:: Documentos y Comunicados

JUSTICIA PARA MIGUEL ÁNGEL SERRANO

Correpi
09.Jul.08

ASESINADO POR EL POLICÍA MARCELO EMILIO PALOMO

Escrache a la Comisaría 3ra de Los Hornos

Jueves 10/07 - 16 hs

(concentramos en 60 y 137)

Juicio al Mataguachos: Día 2

Correpi
05.Jul.08

“Me equivoqué de guacho…”

“Le pegué un tiro a un negrito de miércoles, y yo quería a Bárzola”. “Ví un coche, escuché un disparo, por el ruido era un arma grande, Matías cayó al piso. El que manejaba era Pelozo, era su Falcon marrón. Él disparó”. Esas fueron las frases más impactantes que se oyeron en la segunda audiencia del juicio oral y público…

Primera jornada del Juicio al Mataguachos

Correpi
03.Jul.08

Como ejemplo práctico de que NO ES UN POLICÍA, ES TODA LA INSTITUCIÓN, en la primera jornada del juicio oral y público contra José Antonio Pelozo (a) El Mataguachos de Villa Fiorito, tanto en el estrado como en los pupitres de la acusación se repetían las mismas caras que protagonizaron, hace menos de un año, el juicio contra los cuatro policías que torturaron hasta la muerte al joven Diego Gallardo en la comisaría 3ª de Dock Sud, y que fueron condenados a prisión perpetua. El mismo tribunal oral nº 1, el mismo fiscal, Dr. Michelini, y en representación de Estela Velázquez, mamá de Matías Bárzola, las mismas abogadas de CORREPI, María Teresa Larramendy y María del Carmen Verdú.

JUICIO ORAL CONTRA EL “MATAGUACHOS” DE FIORITO

Correpi
01.Jul.08

JUEVES 3 Y VIERNES 4 DE JULIO 08:30

Movilización en los tribunales de Lomas de Zamora (Larroque y Camino Negro) durante el
JUICIO ORAL CONTRA EL “MATAGUACHOS” DE FIORITO.
Cinco años después del asesinato de Matías Bárzola (16), en los juzgados de Lomas de Zamora se dará inicio al juicio oral contra el autodenominado “Mataguachos” de Fiorito, el policía Ramón “el Oso” Pelozo, quién fusiló de un tiro en la cabeza a Matías Bárzola.

La CORREPI realizará simultáneamente al desarrollo del juicio a una movilización en los tribunales.

Los miserables

Horacio Silva (periodista)
01.Jul.08

La vida de un pibe no vale nada. O, como mucho, vale menos que un pedazo de carbón.
Cuando en la Francia del siglo XIX Víctor Hugo escribió su novela Los miserables, en la cual el poder judicial francés perseguía durante años a un joven por el delito de robar una hogaza de pan con que alimentar a su sobrino, el sensible escritor estaba muy lejos de imaginar que, poco más de un siglo después, la realidad ofrecería en Mendoza una versión -corregida y aumentada- de aquella memorable tragedia social.