos Juveniles de la Fuerza, volvió a atacar. Esta vez, la víctima fue un niño de 13 años, cliente del kiosco que el oficial poseía en su casa. Cuando la noticia corrió por el barrio, los vecinos, hartos de la impunidad de la que goza la policía, fueron a la casa del abusador y la escracharon. En la escueta información publicada por los medios, se consigna que, ante la reacción de los vecinos, el subcomisario fue detenido.

Por otra parte, en Maipú, Mendoza, cayó una banda muy buscada, que se dedicaba a los grandes robos y secuestros extorsivos. No produce sorpresa el descubrimiento de que dos de sus miembros pertenecían a la policía: Aníbal Luna y Marcelo Amaya, y todo indica que hay otros policías involucrados. Un detalle que explica el largo tiempo que la banda actuó con impunidad es que se manejaban con una radio “tetra”, robada de una comisaría, lo que les permitía anticiparse a los movimientos de la fuerza.

Finalmente, en la ciudad de Buenos Aires, el juez Sebastián Casanello procesó a dos policías que se dedicaban a extorsionar dealers de drogas en el barrio de Belgrano. El hecho puntual ocurrió hace casi un año, cuando los policías interceptaron en la calle a dos pasadores de drogas. Los requisaron, y mientras uno de los policías asumía el rol del “malo” y los amenazaba con la detención, el que jugaba el papel de “bueno” les propuso “ayudarlos si se animaban a dos lucas”. Luego de un regateo, cerraron el acuerdo en la mitad.

Sólo tres ejemplos de la habitual criminalidad policial, en tres de las variantes más frecuentes.


#FashionPolice.

La flamante conducción de la policía jujeña emitió un comunicado en el que se indica el código de vestimenta que deben usar los ciudadanos que pretendan ingresar al destacamento policial esta temporada Verano 2016.

Cualesquiera sean los motivos, un oficial a cargo de la comisión “moda y vanguardias”, deberá aprobar los conjuntos con los que se presenten las personas. En el caso de los masculinos, los “short de baño, deportivos, musculosas, ojotas, etc.” estarían terminantemente prohibidos porque, a pesar del calor, nos confirmaron que ya estarían pasados de moda.

Las mujeres, por otro lado, tienen permitido el uso de shorts siempre que sean “de vestir formal” y con zapatos. Además, para entrevistarse con el Jefe o Subjefe de Policía, únicamente se podrá hacerlo con pantalón largo, formal y “con cinto o cinturón”.

Muchos vecinos se sienten agradecidos con esta medida, ya que entienden que no podrían ser llevados al destacamento en caso de no tener la vestimenta adecuada. Veremos cuáles serán los requisitos para la temporada “Otoño Invierno”. Posiblemente desempolven archivos de códigos de vestimenta subversiva, elaborados en la última dictadura.

Por otro lado, los oficiales de la ciudad correntina de Santa Lucía se encargaron de dejar esa zona sin luz durante varias horas. Los efectivos estaban festejando la despedida de soltero de un compañero de la fuerza, con el tradicional “tiro al cable”: disparar hasta pegarle a un importante cable de alta tensión, lo que provocó cortes de luz en toda la ciudad.

Aparentemente, los muchachos estarían organizándose para reclamar, en este 2016 de tantos casamientos, un incremento importante en la cantidad de balas otorgadas para poder disponer de ellas con más soltura en los distintos festejos del año.

Mendoza: usurpación de tierras al amparo de las balas.

El 19 de febrero, la familia Sarmiento, de la localidad mendocina de Jocolí Norte, sufrió las consecuencias de resistir un nuevo intento de apropiación de sus tierras por parte de la empresa española Argenceres – Elaia S.A., perteneciente a la familia de Marchal Puchol.

El saldo, esta vez, fueron 9 balazos de parte del oficial Di Marco, a cargo de la subcomisaría de Jocolí, en las piernas de Pablo Sarmiento; la detención de su padre y dos hermanos por averiguación de antecedentes y el secuestro de “siete cuchillos, un hacha y seis caballos”.

El conflicto se remonta a 2004, año en que se instaló la empresa en la zona. Ante la riqueza de la tierra para el cultivo de olivares, en vez de buscar quien quiera vender sus tierras y sacar dinero de su bolsillo para realizar la compra, les resulta más económico correr el límite de sus tierras, alambrar campos de propiedad ajena y luego contratar a la policía de la zona para que funcione como su sicario.

La familia Sarmiento está instalada en la zona desde 1944, y participa de la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra, Movimiento Nacional Campesino Indígena. En 2015 obtuvieron una sentencia a su favor respecto de la posesión de las tierras, que se reiteró recientemente ante los reiterados atropellos, cuando el poder judicial ordenó a la empresa “abstenerse de ingresar y realizar acciones en el campo en conflicto”.

Lejos de hacerlo, la empresa redobló sus intentos de usurpación, esta vez con policías armados que custodiaron su acción con el fuego de las balas. Está claro que para los dueños del poder, las sentencias que van en contra de sus intereses no se acatan, por lo que los campesinos sólo pueden defender sus tierras con su propia fuerza, organización y resistencia

Hollande, ni tan derecho, ni tan humano.

El miércoles 24 de febrero, François Hollande, presidente de la república francesa, llegó, cual rockstar en gira por America Latina, a la Argentina.

Es irónico pensar que, hace casi 60 años, en el año 1957, llegaban dos tenientes coroneles franceses, Patrice de Naurois y Pierre Badie, especialistas en la “guerra antisubversiva”, a brindar su enseñanza a las fuerzas militares de la dictadura.

Irónico, también, fue el primer gesto de Hollande el 25 de febrero: rendir homenaje a las víctimas de esa misma dictadura, apoyada por De Gaulle en su mandato presidencial.

Irónico es acordarse de las palabras del Gral. Díaz Bessone, quién, refiriéndose al método militar francés usado en Argelia, que fue después aplicado acá con la intervención de sus veteranos, decía: “Para luchar contra una agresión revolucionaria o subversiva, hay que tener un buen aparato de inteligencia, de lo contrario no se puede hacer nada contra un enemigo que no lleva uniforme (…) ¿Cómo quiere Ud. sacar información, si no sacude, si no tortura?”.

Irónico es darse cuenta de que esta implicación militar directa nunca fue oficialmente reconocida por ningún gobierno francés, a pesar de los numerosos testimonios, y que la misión permanente francesa de asesores militares no disolvió sino hasta 1981.

Dejando de lado la hipocresía y la caradurez de este homenaje y de las circunstancias ya mencionadas, también es bastante irónico pensar que un presidente europeo “socialista” le garantice su apoyo a un presidente de derecha, que se dedica a aplicar unas políticas económicas extremas, y a reprimir todas y cada una de las protestas sociales emergentes y existentes.

Más irónico aún es que ya no sorprendan las decisiones de este presidente francés, que viene aplicando en su país una política opuesta a su propuesta de campaña desde que empezó su mandato.

Irónica también fue la reacción de muchos argentinos, de memoria corta o de ignorancia larga, que se alegraron de su visita, celebrando que la Argentina se esté “abriendo a otros países”, e idealizan a las naciones que cierran sus fronteras, negándose a recibir las personas que buscan refugio del resultado de sus políticas neo-colonialistas.

Irónico es que nos empeñemos en usar esta palabra para describir el rencor amargo que arde en el pecho.

Que el señor François recuerde que la putrefacción de tanta ironía resulta siempre en un recuerdo perpetuo.