Boletín Informativo N°180

Correpi
18.Ago.02    Boletines Inf. 2002

LA PUEBLADA DE EL JAGÜEL (por nuestros compañeros de REPIQUE)

Cuando se supo que el cadaver hallado en la tosquera a la vera de la autopista era de Diego Peralta, secuestrado hace más de un mes y buscado por todo el país con desesperación por su angustiada familia, amigos y parientes iniciaron una marcha desde el barrio Siglo Veinte hacia la comisaría de El Jagüel, cruzando las vías del tren, en la localidad de Esteban Echeverría (Monte Grande) en la provincia de Buenos Aires.
Todo el barrio empezó a salir de sus casas al ver pasar el cortejo. Allí la manifestación se dividió en dos. Por un lado una gran cantidad de jóvenes del barrio quedó en los terraplenes de las vías y el resto de la manifestación, encabezada por los familiares, llegó a la comisaria. Eran alrededor de quinientas personas. Cuando se vieron llegar las primeras patrullas de refuerzo desde La Matanza una lluvia de piedras hizo estrellarse a la primera en una zanja. Se inició el combate. Tres patrullas inutilizadas. Venía el helicóptero.

Los manifestantes de las vías vieron la columna de humo emerger de la cuadra de la comisaría. Todos hacia allí.

Los ratis cobraron como nunca. Sacados tiraban a todo lo que se movía. Comenzaron a caer los primeros heridos con perdigones de goma. Llegaron los bomberos. Detrás de la última autobomba entró la infantería.

La manifestación enfurecida pedía la cabeza del oficial de calle Giménez, famoso por su dureza, sus cadenitas de oro y relojes costosos. No se le quemó la casa porque se la cuidaron bien.

No se dejaba pasar a las ambulancias que se disponían a atender a los policías heridos.

Se combatió en cada esquina, en grupos desde veinte a sesenta contra la infantería y la bonaerense hasta que obligados a replegarse por la represión se cortó la ruta 205.

Los vecinos abrían las puertas de sus casas para atender a los heridos y refugiar a los perseguidos.

Un punto particular se dio cuando en la desbandada los pibes saquearon comercios a su paso. Sus madres les gritaban; tomen todo lo que puedan que lo cambiamos en el trueque y comemos toda la semana. Los medios no reflejaron esta realidad, se preocuparon por el síntoma sin averiguar las causas.

Esta crónica, desesperada y desordenada, se pierde de vista seguramente detalles que deberán ser reconstruidos por los vecinos y vecinas.

Asqueados por la prepotencia policial, el barrio de El Jagüel hizo su pueblada. El desencadenante fue el asesinato de Diego Peralta. Las condiciones que hicieron posible la rebelión no pueden ser reproducidas agitando una consigna, por más acertada que se crea. Nos resta acompañar la lucha por justicia, e impulsar la reflexión profunda de porqué suceden estas aberraciones y como es posible ponerles freno.

En medio y a pesar de la represión sistemática generemos experiencias que permitan edificar en la acción, la organización popular frente a la represión.

CAMPO ANTIIMPERIALISTA

Daniel Stragá, de CORREPI, participó en la edición 2002 del Campo Antiimperialista llevado a cabo en Assis, Italia. El encuentro se desarrolló del 3 al 10 de agosto en el marco de actitudes intimidatorias de la policía política de Berlusconi, de la “lista negra” de organizaciones tildadas de terroristas, y la deportación del compañero chileno Jaime Y. Prieto, por su participación en la tentativa de ajusticiamiento a Pinochet.

Nuestro compañero participó en tres talleres y un plenario junto a organizaciones de DDHH de Estados Unidos, a camaradas de la izquierda advertzale del País Vasco, las FARC de Colombia, el periódico Resumen Latinoamericano y el Movimiento al Socialismo, partido del líder indígena y cocalero Evo Morales de Bolivia.

POLICÍAS, POLÍTICOS Y DELINCUENTES

O sea, policías y políticos. Poco a poco, a pesar de los encubrimientos y manipulaciones -a las que ni medios ni jueces son ajenos- se confirma lo que en los barrios es secreto a voces, lo que las capas medias muchas veces intuyen pero callan por miedo o conveniencia, lo que no debería merecer debate alguno ante la evidencia constante: los que secuestran por plata o por venganzas privadas, los que asesinan personas maniatadas, los que “administran” los meganegocios de la droga y los autos robados, los que esclavizan, prostituyen y explotan mujeres, los que extorsionan, es decir, “el crimen organizado” en Argentina, son policías con la indispensable cuota de protección política.

Es una verdad a medias -y como tal, una falsedad- atribuir exclusivamente a la “interna” peronista o al malestar desatado en el “ala dura” policial por la designación como ministro de seguridad de Juan Pablo Cafiero la inocultable delincuencia policial, como tampoco es una verdad completa que estos hechos policiales -los secuestros, los robos, la extorsión, la trata de blancas, los asesinatos- sean novedosos. Lo novedoso, en todo caso, es que el tema sea tapa de los diarios, que se fisure el silencio por razones múltiples que, en algún caso, tienen que ver con internas y malestares.

CORREPI sostiene hace años que la criminalidad policial no es un fenómeno originado simplemente en “bolsones” de autoritarismo o en la existencia de “grupos mafiosos” al interior de la institución. Siempre hemos cuestionado a los que creen -o quieren hacer creer- que todo se resuelve con una buena purga. Esas recetas-laxante sacan algo afuera, pero dejan intacto el germen de la putrefacción, que no reside en uno o dos policías (ni en 47.000) sino en la esencia misma de una institución que, en el estado de las relaciones sociales existentes, TIENE QUE SER COMO ES para cumplir el rol que tiene asignado por los sectores poderosos.

Dejemos para el cierre que hablen los especialistas. El 14 de agosto de 2002, dijo a la agencia Noticias Argentinas el intendente de Escobar Luis Patti, ex comisario, asesino y torturador confeso: “El policía de Robos y Hurtos que no tenga antecedentes, no es un buen policía. Un buen policía siempre tiene un legajo complicado, pero en las calificaciones, diez”.
DE CANDIDATOS Y DECLARACIONES

Mientras el pueblo descree de las elecciones y profundiza la deslegitimación de los políticos del sistema, ellos, austistas, siguen con sus campañas. Los más anotados siguen siendo los peronistas. Desde Rodriguez Saá -que ya ha elegido como ladero al golpista carapintada Rico- hasta el asesino de piqueteros Romero, son varios los que hablan prometiendo no hacer lo único que saben que harán, que no es otra cosa que ajuste y represión.

El candidato de los banqueros y el FMI, José Manuel De la Sota, por estos días ofreció que los policías federales de su provincia sean trasladados de Córdoba a la ciudad de Buenos Aires o a la provincia de Buenos Aires para “ayudar a combatir el delitoE. El “por ahora” candidato de Duhalde, teniendo siempre como horizonte lo que hace EEUU, llegó a comparar a la Policía Federal con el FBI yanqui, sosteniendo que esta fuerza policial cuenta en cada uno de los estados con no más de 30 hombres mientras que la federal en Córdoba supera los 150, por lo que propone mandarlos de vuelta. En realidad, ateniéndonos a la historia de los “federicos” en Córdoba, De la Sota tiene razón. Por ejemplo, en 1994 Jorge Sargiotti -pequeño pasador de cocaína- fue detenido y sometido a una sesión de “mojarrita” (submarino) para que dijera quién le compraba la “merca” grande. El desafortunado no resistió y sus torturadores terminaron arrojando su cadaver al río Suquía.

Otro de los que habla y habla es el inefable Menem, que ante el caso del chico Peralta volvió a su proclama de siempre: implantar la pena capital para los “delitos aberrantes”. No hay que olvidarse que Menem quiere parecerse al verdugo de Texas, su amigo George Bush. “Ya parece no haber límites para detener al delito. Las víctimas se suman, civiles y policías. Parecemos un país sometido a arresto domiciliario por los criminales”, expresó el caradura.

Un par de reflexiones: En primer lugar con relación al arresto domiciliario, Menem tiene experiencia a partir de su estancia en la quinta de Gral. Pacheco. En segundo término, ¿por qué no contar entre los “delitos aberrantes” el contrabando de muerte como el que llevó adelante el ex presidente en Croacia y Ecuador o el de arrojar a la miseria y al hambre a la mitad de la población de la Argentina?.

“MATE COSIDO” Y LA REPRESION

Hace algunas semanas los “sin tierra” del Chaco ocuparon un predio al que bautizaron con el nombre “Mate Cosido”, en honor del bandido rural que “asoló” a los ricos del Nordeste del país para repartir sus botines con los pobres del pueblo.

El día 13 de agosto a las 8:00 más de 200 policías, a patadas, empellones e insultos, sorprendieron a los ocupantes, los que una vez superado el primer momento comenzaron a resistir y de manera organizada encabezados por compañeros del MTL (integrante del Bloque Piquetero Nacional) fueron a cortar la Ruta Nacional N° 11, mientras otros custodiaban sus casas precarias.

Se exigió a los funcionarios la orden escrita de desalojo, elemento que argumentaron no tenían ya que el Juez Martinez Arias habría ordenado verbalmente el desalojo. Mientras una delegación se trasladó a la legislatura local para solicitar a los Diputados que se hicieran presentes en el lugar y garantizara a los ocupantes el derecho mínimo a su integridad, otro grupo a través de un abogado solidario gestionó y consiguió una comunicación con el Juez, que al enterarse de los hechos negó haber dado una orden verbal de desalojo.

Esta noticia creó una situación de mucha tensión y produjo la suspensión del procedimiento. De inmediato se retiraron la policía y los oficiales de Justicia. Los compañeros templaron su ánimo en la confianza en sus propias fuerzas, en la resistencia y la movilización, máxime cuando ningún diputado apareció ni siquiera para solidarizarse con los que menos tienen.

PROXIMAS ACTIVIDADES

Martes 20, 18:00 en Plaza Serrano, Escrache a Daniel Haddad y Radio 10.

Miércoles 4 de septiembre, en Rosario: Seminario sobre “Sistema carcelario y crisis social” en la Facultad de Derecho de la UNR, organizado por FAE Santiago Pampillón, Movimiento Universitario de Izquierda. Participará por CORREPI la compañera María Massa.
Viernes 6 de septiembre, Escrache a RICARDO BRINZONI, Jefe del Ejército.

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