Boletín informativo n°603
SUMARIO: 1. Huelga policial en Tucumán. 2. En el jardín progresista. 3. Más torturas en el país de los derechos humanos. 4. Detención arbitraria y torturas en misiones. 5. El imperialismo en África: asesinan por la paz. 6. Una pelea con elecciones de fondo. 7. Próximas actividades.
HUELGA POLICIAL EN TUCUMAN
En San Miguel de Tucumán la policía está de huelga, dijeron los diarios, aunque los que reclamen mejoras salariales no sean parte de la clase trabajadora, sino sus verdugos a sueldo. Los comisarios, solidarios, cerraron las comisarías cuando se decretó la asonada, aunque dijeron que lo hacían para evitar conflictos con sus subordinados. El reclamo inicial era elevar el básico de $900 a $2.500. Después de apenas unos días de negociaciones acordaron en más del 100%, con un nuevo básico de $1.950.
Se ve que a los policías tucumanos que con esos $900 ya eran los empleados públicos mejor pagos de la provincia- no les alcanza con viajar gratis, garronear comida y todos los plus e ingresos en negro que sabemos que tienen. Tampoco podemos olvidarnos que son ellos los primeros en responder con represión a los trabajadores, siempre que el jefe se los pida, cuando reclaman por un mísero aumento del 20 o 30%.
Mientras negociaban, los funcionarios del gobierno provincial le pidieron a la ministra de seguridad, Nilda Garré, que enviara la gendarmería. Ella aunque estaba, en los mismos días, en plena disputa con el gobierno porteño sobre la función de la policía federal, no dudó un instante en poner a disposición 500 gendarmes, que al final no hizo ni falta que viajaran, porque el arreglo fue ultra veloz.
El fabuloso acuerdo, que dejó bien lejos al resto del personal provincial (maestros, médicos, empleados administrativos, etc.), es buena muestra de cómo cuidan los gobiernos a sus perros guardianes, y ni bien ladran, les tiran un hueso más grande.
EN EL JARDIN PROGRESISTA
El asentamiento SIDERAR es un barrio que, con mucha lucha, instalaron desocupados en los fondos de la fábrica que le da su nombre en Haedo, Pdo. de Morón. Las dificultades propias de la sobrevida en la precariedad, hacen saltar de incómoda la parsimonia casi bucólica que lo rodea. Lo poco que se ha conseguido, un techo, escolarizar a los pibes, laburar como y en lo que se pueda por ahí, sin embargo, es mala señal para vecinos “bien” del municipio progresista, que se fueron a quejar en los foros de la seguridad (de los ricos, claro).
Por afuera de las estructuras caritativas y disciplinadoras que la hipocresía del sistema les ofrece, el asentamiento ha decidido resistir los embates que periódicamente le sacude, con topadoras y patrulleros, el municipio de Morón, el jardín en el que Sabatella cultiva las flores del progresismo kirchnerista.
Esta semana, y en una demostración elocuente del lugar que cada uno ocupa en la tensión social que se recrea constantemente, los pobres del asentamiento fueron sorprendidos por una patota del estado municipal-policial. Fito, un compañero referente del lugar, se interpuso al paso de la máquina para evitar la destrucción de una casilla. Los funcionarios sabatellos dieron inmediata intervención a su policía y detuvieron a Fito, al tiempo que arrasaron con la precaria vivienda. El compañero fue liberado muchas horas después, porque los vecinos y compañeros de diversas organizaciones presionamos y denunciamos.
Estamos abajo de la máquina manejada por los progres y custodiada por su policía, y lejos de sus leyes, que pretenden acallar los sueños tumultuosos del asentamiento. En el jardín progresista, el sueño es la máquina sin ruido.
MÁS TORTURAS EN EL PAÍS DE LOS DERECHOS HUMANOS
Con la excusa de buscar al asesino material del policía Ezequiel Galarza, se produjeron en la zona fronteriza entre Quilmes y Almirante Brown una serie de allanamientos por parte de un grupo de elite de la policía, mostrándolos tal cual son. Tan violentos en sus formas como torpes en su proceder, rompiendo puertas, asustando chicos, lastimando y torturando a gente inocente, irrumpiendo hogares familiares en medio de la noche.
Conocido en la zona como el Teque, Galarza ingresó a la policía en 2009. Fue ejecutado en un extraño robo, en la zona de Solano, Quilmes, en el que los dos supuestos ladrones no le robaron nada. El comisario mayor Pablo Otero, titular de la Jefatura Departamental de Seguridad de Quilmes, apurado por esclarecer este luctuoso hecho mandó a su tropa a proceder en el barrio (léase: a buscar un perejil rápido, y, de paso, seguir infundiendo temor en la gente.)
Episodios extraños como el asesinato de Galarza, le sirven a la policía para colocarse en posición de víctima. Con cada policía asesinados en hechos de inseguridad, provocan, además, miedo en los vecinos, que en este caso, por ejemplo, reclamaron más patrulleros en la zona. Así nos engañan, ocultando también un clásico proceder policial: provocar el problema para vendernos su solución, o sea, mas patrullas. A río revuelto, ganancia de pescadores.
Una mujer del barrio, Mabel Orellana, se animó a denunciar que en uno de estos allanamientos, irrumpieron su casa, donde vive con su marido y sus nueve hijos. Además de romper todo, esposaron a su marido, hicieron que todos se tiraran al piso a patadas de borceguíes y uno le dio a ella un tremendo golpe a puño cerrado que le deformó la cara, sólo porque la mujer exigía que mostraran la orden judicial que autorizaba el allanamiento. El golpe fue tan violento que le rompió la nariz y su cara está amoratada. Sus nueve hijos presenciaron la lección de disciplinamiento: en los barrios de calle de tierra, cuando un policía habla, vos te callás, porque pueden hacer lo que quieran.
La tortura, como habitual procedimiento policial, es una realidad que sufren los pibes en los barrios y los detenidos en las comisarías a diario, por más que los jueces la disfracen como vejaciones o apremios ilegales.
Así ocurrió con las torturas filmadas en las cárceles de Mendoza, y con el reciente procesamiento a dos policías de Bariloche por golpear salvajemente a Eduardo Cifuentes, provocándole la pérdida de un ojo. De nuevo, el procesamiento no es por torturas, sino por el delito de vejaciones en concurso con lesiones. Es que, en democracia, los jueces tienen prohibido hablar de tortura, más aún bajo el yugo del gobierno de los derechos humanos.
DETENCIÓN ARBITRARIA Y TORTURAS EN MISIONES
Recibimos este correo a través de nuestra página web, que muestra cómo funciona, como herramienta de control social, el sistema de detenciones arbitrarias en todo el país, y cómo las torturas son un ingrediente más de los mecanismos de disciplinamiento:
Me llamo Leonardo DRN, tengo 35 años, vivo en Río Cuarto (provincia de Córdoba) donde curso la carrera de ingeniería agronómica. Mis rasgos físicos tienen connotaciones indígenas, e iba vestido con bombacha de gaucho y calzado con ojotas, dato importante a tener en cuenta por el relato que haré a continuación.
Llegué ilusionado a Misiones el pasado 20 a realizar un curso de agricultura ecológica, inherente a mi carrera profesional, en Ruiz de Montoya. Habiendo finalizado el mismo y viendo la cercanía de las cataratas, varios participantes del curso decidimos visitarlas. Permanecí en Iguazú como tres días; fueron momentos maravillosos, que colmaron ampliamente mis expectativas y me trajeron inmensa felicidad. Hasta que llegó el último día, cuando decidí salir a conocer la noche y visitar algún pub. Al regresar a mi alojamiento, habiendo tomado dos copas para celebrar el momento, aproximadamente a las 02:15, empezó mi pesadilla:
Un patrullero de la comisaría 1ª me intercepta y me pide documentos. Sin oponer ninguna resistencia se los proporciono y cuando me quiero dar cuenta estoy esposado dentro del móvil policial recibiendo golpes en las costillas por parte de dos policías. Llegamos a la comisaría, me llevan al sector de los calabozos (donde, por cierto, son infrahumanos) y la golpiza se acrecienta, sumándole patadas, puñetazos, elevando la intensidad de los mismos, sopapos a mano abierta en el rostro (cosa que no queden marcas) y la violencia verbal (conste que seguía con mis brazos inmovilizados por las esposas). Luego que se cansaran de pegarme, me quitan las mismas y me arrojan dentro de una celda.
Pasado un lapso de tiempo me recobro de este atropello y solicito al guardiacárcel que me deje hacer una llamada telefónica, según lo facultan las disposiciones legales vigentes, o que me trajese un juez, un fiscal o alguien que represente al poder judicial; en vano fue ya que el mismo no solo me contestó de muy mala manera sino que amenazó con retomar la golpiza de sus colegas. Dejo pasar un tiempo, pensando qué hacer; como a las 8 o 9 de la mañana llega otro oficial al que le llamaban jefe, recorre las celdas desde afuera y le pregunto por qué me detuvieron, y hasta cuándo me van a tener allí. Me responde “estabas un poco borracho”, le comento que estoy en una ciudad turística, conociendo las cataratas, que no maté a nadie y me dice “si, no es grave lo tuyo, dejame que me ocupo yo”. Le ordena al guardia que me ofrezcan agua y que me permitan higienizarme en otra celda (donde me encerraron no había agua).
Pasa la mañana, seguía en ese eterno presente, liberan al otro detenido que estaba en la misma celda (por cierto, la única PERSONA, así, con mayúsculas, el único ser humano que tuvo un gesto de amabilidad y de solidaridad hacia mi situación, convidándome unos mates y alimentos que le habían traído sus familiares, ofreciendo unas palabras de aliento al verme tan destruido anímicamente) y como a las 16 hs. llegan los dos valientes golpeadores para buscar a otros detenidos que iban a ser liberados; empiezan a gritar a viva voz “¡Córdoba, Río Cuarto!”, respondo “¡Si, acá!” en la ilusión que iba a salir de ese lugar nauseabundo. No fue así, el más violento se acercó y me dijo “¿así que vos sos pesado?”, le respondo “no, no soy ningún pesado, solamente estaba un poco borracho”, cosa que no me siguiese provocando, le digo “disculpe si lo ofendí” y me responde “¡Qué disculpas ni la mierda!”. No le contesté y se fue, no sin antes burlarse nuevamente un poco de mi situación.
Seguía pasando la tarde y al anochecer llega nuevamente el Jefe, vuelvo a dirigirme a él y solicitarle respetuosamente que me gestione la libertad; le da la orden al guardia que se ocupe de la misma haciendo unos llamados, le surgen un par de problemas que superan lo mío, se encarga de ellos y se va. Como a los 10 minutos le vuelvo a preguntar al guardia qué pasó con la gestión que le habían encomendado para liberarme, me responde nuevamente de mala manera “¡a mi no me preguntés nada!”. Transcurridos unos minutos vienen dos oficiales, abren la celda y me llevan a otra parte del presidio donde se firman las salidas. Allí estaban dos policías de uniforme y un tipo de mas edad (sin uniforme, luego me enteré que era el comisario) quien luego de escuchar la declaración de otro liberado me pregunta “¿qué pasó con usted?”; le respondo que estaba un poco tomado, que estoy de turista, disfrutando las cataratas y me dice “tiene que tener mas cuidado…”; no le respondí, firmé las dos actas, la que me informaba que estaba detenido “por averiguación de antecedentes” y la que me informaba que estaba en libertad. Me devolvieron mis efectos personales, me retiré y VOLVI A VIVIR.
Después de reponer mi vitalidad con una ducha y un descanso me levanté, desayuné y me dispuse a realizar esta denuncia en la Fiscalía de Turno. Merced a mi desconocimiento acerca de los vericuetos legales y administrativos del poder judicial, terminé hallando la forma pero ya estaba fuera del horario de atención. Para agregar pruebas a la misma me dirigí al hospital SAMIC para que me hicieran un examen de las lesiones y su correspondiente certificado médico. El médico de guardia me preguntó quién me había lesionado, le respondí que la policía y rápidamente se excusó y dijo que “ese no era su trabajo, para eso le pagaban a los médicos de la policía y del juzgado” (SIC), qué fuese allí a pedir el certificado… Le respondí que esto es un hospital del estado, que no me puede negar la atención, no me contestó y se fue.
Afortunadamente la anfitriona del curso de agricultura ecológica es doctora en medicina y profesional a tiempo completo del centro de salud en Ruiz de Montoya; le conté lo sucedido y ella accedió a examinarme y certificar las lesiones que hubiese constatado. Viajé hasta Ruiz de Montoya, me examinó, obtuve el certificado y retorné a Iguazú.
Viernes primero de abril, me presenté en la fiscalía, realicé la denuncia y seguí mi viaje hacia mejores horizontes.
EL IMPERIALISMO EN ÁFRICA: ASESINAN POR LA PAZ
El imperialismo sigue hundiendo sus garras en África, ávido de lograr un nuevo reparto del mundo que le permita recuperarse de la caída de sus negocios desde que se desencadenó la crisis en 2007.
En Costa de Marfil, donde se ha agudizado una guerra civil por la sucesión presidencial, Francia y la ONU han decidido salvar vidas bombardeando. Comenzaron por el palacio presidencial ocupado por Laurent Gbagbo, quien no quería reconocer una supuesta derrota electoral contra su contrincante Alassane Ouattara, el preferido de las potencias imperialistas. El Tribunal Constitucional de ese país resolvió que en las elecciones hubo fraude, especialmente en la zona norte del país, dominada por las bandas de Outtara. Según denuncias en algunos lugares votó más del 300% del padrón. Ouattara, cuando fue ministro de economía de Costa de Marfil, vendió todas las empresas estatales a capitales extranjeros, franceses principalmente. La intervención imperialista y la guerra civil han provocado más de 1.000 muertos en unos pocos días. En las últimas horas el presidente Laurent Gbagbo fue detenido por las tropas de las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI, pro-Ouattara) y conducido al cuartel general de Alassane Ouattara, el Hotel du Golf. Alain Le Roy, jefe de la misión de la ONU en ese país, declaró que “Los gendarmes de la ONU garantizan ahora la seguridad de Gbagbo y de su mujer en un apartamento del Hotel du Golf”. ¿Qué garantizaban cuando bombardeaban el palacio presidencial?
Pero no es el único lugar donde están provocando la muerte de miles de civiles.
La matanza continúa en Libia, donde la tarea de establecer una zona de exclusión área, que probablemente continuará con una invasión terrestre, sigue provocando muertes. Como las ocurridas en Marsa el Brega, terminal petrolera al sur de Benghazi, que en esta semana ascienden a 50 civiles y rebeldes muertos. Mientras tanto el imperialismo sigue entrenando y armando a rebeldes libios a través de la frontera con Egipto.
Las masacres que están llevando adelante las potencias imperialistas, en forma directa, o a través de rebeldes de los países atacados, confirman lo que venimos sosteniendo desde hace semanas. No es la democracia ni los derechos humanos lo que les preocupa sino la defensa de sus negocios; y su principal negocio es la guerra. Pero también se ve confirmada nuestra afirmación que no es defendiendo a dictadores caídos en desgracia, otrora pro-imperialistas, que los pueblos se liberarán de las garras del imperialismo, sino apostando a la organización independiente de los explotados y oprimidos.
UNA PELEA CON ELECCIONES DE FONDO
El martes pasado, la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, anunció que unos 1.200 policías federales que habitualmente custodiaban edificios públicos en la ciudad de Buenos Aires, dejarían esos objetivos para volcarse, todos, a la calle.
La noticia puso los pelos de punta al gobierno de la ciudad, que salió a decir que, con esa medida, hospitales, escuelas y otros lugares públicos quedaban desamparados y expuestos a todo tipo de incursiones delictivas.
El gobierno nacional contestó que sólo 9 de las 833 escuelas públicas de la ciudad eran custodiadas por la federal. El procurador general de la ciudad, Ramiro Monner Sans, replicó con una denuncia penal contra Garré y el comisario Capdevila, jefe de la Federal, por incumplimiento de los deberes de funcionario público. La Federal se quejó de que el gobierno de Mauricio Macri no les paga los servicios adicionales, y que les debe más de 30 millones de pesos. El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dijo que eso era mentira.
El gobierno nacional le sugirió a Macri que usara su policía metropolitana para custodiar hospitales y escuelas. Rodríguez Larreta dijo que no tienen suficientes hombres, y el ministro Montenegro concluyó, apocalíptico, que es una medida tomada deliberadamente por el kirchnerismo para complicar la gestión macrista.
La pelea, plagada de mentiras y medias verdades de uno y otro lado, tuvo otro round en el diario La Nación, que recurrió a sus archivos para recordar que Nilda Garré, allá por el año 2000, cuando era diputada nacional de la alianza UCR-Frepaso, presentó un proyecto de ley para traspasar la policía federal a la ciudad, es decir, lo que el macrismo reclamó desde que asumió la jefatura de la ciudad, y que el kirchnerismo, hoy con Garré en sus filas, no quiso hacer.
Y mientras a los medios no les alcanzan los micrófonos para entrevistar médicos, enfermeras, carteros, soderos, fleteros y cuanta persona que quiera contar que algo espantoso le pasó porque no había un policía federal o metropolitano, según el caso- cerca, ahora de nuevo la ministra Garré ganó las tapas de los diarios, con lo que dijo en una charla organizada por La Cámpora en un local partidario de Balvanera.
El problema más serio y más complejo que tenemos es la Policía Federal, confesó su jefa. Y luego habló de algunos de los habituales delitos de la policía, como la extorsión a comerciantes por protección, a los inmigrantes sin papeles, a los vendedores ambulantes para dejarlos trabajar. Y hasta admitió la participación policial en el narcotráfico, aunque la limitó a la vista gorda en las cocinas de droga.
Se quedó corta la ministra, que no habló de las redes de narcotráfico dirigidas por la policía, ni del circuito criminal en materia de autos robados, de la trata de personas sometidas a la prostitución, de los robos, de los secuestros extorsivos, y todo ese etcétera que nos permite afirmar que no hay empresa del crimen organizado donde no salte el botón.
A su lado, compartiendo el panel, las opiniones y los gráficos, estaba el ministro de seguridad virtual, Horacio Verbitsky, autor intelectual de la tesis del autogobierno policial que desarrolló la ministra en esa charla y que es el nuevo discurso oficial del gobierno.
Así, según nos dicen Garré y Verbitsky, la criminalidad policial por ánimo de lucro, o la criminalidad que deriva de su función represiva, como el gatillo fácil o la tortura, no son la manifestación práctica de la política represiva que cada gobierno necesariamente implementa, ellos incluidos, sino simples abusos o excesos de individuos contaminados e incontrolables…
Es una buena tesis que sirve para lavarse las manos y despegarse, y hablar en tercera persona de sus subordinados, como si en los siete años y pico que llevan en la Rosada, hubieran gobernado todo el país… menos la Federal… y como si resultara creíble que Aníbal Fernández, tan falto de autoridad, nunca hubiera logrado que la policía le obedeciera…
La preocupación del gobierno nacional y del gobierno de la ciudad no pasa por darnos una vida mejor, que también es una vida más segura. Su único problema, común y compartido, aunque compitan entre ellos, es asegurarse, en un año electoral, los votitos necesarios para seguir haciendo lo único que pueden y saben hacer: defender los intereses de los poderosos. Y en eso, ambos saben que la policía es una de sus principales herramientas.
PRÓXIMAS ACTIVIDADES EN EL MES POR WALTER Y POR TODOS
Martes 12 de abril, charla en librería El Gato Escaldado, Independencia y Boedo.
Miércoles 13 de abril, charla en el Instituto Joaquín V. González, Ayacucho 632.
Viernes 15 de abril a las 18:00, panel en la Universidad de Lanús.
Viernes 15 de abril, Callao y Corrientes, acto en el Día del Preso Político.
Sábado 23 de abril, desde as 16:00, radio abierta en Parque Centenario y proyección del video de Walter al atardecer.
Viernes 6 de mayo, Plaza Houssay, festival con bandas sorpresa.