Boletín Informativo N°236

Correpi
13.Sep.03    Boletines Inf. 2003

SUMARIO

1- Corrompedores y asesinos

2- Se siguen matando entre ellos

3- Juicio oral para policía

4- Aclaraciones y más datos sobre el ESMERALDA

5- Tortura y muerte en Chubut

6-Próximas Actividades

CORROMPEDORES Y ASESINOSCORROMPEDORES Y ASESINOS

Una adolescente de 17 años, que según la versión policíaco-periodística era prostituta, apareció muerta dentro de un automóvil en las inmediaciones de San Juan Capital. El hecho hubiera causado conmoción por sí mismo, pero por añadidura el auto no era uno cualquiera, sino que pertenecía a la flota de la policía provincial y estaba asignado a un subcomisario.

De acuerdo a la primera explicación de la fuerza, la joven se “suicidó con el arma reglamentaria del Subcomisario Ramón Llanos”.

Pero la mentira policial se vino abajo cuando en la autopsia surgió que la víctima presentaba dos impactos de bala en su cabeza. Además el automóvil presentaba otros orificios de bala, en la luneta y en las puertas traseras, de donde se deduce que dentro hubo un forcejeo y resistencia de la menor. Resistencia, seguramente, a ser abusada por el servidor público.

El juez Adárvez caratuló el hecho como muerte dudosa pero mandó detener al subcomisario. Habrá que ver que los camaradas de Llanos no adulteren pericias para así lograr la impunidad para el corrompedor y asesino.

Lo que realmente llama la atención es la quietud de los sanjuaninos que, ante este hecho aberrante, deberían haber salido a la calle a reclamar justicia como se hizo en Catamarca y en Santiago del Estero, y a pedir la cabeza del ministro de seguridad de la Provincia, pues está claro que los policías manejan la prostitución, y cuando las mujeres explotadas no les sirven más o se resisten las eliminan, y después inventan oportunos suicidios.

SE SIGUEN MATANDO ENTRE ELLOS

Como ya señaláramos muchas veces, los miembros de las fuerzas de seguridad públicas y privadas suelen también andar a los tiros entre ellos. Sólo que, mientrás que el gatillo fácil contra los civiles pobres es un método, matarse entre ellos es un accidente, o de veras un exceso o un abuso.

El hecho sucedió el viernes 12 en la intersección de las rutas 197 y la ruta Panamericana, en la localidad de El Talar, en el partido de Tigre. Dos custodios de una empresa de seguridad privada se movilizaban a las 5.30 am de ayer en un automóvil Chevrolet Monza, color blanco, por la autopista Panamericana hacia a la Capital Federal. Ambos iban escoltando una camioneta de un correo también privado. Por la misma ruta, y a pocos metros de ellos, iba un Fiat Duna color blanco, conducido por otros custodios privados que protegían de la “inseguridad” un camión con productos cosméticos, que se desplazaba de Garín a Capital Federal.

En un momento los custodios -siempre precaviendo de la violencia que provocan los “pibes chorros” – se vieron. Los ocupantes del Monza reconocieron a uno de los del Duna, porque habían trabajado juntos. Pusieron el coche a la par y lo saludaron. Las normas de cortesía indican que cuando a uno lo saludan, debe responder adecuadamente. Pero los canas privados del Duna respondieron a los tiros.

Es que en su celo profesional, los muchachos reaccionaron de la única manera que saben hacerlo: disparando. Y como se dice vulgarmente “tiran y después preguntan”, total siempre habrá algún juez que entienda su delicada situación. El resultado: un custodio muerto y otro herido, ambos baleados por sus dos colegas.

La explicación para el fiscal de Tigre John Broyard –otro sempiterno protector de yutas- es que los del Duna pensaron que intentaban asaltarlos. La víctima fatal fue identificada por la Policía como Osvaldo Raúl López, de 50 años, quien recibió un disparo en la cabeza. El otro está fuera de peligro.

Quien no está fuera de peligro es la sociedad. Cuando se habla de “inseguridad” ¿porqué no sacar a la luz casos como estos donde los únicos protagonistas son los que “custodian la seguridad”?. Cuando hablamos de violencia ¿porqué no hablamos de la violencia de los que la “previenen”?.

Pensar que Béliz y su secretario Castrilli quieren parar la violencia en el fútbol contratando empresas de seguridad privada. A la primera que un hincha los vaya a saludar, los amigos de Castrilli responderán a los tiros.

JUICIO ORAL PARA POLICIA

El próximo lunes dará comienzo, en La Matanza, el juicio oral y público a un suboficial de la Policía bonaerense por el asesinato del remisero Adrián Oscar Irioni. La causa está caratulada como “homicidio simple” y se le sigue al sargento de Policía bonaerense Norberto López. El hecho ocurrió el 22 de diciembre de 1999, cuando el remisero fue asesinado a balazos.

Como siempre trataron de dibujar que se trató de un enfrentamiento armado con un delincuente.
Primero, la causa tramitó en un juzgado de Morón y luego pasó a la fiscalía de La Matanza, a cargo de Sergio Carreras Fernández, quién ordenó la detención del policía.

El sargento López se entregó a la Justicia tras permanecer más de un año prófugo. Organizaciones de DDHH de La Matanza apoyan a la familia de Adrián y concurrirán a los estrados judicial a reclamar se haga justicia. CORREPI convoca a participar en el debate como una suerte de veedores del tribunal que juzgará al gatillo fácil.

ACLARACIONES Y MAS DATOS SOBRE EL ESMERALDA (Agradecemos la información brindada por el lector Fernando Rodríguez y la atenta mirada de varios otros)

En la nota sobre el Buque “Esmeralda” en el Boletín n° 235 se filtraron algunas inexactitudes, que aunque no hacen al fondo de la cuestión debemos corregir.

En primer lugar, el rol previsto para la “Esmeralda” es (como se dice en el texto) el de buque escuela –destinado al aprendizaje en el mar de estudiantes avanzados de la marina de guerra- y no de buque insignia (como también se dice en la nota), que son aquellos que en forma real o simbólica son sede del mando de alguna escuadra o eventualmente de toda la marina.

Lo que nos hace quedar un poquito desactualizados es la referencia a la Fragata Sarmiento, cuando ya pasaron más de sesenta años -y varios buques de remplazo- desde su retiro y convertida en mueseo está hace algunos años fondeada en el Dique 3 de Puerto Madero (antes estuvo en Dársena Norte).

La fragata que actualmente cumple esa función para la armada argentina es la “Libertad”, que estaba en construcción en nuestro país al caer Juan Domingo Perón (1955).

Como cuestión anecdótica, la “Esmeralda” es gemela del “Juan Sebastián Elcano”, buque escuela español desde antes de la guerra civil. Entre otros buques escuela antiguos, la Coast Guard yankee aún tiene el velero “Eagle”, botín de la segunda guerra mundial que antes estuvo al servicio del Tercer Reich (otro buque similar, el primer “Gorch Fock” -desde hace medio siglo los alemanes tienen otro del mismo nombre-, fue luego el “Tovarisch” en la marina soviética).

Pero ampliando sobre el arribo del buque Esmeralda gracias al amigo lector, digamos que el “arrepentido” comandante Arancibia al que se refiere en la anterior nota no es otro que el hermano de Enrique Lautaro Arancibia Clavel, espía de la DINA en Buenos Aires, desde 1974 a 1978 (cuando cayó preso como espía, en los prolegómenos de la guerra que no fue con Chile, por el Beagle, y canjeado por espías argentinos presos en 1981).

Este Arancibia está preso y condenado como partícipe del asesinato del general chileno Carlos Prats y de su esposa, Sofía Cuthbert. Prats había sido ministro de Salvador Allende y era seguidor de la doctrina de su antecesor, el general René Schneider, asesinado por el grupo de ultraderecha Patria y Libertad, y defensor de la no injerencia militar en la democracia chilena.

Prats se fue de Chile tras el golpe del 11/9/73 y fue crítico de Pinochet, al que calificó de traidor, y vivió en Palermo, Buenos Aiires, Argentina, protegido por Perón, hasta que éste murió. El hermano de Arancibia fue el que preparó el camino, junto con sus “amigos” de la Policía Federal (los inefables hombres de Coordinación Federal, que lo ayudaban a buscar y marcar disidentes trasandinos).

Curiosamente, cuando lo detuvieron en 1978, él se defendió diciendo que no era espía, sino que “hacía lo mismo” que sus amigos argentinos: buscar disidentes y organizar sus desapariciones. De hecho, de tal colaboración surgió la llamada Operación Colombo, urdida por la DINA para “blanquear” desaparecidos. La treta fue la siguiente: comenzaron a aparecer cadáveres mutilados y calcinados en la Argentina, con documentos de identidad de izquierdistas chilenos cuyo paradero era reclamado allende los Andes por sus familias.

Arancibia logró que los medios de prensa publicaran que eran izquierdistas chilenos que se mataban entre sí por disputas internas, mientras se preparaban para volver a Chile. Pero la mentira tiene patas cortas, dicen. Curiosamente, luego se supo que los cuatro primeros cadáveres correspondían a argentinos (todos judíos) desaparecidos acá.

Así, intentaron blanquear a 119 (sí, ciento diecinueve) desaparecidos. El comandante Arancibia nunca lo dirá, seguramente. Pero el hecho de que su hermano estuviese en la Argentina no tenía relación con su falta de aptitud para ser militar, como el resto de los miembros masculinos de la familia (otro Arancibia trepó, de la mano del pinochetismo, a la cúpula del Ejército chileno): en realidad, lo obligaron a irse de la escuela militar porque era homosexual, y un escarnio para una familia de estirpe guerrera. Por eso lo mandaron para la Argentina, donde terminó viviendo con un primer bailarín de Susana Giménez.

Otro dato importante: Enrique Arancibia era un obsesivo. Meticulosamente archivó todos los memos que envió y recibió de la DINA, central de tortura chilena. Entre ellos, figura uno muy interesante, de 1978, cuando ya tenía libre acceso al batallón 601 de inteligencia de Callao y Viamonte. Allí consiguió, y envió a Chile, la nómina completa de todos los muertos en hechos de represión estatal en la Argentina durante 1975.

“La mayoría son NN, estaban irreconocibles y sus cuerpos aparecían mutilados, y cayeron en operativos por izquierda”; palabras más, palabras menos, eso fue lo que comunicó a sus jefes, a los que les envió, como comentario, otra perlita. Que había visto dos memos de la SIE (75.888/78 y 75.889/78), en los que se refería que desde 1975 a 1978, entre muertos y desaparecidos, la cifra de víctimas ascendía a unos 25.000. Mucho más cerca de los 30.000, como sostienen las organizacions de DDHH, que de los 7000 que admiten los “arrepentidos” terroristas de Estado. El Cóndor, se sabe, batió las alas a uno y otro lado de los Andes.

TORTURA Y MUERTE EN CHUBUT

La rimbombante carátula del expediente decía “Investigación por hurto de ganado menor”. En realidad, lo que se investigaba era el presunto robo de un chancho en una chacra cerca del paraje rural El Coihue, en el noroeste de la provincia del Chubut. Por tan terrible delito fue detenido Gumersindo Vergara, de 42 años.

Lo condujeron a comisaría de El Hoyo a 13 kilómetros de El Bolsón. Vergara estuvo detenido en esa comisaría desde el jueves 4 hasta el viernes 5 de septiembre, día en que fue encontrado “suicidado” dentro de su celda. (¡cuánta gente se suicida en sus calabozos, ¿no?!). Según el comisario se suicidó con una tira de goma que sacó de un elástico del catre del calabozo.

El día en que Vergara apareció muerto, El Hoyo festejaba sus primeros 50 años de vida. Por ese motivo, el gobernador, José Luis Lizurume, visitó esta pequeña localidad para comer un asado. Se había organizado un desfile que pasó por el centro del pueblo y también visitó por la comisaría. Se ve que los policías de “El Hoyo” querían mostrarle al gobernador un municipio “sin presos”.

La viuda de Vergara y sus ocho hijos no creyeron la remanida versión policial y revisaron el cadáver. Encontraron marcas de suelas de borceguíes y quemaduras con colillas de cigarrillo. O sea, como siempre, lo torturaron, se les quedó y después inventamos que se ahorcó.

Hicieron la denuncia con el aditamento de que Vergara venía siendo hostilizado por personal policial con anterioridad a su muerte. Esto último también habitual en casos de presos “suicidados”.

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ATENCIÓN:

PORQUE LA CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA NIEGA EL JUSTO DERECHO DEL PUEBLO A LUCHAR POR SUS REIVINDICACIONES POLÍTICAS Y SOCIALES

PORQUE A LO LARGO Y ANCHO DEL PAÍS HAY MILES DE COMPAÑEROS IMPUTADOS, PROCESADOS O CONDENADOS POR SU PARTICIPACIÓN EN ESAS LUCHAS

¡AMNISTÍA YA PARA TODOS LOS LUCHADORES POPULARES!
Recordamos a todos los compañeros, en el marco de la campaña que en conjunto con otras organizaciones promovemos bajo estas consignas, que estamos recopilando la información sobre las diversas causas, por lo que deben enviar los informes a liberpueblo@yahoo.com.ar - gabriellerner@uolsinectis.com.ar - ceprodh@hotmail.com

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Martes 16, 18:30: Marcha de Congreso a Plaza de Mayo en el aniversario de La Noche de los Lápices.

Semana del 9 al 16 de septiembre: Compañeros de CORREPI participarán de talleres con alumnos y docentes escuelas de Capital Federal y Gran Buenos Aires.

El martes, en el programa FUIMOS TAN INGENUOS (FMI) por La Tribu, columnita de Correpi alrededor de las 23:30. Martes 16: Amnistía a los Luchadores/Noche de los Lápices (Gabriel Lerner). Martes 23: Organización y Lucha contra la Represión: la experiencia de la coordinadora antirrepresiva en zona sur (Sergio “Cherco” Smietniansky). Martes 30: Los delitos del Servicio Peniteciario (Daniel Stragá).

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