Caso Bulacio: Ante la noticia de la suspensión del juicio oral
Ante la noticia, publicada por varios medios nacionales, de que la defensa del comisario Miguel Ángel Espósito habría presentado en la mañana de hoy, 21 de junio de 2011, un escrito recusando por prejuzgamiento a los integrantes del Tribunal Oral Criminal nº 29, lo que impediría el inicio del juicio oral, previsto para el 3 de agosto, CORREPI dice:
Hasta las 19:30 del día de la fecha no hemos recibido notificación alguna del TOC 29. No nos consta, pues, más que por trascendidos periodísticos, el contenido de la presentación efectuada por el Dr. Pablo Argibay Molina.
Sea cual fuere el argumento utilizado para recusar al tribunal oral, y, como consecuencia, impedir el inicio del juicio en la fecha prevista, la noticia no nos sorprende. Por años hemos sido testigos privilegiados de las permanentes y, por qué negarlo, creativas maniobras del renombrado estudio jurídico que defiende, desde 1992, al comisario Espósito, para dilatar el trámite cuanto sea posible.
Nos hubiera sorprendido, en cambio, que, tras 20 años de memorables chicanas, toleradas más allá del límite de lo razonable por el poder judicial -que ha mostrado así su real naturaleza- mansamente el comisario Espósito y su defensor aceptaran que deben afrontar un juicio oral y público. Porque, aunque este juicio, como venimos diciendo, llega tarde y mal, limitado a un comisario y a un delito menor, es un triunfo de la lucha consecuente e independiente que sostenemos desde hace dos décadas CORREPI y la familia Bulacio.
Claro que el comisario Miguel Ángel Espósito no es el único ni siquiera el principal- responsable por la detención y muerte de Walter Bulacio, víctima, como 3.200 jóvenes más, de una política de estado que utiliza las detenciones arbitrarias, la tortura y el gatillo fácil como herramientas para el control y el disciplinamiento social. Es la justicia del sistema la que limitó el juzgamiento al comisario, y al delito de privación ilegal de la libertad. Es hasta el comisario, no más allá, y hasta la detención arbitraria, que jueces y fiscales se atrevieron a llegar.
Por eso decimos, hace años, que ni CORREPI ni la familia Bulacio, necesitamos un juicio para saber la verdad: la sentencia que realmente nos importa ya la dictó la conciencia popular. Y que, si algo prueba el tortuoso trámite de la causa Bulacio, es hasta dónde es capaz de llegar el estado, gobierne quien gobierne, para proteger a sus verdugos oficiales.
Porque YO SABÍA QUE A WALTER LO MATÓ LA POLICÍA, la misma que, siempre obediente al gobierno de turno, mata y tortura, porque ése es su rol, en democracia, o dictadura.
Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional
Ciudad de Buenos Aires Argentina
correpi@fibertel.com.ar